A casi un año del plazo, menos del 10% de los centros de diálisis se han acreditado
viernes, 23 de junio de 2017
Nadia Cabello
Nacional
El Mercurio
A contar del 1 de julio de 2018, los recintos que no hayan certificado su calidad ante la Superintendencia de Salud no podrán dar la atención garantizada en el AUGE.
La enfermedad renal crónica terminal fue una de las primeras patologías del Plan AUGE, hace ya más de diez años. Así, se aseguró, entre otras atenciones, el acceso a diálisis para los pacientes cuyos riñones funcionan a menos del 10% de su capacidad. Con el tiempo, las diálisis pasaron a ser el mayor gasto del AUGE. Solo Fonasa estima que este año invertirá $172 mil millones en los más de 20 mil pacientes que se dializan en el país, el 87% de ellos en centros privados, pues el sector público no tiene suficiente capacidad. Y para garantizar la calidad de la atención, desde el 1 de julio de 2018, todos los centros de diálisis que atiendan a pacientes AUGE -afiliados a Fonasa o a isapres- deberán estar acreditados y figurar en un registro de prestadores certificados de la Superintendencia de Salud. Sin embargo, a casi un año del plazo, solo 16 centros de diálisis lo han hecho. La Superintendencia de Salud estima que deben acreditarse 204 recintos; es decir, hasta ahora lo ha hecho menos del 10%. No habrá postergación El intendente de Prestadores de la Superintendencia de Salud, Enrique Ayarza, admite que "son poquísimos los que han cumplido", y que hay preocupación por ello. "Hemos estado insistiendo en reuniones con los centros de diálisis en que esto es en serio. Si no están acreditados, no van a poder seguir dando diálisis. Parece que muchos creyeron que esto se iba a postergar, pero no va a ser así", advierte. La acreditación de calidad es la última garantía del plan AUGE que comenzó a regir, y lo ha hecho de manera progresiva. A contar del 1 de julio del año pasado, todos los prestadores de alta complejidad deben estar acreditados; desde el próximo año deberán hacerlo los centros de mediana complejidad y los centros de diálisis; y en 2019, los centros de baja complejidad, los laboratorios clínicos y los centros de imagenología. Si bien cada tipo de recinto tiene una pauta de cumplimiento distinta para lograr la acreditación, se exigen algunos parámetros similares. Por ejemplo, que tengan protocolos de gestión clínica, seguridad del equipamiento e instalaciones, que los profesionales que atienden a los pacientes posean sus títulos o que haya un sistema definido de derivación de usuarios cuando se requiera. El director de la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile (Asodi), Tomás Fernández, dice que "de acuerdo a distintos estudios y a comparaciones internacionales, la calidad de las diálisis en Chile es buena. El problema es que si los centros no lo acreditan, los pacientes se van a quedar sin poder atenderse o van a tener que ser derivados a otros centros. Es algo que nos preocupa". 16 centros de diálisis están acreditados, según el último balance de la Superintendencia de Salud. En el país deben hacerlo más de 200 recintos. $172.490 millones estima Fonasa que destinará este año a diálisis para sus asegurados.
