Primera directora busca potenciar el Centro de Arte de Cerrillos
viernes, 23 de junio de 2017
Daniela Silva Astorga
Cultura
El Mercurio
Beatriz Salinas quiere que el ex aeródromo sea un espacio articulador y donde coexistan exposiciones y otras actividades. Desde su apertura, en septiembre pasado, el centro solo ha recibido poco más de 13 mil visitantes.
Beatriz Salinas (39), máster en Gestión y Políticas Culturales del Goldsmiths College y ex integrante de los equipos del Mavi y del Museo de la Solidaridad, ya está instalada en su oficina de directora del Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Cerrillos. De entrada, dice que "no es bueno discutir la necesidad de que existiera un espacio así" y que, ahora que ya está abierto, lo ve "con más potencialidades que problemas". Y cuenta que se entusiasmó con postular al concurso del cargo, porque "el centro se plantea no solo como espacio de exhibiciones, sino también como un laboratorio y sitio de investigación". Todo eso lo menciona a raíz de las discusiones que el medio artístico protagonizó antes de la apertura de esta institución, que depende del Consejo de la Cultura (CNCA) y funciona desde septiembre de 2016 en el ex aeródromo de Cerrillos. Allí se instalará, durante 2018 y en depósitos, la colección de arte de la Galería Gabriela Mistral (GGM). Lo que, a juicio de Salinas, constituye un eje central, pues la idea es trabajar con su investigación y restauración, y mostrarle eso al público. -En concreto, ¿cómo ve al Centro Nacional de Arte Contemporáneo? ¿Cómo lo perfilará? "Me interesa que sea un espacio articulador", responde. Y enfatiza: "Más que solo generar exposiciones -aunque lo haremos, porque son lo más visible-, queremos mostrar también lo que está detrás de ellas. Es que el trabajo de los artistas incluye bastante investigación y un proceso de creación interesante para establecer relaciones con el público. Cuando uno abre esos procesos, se generan nuevos conocimientos". Salinas detalla que frente a esa apertura, el equipo de mediación del CNCA ha sido fundamental. Que, cuando el acervo de la GGM esté en el edificio, ellos desarrollarán actividades con esas obras. Y que, por ahora, además de trabajar con sus exhibiciones -"Una imagen llamada palabra", "Convergencias en el territorio" y "Colección en ruta"-, ya han hecho conferencias, seminarios y un campamento de verano para niños. "Me parece interesante el sello participativo. Tenemos distintos públicos, debemos ir en proceso de conocerlos, porque no estamos para solo darles información. La manera en que nos relacionamos con las audiencias es más abierta: tratamos de alejarnos de la lógica clásica y la relación jerárquica de las visitas guiadas de museo". -¿No teme que al final la idea de laboratorio y centro de investigación funcione solo para artistas y especialistas, dejando afuera al público común? "No, porque hay diferentes instancias y por eso es clave la mediación. Cuando vas al Museo Nacional de Historia Natural, no solo te encuentras con expertos, también con niños y familias. Lo mismo pasa acá: recibimos muchas visitas de colegios y también de público especializado. Nuestra misión es generar instancias para todos. Aquí debe haber exposiciones, trabajos con la comunidad, residencias y lanzamientos de publicaciones". -Hasta ahora, según cifras del Consejo de la Cultura, el centro ha recibido 13.400 visitas. ¿Ha pensado en cómo lograr que la gente se entusiasme y vuelva a venir? "Nuestro público fuerte son los colegios, y los mismos alumnos vienen varias veces. Eso es fantástico. Pero sobre el público general, no me atrevería a decir. Confío en que mientras vayamos generando buena programación, van a ir apropiándose del lugar. No obstante, no hay receta y es algo complejo. Según mi experiencia, hay que generar una relación de afecto con el lugar, y me parece que eso lo tenemos un poco avanzado con la comuna". -¿Ve usted al arte como herramienta de cambio social? "Para mí, el arte contemporáneo es súper político. Tiene un potencial transformador muy potente. Con su capacidad de cuestionamiento y de reflexión, nos permitirá generar acá conexiones muy necesarias en nuestro contexto actual". LA ACTUAL MUESTRA
Hasta el 7 de septiembre, en Cerrillos se exhibe "Lo que ha dejado huellas". Es una exposición inédita, curada por Florencia Loewenthal y Magdalena Atria, que despliega 175 obras de la Colección de la Galería Gabriela Mistral por los 4.000 m2 del edificio. Son trabajos de, entre otros autores, Samy Benmayor, Alfredo Jaar, Bernardo Oyarzún, Cecilia Vicuña y Gonzalo Díaz.
