Tres estudios independientes publicados ayer por la revista Nature constatan, a partir de análisis genéticos, que el virus del zika comenzó a propagarse durante meses, sin ser detectado antes de que los primeros casos se confirmaran, en 2015. Los trabajos aportan cerca de 200 nuevas secuencias del genoma del virus, lo que otorga a los científicos una nueva perspectiva para comprender la expansión del patógeno.