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Industria editorial Nuevos relatos históricos:

El auge de los best sellers de la sospecha

domingo, 21 de mayo de 2017

Roberto Careaga C.
Artes y Letras
El Mercurio

Prometen contar episodios ocultos de la historia y se han tomado el ranking de los más vendidos en los últimos años. El boom que estalló con "La historia secreta de Chile", de Jorge Baradit, hoy tiene un nuevo capítulo en "Chile Top Secret", de Carlos Basso.



Eran dos cubanos que se entrenaron como camarógrafos en Venezuela y allá consiguieron credenciales de periodistas. Llegaron a Chile a mediados de 1971. En realidad, eran emisarios de un grupo conectado con la CIA. Su destino era una conferencia de prensa que daría Fidel Castro en Santiago, en su larga visita a la Unidad Popular, y hasta ahí llegaron. Confundidos entre los 400 reporteros de todo el mundo, tenían una sorpresa: en sus cámaras había armas listas para dispararle al jerarca cubano. Iban a matar a Castro. Pero en el último momento, asustados ante la seguridad del comandante, desistieron. El fallido atentado es relatado por el periodista Carlos Basso en su nuevo libro, "Chile Top Secret" (Aguilar), y ahí, entre historias poco difundidas de nazis, la CIA, la KGB y la DINA en suelo chileno, brilla como el más inesperado. Nunca antes se había contado tan abiertamente.

Se había contado muy pocas veces. Basso halló la historia en un archivo desclasificado de una comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que sesionó en 1978. En ese tipo de documentos ha estado sumergido el periodista en los últimos 17 años y ahí ha encontrado el material para la mayoría de sus libros, entre ellos, la investigación "La CIA en Chile" y las novelas "Código Chile" y "Código América". Y aunque todos ellos han tenido eco en el público, no fue sino hasta "Chile Top Secret" que Basso conoció la verdadera masividad: a 20 días de publicarse, el libro ya agotó su primera tirada y la semana pasada fue el libro de no ficción más vendido. "El interés que causa esto hoy día es diferente al que causaba hace 10 años o tres años incluso. Antes no existía esta efervescencia", dice el escritor.

Lo que está pasando estalló hace dos años, cuando Jorge Baradit publicó "La historia secreta de Chile", un best seller fulminante -ha vendido más 100 mil ejemplares- que desató una tendencia de nuevos libros: a través de crónicas cortas, narran lo que prometen ser episodios poco conocidos, a contrapelo de las versiones oficiales o definitivamente, ocultos. Se basan en la sospecha. En esa línea, editorial Catalonia publicó el año pasado "La patria insospechada. Episodios ignorados de la historia de Chile", de Rodrigo Lara, mientras que Planeta ya ha lanzado dos tomos de "Historia universal freak", de José Joaquín Barañao, con mucho éxito: el primero ha vendido más de 15 mil copias y el segundo, siete mil. En este contexto, "Chile Top Secret" viene a perpetuar la fórmula.

"Siempre han existido estos libros enciclopédicos, que te entregan datos y nueva información de forma entretenida. Aunque de todas maneras en este momento está pasando algo especial", dice la editora de Planeta, Josefina Alemparte. "Se ha convertido en una tendencia editorial que se conjugó con el tirón histórico, que quizás venía desde la novela "Logia", de Francisco Ortega, y explotó con "La historia secreta de Chile", donde aparece lo que supuestamente no te han querido contar", agrega la editora.

El revés de las cosas

Narrador experimentado en temas históricos, Patricio Jara lleva más de 15 años publicando novelas en torno a la Guerra del Pacífico. De hecho, es el ideólogo de "Pacífico. Historias de la Guerra" (Ediciones B), un nuevo volumen de cuentos inspirados en hechos ligados al conflicto, escritos por Juan Cristóbal Guarello, Alejandro Neyra, Alberto Rojas y Carlos Tromben, entre otros. Y hace unas semanas lanzó la crónica "South American Joe" (Ediciones El Mercurio), la historia de un soldado chileno en la Segunda Guerra Mundial. "Hoy existe un interés porque hay un público que se dio cuenta de que hay cosas que no sabe. Y ahora sabe que puede enterarse de un modo atractivo, a diferencia de los libros que leyó obligado en el colegio", sostiene Jara.

Para Daniel Olave, el editor en Aguilar que estuvo tras "Chile Top Secret", los antecedentes de estos libros deben buscarse en las investigaciones escritas y audiovisuales que surgieron tras las conmemoraciones de los 40 años del golpe militar. Según él, instalaron la sensación de que "había una deuda con informaciones importantes que no han tenido la difusión necesaria". Y añade: "A eso se suma algo más superficial: el boom por lo conspirativo, que es muy de internet. La gente busca el otro lado de las cosas y termina creyendo cualquier tontera, pero hay un tema de fondo: la idea de no aceptar fácilmente la información oficial. Surge la necesidad de espacios donde esté la información que no está en los libros de historia del colegio ni en los medios tradicionales".

Y así como "La historia secreta de Chile" surgió de la idea de un editor -Gonzalo Eltesch, en Penguin Random House Mondadori-, también "Chile Top Secret" se ajustó a un formato más masivo: si en "La CIA en Chile" Basso desplegó una investigación ensayística, en su nuevo título trabaja con textos cortos, en los que insistentemente nos recuerda que lo que está contando podría haber sido sacado de una película de espías y, sin embargo, sucedió: la venturosa vida de Michael Townley y sus siniestros experimentos en la DINA, los intentos de KGB por reclutar a Pablo Neruda, la historia de un agente de la CIA que trató de detener el golpe de 1973 o los rastros de los dineros del jerarca nazi Heinrich Himmler en Chile. Salvo la historia del atentado fallido a Castro, él mismo ya había contado varios de estos hechos en libros anteriores.

Para Basso, en el fondo de esta tendencia hay una temperatura social: "Creo que tiene un poco que ver con una sensación de una falta de identidad. Cuando las instituciones en que se confiaba van fallando y se van desnudado sus pecados, la gente empieza a preguntarse de dónde venimos, quiénes somos, y ahí, con una sensación de engaño, empieza a buscar versiones distintas de hechos que nos han contado de un modo específico", dice el escritor.

La otra ciencia

La nueva fascinación con la historia de los lectores chilenos tiene su ejemplo más explícito en el libro "Un veterano de tres guerras", de Guillermo Parvex, que lleva dos años instalado en el ranking de los libros más vendidos. Solo unas pocas semanas menos lleva Baradit ahí mismo y, más discretamente, hace cinco meses están dos títulos del historiador israelí Yuval Noah Harari: "De animales a dioses" y "Homo deus", ensayos sobre el pasado, el presente y el futuro del hombre en el planeta. Se trata de libros de divulgación y, en ese sentido, se emparentan con dos ligados a la ciencia en franco ascenso: "Somos polvo de estrellas", de José Maza, y "La ciencia pop", de Gabriel León. Este último apuesta a contar "algunas historias ocultas tras la ciencia". Agotó su primera edición en menos de 20 días.

"La ciencia pop" no está en la misma línea del boom histórico, pero es un primo cercano: al igual que "La historia secreta de Chile", fue una idea del editor Gonzalo Eltesch -a quien se le ocurrió tras leer el blog de Gabriel León (elefectorayleigh.cl)- y en el relato de episodios muy pocas veces contados de descubrimientos científicos narra historias de personas reales y sus vicisitudes personales: por ejemplo, al contar el origen de la frutilla actual relata el viaje a Chile de un espía del rey Luis XIV, donde conoció las frutillas chilenas y decidió llevar plantas de nuestro país al suyo. "Usar la palabra oculto le da un poco más de dramatismo", dice León. "Son historias olvidadas, desechables. No es necesario conocerlas en el contexto científico para hacer una investigación, para escribir un paper . Es el lado b de la ciencia. La trastienda", agrega.

Entre lo que sucedió en la trastienda de la historia, lo oculto, lo descartado y lo raro, la industria editorial chilena ha encontrado una sintonía con los lectores. No piensan perder el momento: el segundo semestre, Baradit lanzará la tercera parte de "La historia secreta de Chile", mientras que José Joaquín Barañao prepara versiones de la "Historia freak..." del cine y la música (ya lo hizo con el fútbol). Carlos Basso, en tanto, termina una investigación en los archivos judiciales sobre Colonia Dignidad y ya evalúa con sus editores la posibilidad de trabajar en una segunda parte de "Chile Top Secret". "Quedan muchas historias por contar", promete.

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