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Las terapias complementarias les cambian la vida a los pacientes tratados por cáncer

lunes, 19 de junio de 2017

S. Urbina
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

La iniciativa busca aliviar síntomas molestos que producen la quimio y la radioterapia, así como mejorar el ánimo, la calidad del sueño y el apetito de estas personas.



Hace tres meses, Luis Anabalón (68) se operó de un cáncer digestivo. A esto se sumó la aplicación de quimio y radioterapia, las que produjeron efectos secundarios. "Andaba con dolores, mal genio y me faltaban las fuerzas en las piernas", cuenta.

Fue cuando se enteró de que en el Instituto Nacional del Cáncer (INC) -el mismo hospital donde él se trata- hacían acupuntura y otras terapias complementarias para mejorar la calidad de vida de los pacientes. "Bastó la primera sesión con estas agujas para sentirme mejor. Ahora llevo cinco y mi digestión anda bien, tengo más fuerza, mejor ánimo y más apetito. Antes no me atrevía a salir solo de la casa, y ahora voy a la terapia por mi cuenta", relata.

"Esto es lo que queremos lograr con estas terapias", dice el doctor Rodrigo Fonseca, internista de la Unidad de Cuidados Paliativos del INC, y con formación en medicina tradicional china.

Él es el coordinador de la Aldea Integrativa de Salud (AIS), proyecto impulsado por la Fundación Oncológica Dr. Caupolicán Pardo, que atiende a los pacientes que derivan los médicos del mismo hospital. A ellos se les hace una evaluación para ver cuál terapia los puede beneficiar más. Además de acupuntura, se les ofrece auriculoterapia -que es el uso de pequeños imanes en la oreja-; la llamada moxibustión, que son agujas de acupuntura con calor, y también ventosas, entre otras técnicas.

"En centros oncológicos internacionales, este tema ya lleva 10 a 15 años de desarrollo. En Chile, estamos empezando con esta experiencia, para lo cual hemos definido los protocolos y estamos usando la evidencia internacional sobre el tema", afirma el doctor Fonseca.

Y mientras la medicina clásica se preocupa de si el tumor aumentó o disminuyó de tamaño, la complementaria se enfoca en el bienestar psicológico, emocional, social y espiritual del paciente.

Error devastador

Angelina Larena (52) ya se encontraba recuperada de un tumor de colon cuando le dijeron que tenía cáncer de páncreas. "Fue un balde de agua fría, y aunque después me dijeron que era un diagnóstico errado quedé mal. Pasaba acostada, no quería ver a nadie y no comía", explica. La derivaron a la AIS con el diagnóstico de "fatiga oncológica". Allí la terapia le ha permitido recuperar sus fuerzas, tener más ánimo y dormir mejor.

"Es cierto que los pacientes con cáncer cada vez se mueren menos, pero a veces quedan con muy mala calidad de vida", dice el doctor Cristopher Tabilo, oncólogo del INC. Por eso, él destaca el uso de estas terapias. "Queremos que sean parte de nuestra práctica. Esto no es algo experimental, y sus beneficios incluso ayudan a que los pacientes cumplan con más rigor su tratamiento médico", añade.

El progreso del enfermo se evalúa con un cuestionario de calidad de vida que está validado para Chile. Se aplica antes de indicar la terapia y al final del tratamiento, el cual considera entre 10 y 14 sesiones, que se hacen dos veces a la semana.

"Nosotros nos cuidamos de no crear falsas expectativas en los pacientes. Les decimos que la acupuntura no cura el cáncer, pero les puede ayudar a vivir mejor", dice Mirta Montti, terapeuta de medicina oriental y que es parte del equipo de la AIS.

Las nuevas generaciones de médicos, según cuenta, están más abiertas a estas terapias."Hemos visto una muy buena recepción a este proyecto. Incluso, este tipo de medicina tiene grandes beneficios si se usa antes de que el paciente se haga una quimio o radioterapia, lo que les permite tolerarlas mejor", explica.

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