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Aurelio Montes Baseden y Aurelio Montes del Campo:

Aurelio Montes padre e hijo revelan el diseño de la transición en el mando en Viña Montes

domingo, 28 de mayo de 2017

A.G.
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

"Estamos partiendo en un programa de entrega de responsabilidades a Aurelio. Se incorpora al directorio ya", revela el padre y uno de los fundadores de la viña. El cambio ocurrió en abril, y ya mañana tiene su primera reunión con su hijo incorporado en dicha mesa.



Es el martes 23 de mayo, a las 18 horas, en la Escuela de Sommeliers de Chile. Aurelio Montes del Campo -enólogo, 42 años-, se dirige a una veintena de estudiantes y sommeliers profesionales. Les habla de taninos, de cómo es hacer negocios en Argentina, degustan vinos, pero además recuerda anécdotas. Y cuenta una: hace muchos años, en un viaje al que acompañó a su padre, Aurelio Montes Baseden, a Estados Unidos, y estando reunidos con Robert Mondavi -el afamado "padre" del vino de Napa Valley, fallecido en 2008-, se le ocurre al entonces joven Aurelio dar su opinión y comentar que creía que Chile debía concentrarse en los vinos finos. "Sigue los consejos de tu hijo, porque esa es la vía que hay que seguir", contestó Mondavi en la ocasión.

Aurelio Montes Baseden -también enólogo, 68 años y fundador de Viña Montes junto a otros tres socios-, está al lado de su hijo en el salón de la Escuela de Sommeliers. Sonríe con el recuerdo y ambos continúan dando la charla titulada "Una historia familiar, una misma pasión por el vino: dos generaciones de Montes".

La ocasión no es trivial. Ad portas de cumplir 30 años de vida de la compañía, en la viña esta semana se define un punto de inflexión, pues Aurelio Montes del Campo se está integrando al directorio de la compañía, dando así el vamos a un paso clave de transición.

"Hay un proceso bien especial de transición hacia Aurelio hijo, que se va a ir consolidando. No va a ocurrir de un día para otro, estamos partiendo en un programa de entrega de responsabilidades a Aurelio. Se incorpora al directorio ya", revela Aurelio padre, detallando que este cambio ocurrió en la elección de abril y que de hecho para mañana está agendada la primera reunión de directorio con su hijo incorporado a la mesa de Viña Montes, una instancia que también integran dos representantes por cada familia socia -Barros, Garcés Silva y Montes-, más un cupo adicional. "En esta primera etapa, Aurelio entra como un director suplente, pero activo", detalla su padre.

Además y tras haberse hecho cargo de Kaiken, la operación en Argentina, Aurelio Jr. regresó el año pasado a vivir a Chile y también asumió como director técnico de Viña Montes.

"No significa que yo me vaya para la casa, sino que seguimos trabajando en equipo, pero él tiene las manos libres para desarrollar sus nuevas ideas (...) No me voy a ir a leer el diario a la casa, yo sigo ligado. Como presidente del directorio estoy un poco en todas las áreas, interactúo mucho en el área comercial; con Andrés Turner, el gerente general, en proyectos nuevos (...) Vamos a ser un equipo, pero va a haber un equipo en el cual yo voy a tener un rol bastante más pasivo del que tuve hasta el día de hoy", agrega el padre.

"El directorio definió que las transiciones tienen que ocurrir algún día. Nadie es eterno"

Aurelio Montes del Campo, enólogo de la UC, al igual que su padre, lleva una década trabajando al alero de Viña Montes. Antes vivió en Australia, luego trabajó ocho años en viña Ventisquero en Chile y entre 2007 y 2011 trabajó en Montes, hasta que ese último año se fue a lo que él denomina "una especie de MBA": hacerse cargo de Kaiken, la operación en Argentina de los socios, que siempre fue pensada para replicar lo ya obrado en Chile por Montes. Ahí estuvo hasta febrero de 2016.

"Se fue Aurelito y vuelve Aurelio, un profesional maduro, sólido, con ideas claras y con bagaje que va más allá de lo técnico, con liderazgo", recalca su padre sobre este retorno al negocio en Chile.

-¿Por qué ahora este cambio?

"El directorio definió que las transiciones tienen que ocurrir algún día. Nadie es eterno. Yo me siento lleno de vida y energías, sigo activo, pero con un sesgo distinto. Y los pasos hay que iniciarlos. Yo no me puedo retirar, porque me muero de lata sentarme en el living de mi casa a hacerle el quite al chancho eléctrico. Soy deportista, manejo helicóptero, ando en bicicleta y quiero hacer cosas. Por eso hablamos de una transición muy especial. Aquí no es a rey muerto, rey puesto. Es un correinato de alguna manera, con muchos poderes para Aurelio", grafica Aurelio padre.

-¿Cómo ha sido esta experiencia de trabajar juntos y cuáles han sido los puntos buenos y malos?

Aurelio hijo. "Al principio nos peleábamos harto. Es parte del proceso, y de decirnos las cosas y acomodarnos. Cada uno empieza a marcar su espacio y yo empecé un poquito más de a codazos, pero después todo fluye. Pero lo bueno es que todo lo que uno hace es profundo. Y tiene la ventaja de tener línea directa. Somos bien directos en decirnos las cosas. Eso a veces tiene más roces, pero también la mayoría de las veces solucionamos las cosas mucho más rápido".

-¿En qué se parecen y coinciden, y en qué notan que tienen miradas distintas del negocio?

Aurelio padre: "Aurelio me lleva la delantera en ser un poquito más arriesgado y vanguardista, cosa que yo con la cautela de los años, prefiero no innovar. En Argentina me hizo un vino a escondidas y resultó ser un éxito".

En efecto, hace un tiempo, Aurelio Jr. insinuó a su padre la idea de hacer un vino cabernet franc, pero al padre no le entusiasmó la idea, "no me tinca", le dije. Sin decírselo, el hijo perseveró y desarrolló igual el vino. Hasta que año y medio después le hizo probar, sin decirle qué era. Fue el origen de Obertura, cuyo nombre apuntó precisamente a eso: abrir un nuevo rumbo, vino que "está siendo un éxito", reconoce el padre.

De la segunda generación en Viña Montes, ya hay otro integrante, Dennis Murray, hijo del fallecido socio Douglas Murray, que trabaja en exportaciones y marketing en la compañía y también es director. El resto de las familias no participan tan activamente en el día a día, pues tanto los Barros como los Garcés Silva son familias que manejan cada una sus propios negocios diversificados en otras áreas.

De la rama de Aurelio Montes, tampoco hay otros integrantes en la viña, pues Matías, su otro hijo agrónomo -"que podría de alguna manera haber estado involucrado", relata Aurelio-, falleció. Otras tres hijas aportan en la venta, pero no trabajan full time en la compañía.

Al principio nos peleábamos harto. Es parte del proceso, y de decirnos las cosas y acomodarnos. Pero después todo fluye. Somos bien directos en decirnos las cosas. Eso a veces tiene más roces, pero también la mayoría de las veces solucionamos las cosas mucho más rápido".Aurelio Montes del Campo"Hablamos de una transición muy especial. Aquí no es a rey muerto, rey puesto. Es un correinato de alguna manera, con muchos poderes para Aurelio".Aurelio Montes Baseden

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