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Crear DE A DOS

sábado, 24 de junio de 2017

Texto, Soledad Salgado S. Fotografías, Carla Pinilla G.
Taller por taller
El Mercurio

Cecilia Fernández y su hija, Emilia Maino, forman Lía Colectivo, un emprendimiento de arte textil que desarrolla piezas únicas, donde el color y las texturas juegan un rol protagónico. Hilos, lanas, distintos tipos de géneros, incluso elementos como palitos y hasta grabados se unen en sus obras.



Un patio interior cerrado y luminoso, ubicado en su propia casa, alberga al taller de esta creativa dupla, formada por la artista visual Cecilia Fernández y su hija, Emilia Maino. Cecilia estudió en la U. de Chile, pero hace 10 años comenzó a investigar el mundo textil, decidida a dar un pequeño giro en su trabajo plástico. Así, entre pruebas e investigaciones, se lanzó a realizar atractivas obras bordadas en las que incorpora hilos, lanas, géneros y pequeños objetos, todo bajo una mirada abstracta y colorida.

Su hija Emilia, que estudiaba Pedagogía, abandonó la carrera por motivos de salud, y se sumó al quehacer de su mamá, encantada con lo que veía, y sabiendo que podía aportar una mirada fresca. Hace poco más de un año formaron Lía Colectivo. "Lo nuestro es un cruce entre arte, artesanía y diseño, y es una técnica absolutamente inventada. Creamos sobre malla metálica. La idea fue potenciar esto y hacerlo de manera más consistente", explica Cecilia. Gracias a la inquietud social de Emilia, contactaron a mujeres de escasos recursos e inmigrantes para sumarlas al proyecto, de esa manera avanzan más rápido en el desarrollo de las obras -algunas pueden tomar un mes, incluso- y las ayudan al darles una labor; ya que muchas no pueden trabajar fuera de sus casas. Ellas arman las bases de las creaciones, ya que cada obra se trata por capas. "Vamos a sus casas y las capacitamos sobre cómo hacerlo y les pasamos un dibujo como guía; también nos hacen el embarrilado, que es algo más mecánico", cuenta Emilia.

Las lanas tienen la gracia de ser teñidas, con lo que logran mayor variedad de colores. Y aunque encuentran material nacional, muchos de los hilos los compran cuando viajan. "Los dorados, por ejemplo, son argentinos", cuenta Cecilia.
(www.liacolectivo.com).

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