Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.237,20
IPC: 0,40%
Decisión dejó 270 mil autos con sello verde sin circular y paralizó 1.135 empresas, lo que genera pérdidas al sector industrial por cerca de US$ 5 millones.

Medio Ambiente vuelve a decretar medidas contra una preemergencia que no se produjo

martes, 04 de julio de 2017

Manuel Valencia
Nacional
El Mercurio




Los conductores de 270 mil autos con convertidor catalítico y patentes terminadas en 3 y 4 no pudieron ir ayer a sus lugares de trabajo u otros destinos en vehículo. Sobre ellos pesó la medida de restricción vehicular, debido a la preemergencia ambiental que rigió entre las 7:30 y 21:00 en el Gran Santiago.

Por esta misma situación, 1.135 industrias no pudieron operar durante toda la jornada, lo que implica pérdidas por US$ 5 millones, según estimaciones del sector.

La medida se aplicó por altos niveles de contaminación atmosférica que en la noche del domingo anticipó el modelo predictivo para el lunes. Sin embargo, ese pronóstico no se cumplió: ayer la capital vivió una jornada fría, con nubosidad, ventilación e incluso leves chubascos, que mantuvieron los niveles de esmog solo en el grado de "regular", lejos de los necesarios para vivir una preemergencia.

El ex subsecretario de Medio Ambiente Rodrigo Benítez señala que el sistema falló. "Siendo un modelo predictivo hay errores. Ayer hubo un tema especial, con una gran cantidad de emisiones por los asados del domingo y por ello la autoridad se adelantó en decretar la preemergencia. Esto depende mucho del clima y la ventilación. Estas decisiones sobre la industria o el parque vehicular afectan a las personas. Lo que debiese ocurrir si no se produce es alzar la medida", señala.

Concuerda el especialista en contaminación atmosférica de la U. de Santiago, Patricio Pérez. "Fue una decisión más política que técnica. Si bien se tenía la información de que la ventilación iba a mejorar con un aire húmedo costero, hay un margen de incerteza metodológica. Se decretó la preemergencia pensando que la ventilación se iba a demorar más de lo que demoró en entrar", afirma.

Añade que se debiesen tomar medidas en la noche anterior al episodio crítico. "Normalmente, la noche que viene inmediatamente después de decretar el episodio es la que contribuye con más contaminación. Si bien es difícil decretar una restricción vehicular a esa hora, se podría prohibir el uso de calefactores a leña", asevera.

La falla del sistema se suma a otra ocurrida el domingo, cuando se produjo una preemergencia que no tuvo medidas asociadas, porque la autoridad decretó una alerta el sábado. Lo mismo ocurrió en la primera preemergencia, decretada el 21 de mayo pasado, que no se constató al día siguiente. El modelo también falló el año pasado con una emergencia que se constató, pero sin medidas dictadas por la autoridad.

El ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, defiende la decisión. Dice que se decretó la preemergencia "porque se veía que había una mala condición de ventilación y un arrastre de las emisiones que sucedieron el domingo, que podían llevar a niveles altos que efectivamente ocurrieron hasta la madrugada del lunes. Por tanto, a pesar de que hubiera pronóstico de nubosidad, decretamos esto porque nuestra finalidad es también prevenirle a la población de no hacer ejercicios en condiciones de alta contaminación a la cual estuvieron expuestos".

Añade que desde que opera el actual sistema predictivo (Casmassi 2, de 2014) ha tenido sobre 80% de acierto. "Siempre estamos buscando mejoras continuas", dice Mena.

El especialista en contaminación atmosférica de la UC, Luis Cifuentes, dice que el modelo "nunca va a ser perfecto. Que se decrete una preemergencia y no se constate puede ser signo de que las medidas fueron efectivas", afirma.

Segunda vez
El 21 de mayo se decretó una preemergencia que no se constató al día siguiente.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia