"He luchado mucho por mantener mi intimidad
viernes, 23 de junio de 2017
Por Magdalena Andrade N.
Wikén
El Mercurio
Después de cuatro años, el actor chileno volvió a trabajar a la TV argentina como uno de los protagonistas de "Las Estrellas", telenovela que está primera en rating en su horario. Acá habla de su reencuentro con el público trasandino, de su buen presente laboral -en agosto comienza a grabar una próxima teleserie en Mega- y de cómo, ad portas de cumplir 40 años, está más relajado y dejando atrás un pasado de vida personal expuesta, pérdidas y dolores: "Lo más difícil ha sido mantener la alegría y las ganas, que nada te bote", dice.
La bio de su cuenta de Twitter -@GonzaloVMori, con 124 mil seguidores-, tiene puesta una sola palabra: "Silencioso". -Soy de una generación para la que las redes sociales no son su fuerte. La gente más joven hace un uso de ellas que a mí nunca me ha interesado descubrir. Las tengo por algo más de trabajo; Twitter lo uso para enterarme de cosas, es como leer el diario. Si te fijas, muy pocas veces he publicado algo, también porque he luchado mucho por mantener mi intimidad, y entiendo que cuando uno publica cosas está haciendo el ejercicio de hacerlo público -dice Gonzalo Valenzuela, al teléfono mientras maneja por Buenos Aires. Silencioso es una palabra que parece quedarle cómoda porque, por años, el actor chileno ha ocupado el silencio como estrategia para surfear entre una vida profesional exitosa -que lo tiene desde 2015 como protagonista de teleseries en Mega, y que lo hizo protagonizar series, telenovelas y películas durante casi diez años en Argentina- y una vida personal en el ojo de los medios, por su relación durante una década con Juana Viale, actriz argentina y madre de sus hijos. Por años, Gonzalo Valenzuela ha tenido fama de ser serio, rígido, de pocas palabras. Pero ahora, al menos al teléfono, se escucha relajado, aunque no muchas cosas hayan cambiado en el último tiempo. Por ejemplo, el acoso mediático. Hace una semanas, un diario argentino publicó una supuesta reconciliación entre él y Juana Viale -que el actor desmintió-, luego de verlos juntos en un bar de Buenos Aires. Y luego, se publicaron fotos de un fin de semana de él y sus hijos junto a su actual novia, la actriz María Gracia Omegna. Pero el actor parece no querer hacerse mala sangre por eso. -Tiene que ver con que ya voy a cumplir 40 (risas). Ha pasado harta agua bajo el puente, vas madurando y viendo las cosas que realmente son importantes. Ahora me siento mucho más tranquilo. Siento que no tengo que demostrarle nada a nadie, ni competir con nadie. Lo más importante es aprender a ser papá, y entregarles lo mejor a estos niños maravillosos que me están mirando acá -dice. Atrás se sienten risas. Más bien, risitas. También unos "¡hola!", "¡hola!". Son sus pequeños hijos, Silvestre y Alí. El actor acaba de salir del set de grabación de "Las Estrellas", telenovela de El Trece que lo ha vuelto a poner en primera plana en Argentina, después de cuatro años sin hacer teleseries en ese país, gracias a su papel como Manuel Eizaguirre, un abogado chileno que se enamora de una de las protagonistas, Martina (Justina Bustos).Un papel que ha tenido resonancia no solo porque "Las Estrellas" es, a tres semanas de su estreno, el programa con mayor rating en su horario, sino también porque su rol ha sido muy bien recibido en las redes sociales. Pero Gonzalo Valenzuela prefiere ser un actor "a la antigua", y no revisar lo que se dice de él en el ciberespacio. -No me gusta, aunque me tiran pura buena onda, porque encuentro que es un alimento del ego que no me cae bien -cuenta. Y más tarde, agregará: -A diferencia de Chile, acá en Argentina son más tiradores para arriba. En Chile somos más buenos para hundir a la gente que le va bien. Está el chaqueteo, en cambio acá, al que le está yendo bien lo levantan, y eso se nota en la calle, en las redes sociales, y es rico, porque es la pega y uno la hace con mucho cariño. -¿Sientes que tu trabajo es más valorado en Argentina que en Chile? -No, no hago esa diferencia entre uno y otro. En Chile tengo la suerte de estar contratado hace años en un súper buen lugar, Mega, protagonizando, y esa es la manera de saber cómo se está valorando mi trabajo. En la medida en que sigo recibiendo ofertas, y me llaman de distintas cosas, que la Quena (Rencoret, directora del área dramática de Mega) sigue confiando en mí, es porque funciona. Hay gente a la que le puede gustar más, o menos, ahí ya son cosas personales, pero a mí me queda claro que las cosas de alguna manera están yendo bien, porque por algo me siguen convocando. Yo me rijo por eso.
MÁS ALLÁ DEL GALÁN. Volver a trabajar en Argentina no fue algo planificado para Gonzalo Valenzuela, a pesar de que ganas había: tiene manager argentino -lo representa la agencia Catarain Actores- y viaja para allá fin de semana por medio para ver a sus hijos. En enero pasado terminó de grabar "Ámbar", de Mega, y en un principio tendría una ventana sin TV hasta agosto. Pero ese mismo mes lo llamó Adrián Suar, gerente de programación de El Trece y director de la productora argentina Pol-ka, para ofrecerle el protagónico de una serie junto a la actriz Celeste Cid, que le requeriría estar en Buenos Aires marzo, abril y mayo. El actor aceptó la propuesta, pero pocas semanas después cambiaron los planes: la serie se convertiría en teleserie, y requeriría más tiempo de Gonzalo Valenzuela en Argentina. -Ante eso dije: "No puedo", porque tengo contrato con Mega -recuerda Valenzuela-. Entonces me inventaron otro personaje, Manuel, que en algún momento saldrá, pero quedará abierta para ver si puedo volver, porque mi personaje junto al de Justina han funcionado bien. Justo ahora vengo saliendo y me encontré con Adrián (Suar), que me dijo: "Trata de quedarte, porque está bueno el personaje" -cuenta. -Nos gusta mucho trabajar con Gonzalo. Hace cuatro años que no hacía TV acá y por eso quisimos mantenerlo (a pesar del cambio del programa). Nos pareció muy importante tenerlo, por su capacidad y su energía. En Argentina hay actores, pero él tiene una sensibilidad muy especial, proyecta una imagen de un hombre muy moderno, por eso le dimos prioridad. Él también quería volver, y qué bueno que lo hizo, porque le está yendo muy bien -dice Diego Andrasnik, director de producción de Pol-ka, quien estuvo en las negociaciones para que el actor se integrara al elenco de "Las Estrellas". -A la teleserie le está yendo muy bien -se alegra Gonzalo Valenzuela-, lo que es muy bueno para la ficción, porque acá estaba pasando lo mismo que en Chile, que se estaban metiendo las teleseries turcas, plataformas como Netflix, y en algún minuto el mercado nacional tembló. Después vienen las cosas personales: qué bueno para mí volver con una serie que lidera en sintonía. Estoy muy contento de estar acá, porque viví muchos años acá, tengo a mis hijos acá y mi relación con Argentina, está de más decirlo, es muy importante, porque es algo que voy a tener toda mi vida. También está contento con el resultado que tuvo "Ámbar", teleserie de Mega donde interpretó a Dany, un transportista escolar que estaba lejano a los papeles que había interpretado antes en su carrera. Gonzalo Valenzuela siente, de hecho, que hubo un antes y un después de ese personaje en su carrera. Especialmente luego de las críticas que recibió en su primera incursión como protagonista de teleseries de ese canal, con el papel del oficial Bruno Montt. -Decían: "el h... cuadrado", "el h... serio". Pero al final era lo que estaba tratando de hacer -se defiende. Y agrega:-Mis personajes en "Papá a la deriva", en "Montecristo", en "Machos" o en "Hippie" son todos distintos, pero siempre en un tono de galán. En cambio, esta vez, este personaje iba por el humor. A la Quena le costó, no fue fácil para ella darme a este personaje, porque no sabía qué iba a pasar conmigo haciendo comedia, y la recepción fue muy buena. Según el canal, fue bien evaluado por su humor, y eso es bueno, porque no hay que encasillarse en un género, hay que abrirse a todo. Yo empecé mi carrera con la obra "Sinvergüenzas", hacíamos reír a la gente de una manera increíble. Pero después, como galán, no pude hacer más humor, que es algo que me encanta hacer, y hay que arriesgarse. Al Dany yo le metí todas las tallas. En todos los capítulos me preocupaba de meterle un chiste malo -se ríe. En la encuesta de rostros que realiza Adimark y que cada año publica Wikén, habitualmente a Gonzalo Valenzuela se le criticaba su falta de cercanía. Pero él cree que ahora, con el recuerdo de "Ámbar", eso va a cambiar. -Acuérdate también que yo me fui en 2004 de Chile. Viví diez años acá, me fui después de "Machos", que me hizo súper cercano a la gente, pero después de eso pasó mucho tiempo -dice.Tiempo que está en campaña por recuperar, aunque, por ahora, solo desde la TV. Luego de su incursión el año pasado -en la obra "Trevor", donde encarnó a un chimpancé humanizado-, el actor no tiene en carpeta hacer otra obra: debe compatibilizar su tiempo en Chile con su trabajo en TV, en el Teatro Mori -que tiene junto a sus socios Cristóbal Vial y Benjamín Vicuña- y en Club Ringo, su centro de boxeo que, dice, es su última "locura", y que además de hacer clases de box para todo público, apoya al programa "Ganémosle a la calle", que ayuda a niños en riesgo social. -Fuimos a La Ermita y salí llorando, pero de contento, por haberme metido en esto que también fue una locura, y que ha resultado, como tantas otras -cuenta.Por ejemplo, haber estudiado Teatro contra la voluntad, en un principio, de sus padres, quienes -se sabe- murieron de cáncer con solo meses de diferencia cuando él tenía 23 años. -Miro para atrás y siento que estuve bien: qué bueno que seguí mis impulsos, porque no me equivoqué. Como me decían en la Escuela de Teatro, más que una profesión este es un estilo de vida: hay que tener una vocación muy grande. Yo tomé esa decisión siendo chico, pero súper confiado, y 20 años después he hecho un súper buen camino. Todo ha pasado gracias a la decisión de ser actor y haberse sacado la cresta por el oficio. Gonzalo Valenzuela, al parecer, se ha tomado en serio la llegada de los 40: tiempo de hacer balances. -Me siento en un muy buen momento: sigo siendo deportista, tengo la misma energía de siempre -dice, y agrega: -Me ha tocado duro en un lado de la vida, y en la otra he sido un afortunado. Lo más difícil ha sido mantener la alegría y las ganas, que nada te bote. Eso es difícil y hay que valorarlo. Eso me lo ha entregado el deporte, y seguir y seguir y seguir adelante. He perdido la intimidad, pero voy de vacaciones a otra parte y es un placer vivir ese anonimato que perdí hace muchos años. Al final, soy un agradecido.
"He perdido la intimidad, pero voy de vacaciones a otra parte y es un placer vivir ese anonimato que perdí hace muchos años".
