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Opositores pedían la renuncia del Presidente:

Temer ordena desplegar el ejército ante violentas protestas en Brasilia

jueves, 25 de mayo de 2017

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

Las sedes de los ministerios de Agricultura, Hacienda, Cultura, Turismo y Energía fueron atacadas con bombas molotov y piedras por turbas de manifestantes. Unos 1.500 militares llegaron a la capital.



Arrinconado por los tribunales y por el Congreso, Michel Temer fue testigo ayer como el cerco se estrechó en torno a su frágil Presidencia, cuando las instalaciones centrales de su gobierno fueron asaltadas por manifestantes: la Explanada de los Ministerios recibió el ataque de opositores armados con palos, piedras y bombas incendiarias para exigir una renuncia.

Tras varios actos de vandalismo, el gobierno ordenó el despliegue de militares en Brasilia, algo que no ocurría desde el retorno a la democracia.

"Queda autorizado el empleo de las Fuerzas Armadas para la garantía de la ley y del orden en el Distrito Federal, en el período del 24 al 31 de mayo de 2017", dice el decreto publicado en una edición extra del Diario Oficial de la Unión. La orden fue firmada por Temer; por el ministro de Defensa, Raul Jungman, y por el secretario de Seguridad Institucional, Sérgio Etchegoyen.

"En este momento ya hay tropas federales aquí en la sede de gobierno, en el palacio de Itamaraty (Cancillería), y ya están llegando tropas para asegurar la protección de los edificios ministeriales", anunció Jungmann. En total, fueron desplegados 1.500 militares en la explanada.

Dictado exclusivamente por la Presidencia, este tipo de decreto se utiliza en los casos que, según el Ministerio de Defensa, exista " agotamiento de las fuerzas tradicionales de seguridad pública, en graves situaciones de perturbación del orden".

Según el comandante del Ejército, general Eduardo da Costa Villas Bôas, había entre los militares "un clima de consternación, de choque y de preocupación, mucha incertidumbre e inseguridad".

Los edificios de la Explanada de los Ministerios, proyectados por el arquitecto Oscar Niemeyer y considerados patrimonio mundial por la Unesco, ayer fueron rayados, sus vidrios rotos y hasta quemados. La sede del Ministerio de Agricultura fue atacada con bombas molotov, que provocaron un incendio en una de sus entradas. También fueron afectados los ministerios de Hacienda, Cultura, Turismo y Energía y Minas, y a lo largo de la avenida principal de Brasilia varios encapuchados les prendieron fuego a contenedores de basura y baños químicos.

"Le pedí a todos mis hijos que no se acercaran de la Explanada... ¡Ni cerca de ella! El tránsito estaba caótico, la cosa estaba fea", dijo a "El Mercurio" Cibel Moretti, ex funcionaria pública.

La policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos, bombas de ruido y balas de goma. Un video divulgado en O Globo también muestra a dos agentes disparando con arma de fuego contra los manifestantes.

La protesta bautizada "Ocupa Brasilia", que empezó en la mañana de forma pacífica, fue convocada por movimientos sindicales para pedir la renuncia del Presidente, quien está siendo investigado por presuntos actos de corrupción, obstrucción a la justicia y asociación ilícita. Los manifestantes -100 mil según los organizadores, 35 mil de acuerdo con la policía- marcharon desde el estadio Mané Garrincha hasta el Congreso, donde pidieron elecciones directas y expresaron su repudio a las reformas laboral y de pensiones con las que el Presidente busca reflotar la economía tras dos años de recesión.

Hoy Temer afronta la peor crisis de su gobierno desde que llegó al poder hace apenas un año por la suspensión y posterior destitución de su predecesora Dilma Rousseff.

La decisión de desplegar militares en las calles generó tumulto en el Congreso, que tuvo que suspender sus sesiones en ambas cámaras por dos horas. Renan Calheiros, senador del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, dijo que "si ese gobierno no se sustenta, no serán las Fuerzas Armadas las que lo van a sustentar (...) el gobierno va a resultar o no va a resultar por sus gestos".

"En este día quedó sellado el fin del gobierno ilegítimo del golpista Temer. No hay más condiciones morales o políticas para que ese usurpador permanezca en el poder", aseguró el presidente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcão, en un comunicado.

"Ese decreto solamente va a agravar la intensidad del rechazo hacia Temer, tanto en las calles como en el Congreso", dijo a "El Mercurio" Luiz Eduardo Soares, ex secretario nacional de Seguridad Pública y autor de más de diez libros, entre ellos la serie "Tropa de Elite".

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