Fue la primera condena para Choi Soon-sil, alias la "Rasputina", amiga de la destituida Presidenta surcoreana Park Geun-Hye, quien fue hallada culpable de sobornar a profesores para que su hija fuese admitida a la prestigiosa Universidad Ewha y para que recibiera buenas notas pese a su mal desempeño. Choi está además acusada de haberse aprovechado de su amistad con Park para intercambiar favores políticos por sobornos de empresas estimados en cerca de US$ 70 millones. Si es hallada culpable de esos cargos, podría recibir una condena de varias décadas.