Unos ochocientos presos palestinos en cárceles israelíes suspendieron ayer una huelga de hambre que se extendió durante cuarenta días, después de lograr un acuerdo con Israel por el que se amplían las visitas familiares de una a dos mensuales, una de sus reivindicaciones. "Los prisioneros han ganado", valoró el miembro del Comité Central del partido Al Fatah, Yamal Muhesen, sobre el cese de la protesta, denominada "Por la libertad y la dignidad" y que encabezó el líder de Al Fatah, Marwan Barguti.