Dólar Obs: $ 954,58 | 0,40% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.237,20
IPC: 0,40%


Prepararse para el cambio climático puede ser rentable

martes, 02 de mayo de 2017

Claudio Gaete Hermosilla
Campo
El Mercurio

La tendencia es que empresas y fondos de inversión lo consideren un elemento clave en su toma de decisiones y pongan la sustentabilidad como una de sus metas. Las empresas que los incluyen como parte de su gestión obtienen mejores resultados.



Fue una amenaza de película. A mediados de marzo pasado, el gestor de inversiones más grande del mundo, BlackRock, con activos por más de 5,1 billones de dólares posteó en su portal que despediría a todos los directores de las compañías que no tuvieran en cuenta al momento de realizar sus negocios el riesgo que implica el cambio climático.


Un abogado del fondo agregó la cuota dramática. Dijo a través del diario británico The Independent que esta advertencia debería ser leída como si la dijera el malvado DarthVader de La Guerra de las Galaxias. "Para los directores de las compañías en sectores que están significativamente expuestos al riesgo climático, la expectativa es que todos los directorios demuestren una fluidez comprobable respecto de los efectos del cambio climático en sus negocios y un manejo para adaptarse y mitigar dichos riesgos".


No es broma. Los inversionistas están preocupados y quieren que las corporaciones tomen conciencia sobre el tema.


"BlackRock está perdiendo la paciencia y no cree que el cambio climático sea un engaño", escribió en un blog el abogado de Boston Seth Jaffe en el mismo diario.


Es un tema que hay que aclarar considerando que Donald Trump no se ha cansado de afirmar que el calentamiento global es obra de los chinos y hace un mes tiró por tierra las medidas para luchar contra el cambio climático implementadas por Barack Obama. Salvo Trump, el resto sabe que el tema es real y afecta directamente a la agricultura y por lo mismo pone en problemas a la alimentación.


Se estima que de aquí al año 2030 habrá que producir más comida que en los últimos 8 mil años y en condiciones complejas. El uso de agua se ha incrementado a una tasa que dobla la de crecimiento de la población en el mundo y hoy en día el 75% del agua dulce se destina a la agricultura y producción de alimentos. Además la comunidad científica cree que al 2050 las precipitaciones habrán disminuido en un 20% en el mundo.


Pero, además del apremio que eso impone, se se transforma en buen incentivo de rentabilidad.


Arturo Brandt, senior broker y representante para América Latina de Tradition Green, filial de Tradition, el tercer broker más grande del mundo, explica que si una empresa no toma en cuenta el factor medioambiental y los proyectos sustentables, no va a obtener la rentabilidad necesaria para salir adelante.


-El fondo EFW Efficiency dice que todas las empresas que se adapten a los cambios van a estar mejor preparadas para lo que se viene. Es un hecho que vamos a necesitar 50% más de agua y un 35% más de energía, explica Brandt.


Para probar su punto, muestra el desempeño en rentabilidad del fondo EFW Efficiency Index versus otros instrumentos: lanzado al mercado en enero de 2014, el año pasado rentó 4,05% versus un 1,23% de MSCI World, uno de los más grandes del mundo. "Fue porque han visto una oportunidad en las empresas que se posicionan mejor frente a problemas complejos, como la escasez de recursos. Invierten en compañías que consideran factores como el cambio climático, la eficiencia energética y el uso eficiente del agua", puntualiza.


Lo mismo ha observado Juan Marcano, ingeniero mecánico venezolano con 11 años de trabajo en el servicio financiero y ahora en la startup Global Parametrics, entidad que da soluciones financieras en caso de riesgos y desastres asociados al cambio climático, quien plantea que "los grandes inversionistas prestan más atención a los negocios que son sostenibles", afirma desde Londres Juan Marcano,


Una de las razones que lo explican es que se ha demostrado que los equipos de gestión, las gerencias, que toman en consideración el medio ambiente y los efectos que tiene el cambio climático son más efectivas y tienen mejores cualidades que los que no consideran esos factores.


"Tienen una visión mucho más amplia sobre cómo gestionar el negocio, cuáles son los riesgos que enfrentan y cómo manejarlos", reafirma.


Cuenta que en Estados Unidos hay una clara división entre las compañías de energía que gestionan el riesgo climático y las que no lo hacen. Para llegar a esa conclusión, un par de académicos estudió a todas las empresas que utilizaron productos para gestionar el cambio climático versus las que no lo hicieron desde 1997 hasta 2013 y "demostraron estadísticamente que las primeras tenían un performance superior a los que no lo hacían".


A nivel global desde 1999 existe el Dow Jones Sustainability index (DJSI), que evalúa a las principales empresas presentes en el Dow Jones en aspectos como desempeño económico, medioambiental y corporativo, mitigación de cambio climático y prácticas laborales, entre otras.


Todas las empresas listadas son evaluadas cada año en sus políticas de sustentabilidad a largo plazo para poder seguir en el índice. En Chile la viña Concha y Toro es la única vitivinícola del mundo en é. Inauguró su presencia en 2015 y en septiembre pasado fue ratificada por segundo año.

El agro sensibilizado



En Chile, si bien la tendencia es aún incipiente, cada vez capta más atención, afirma Michael Wallace, gerente Agroindustrial y de Alimentos del Banco Bice, quien plantea que se observa el sector agrícola local ya ha comenzado a tomar prevenciones para hacerle frente.


Agrega que el factor de la sustentabilidad es algo que aún no está tan presente, pero que crece, porque distintas organizaciones que financian créditos, como el Banco Mundial y el BID cada vez más están haciendo exigencias de ese orden, desde el uso de energías renovables, las relaciones con la comunidad, y el uso de fertilizantes que no afecten el medio ambiente.


Hay coincidencia en que los eventos climáticos, como las sequías, aluviones y lluvias intempestivas fuera de temporada que han ocurrido en los últimos años han permitido a punta de golpes crear cada vez más conciencia sobre el tema, tanto en el agro como en el resto de la economía. Y han surgido entidades abocadas a tratar el tema.


Una es CLG Chile, Líderes Empresariales contra el Cambio Climático, creada en 2009 en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile en conjunto con la embajada británica. Su directora ejecutiva, Marina Hermosilla, cuenta que es una organización que partió en Gran Bretaña en 2005 bajo el nombre de Corporate Leaders Group y que fue impulsada por el Príncipe Carlos con el fin de incentivar al sector privado para que desarrolle políticas e instrumentos que permitan avanzar hacia una comunidad menos intensiva en carbono y más resiliente al cambio climático.


"Cuando el príncipe Carlos vino en 2009 lo instauró acá", cuenta Marina Hermosilla.


La meta de la entidad es impulsar modelos de negocios que estén en línea con el objetivo impuesto por las Naciones Unidas que busca que el calentamiento mundial promedio debe estabilizarse como máximo en 2 grados Celcius.


En el país están trabajando con empresas líderes en el tema.


"El objetivo no es velar por intereses corporativos individuales sino por la economía en su conjunto. Actualmente está compuesto por 11 empresas -Colbún, Arauco, HSBC, Poch, Homecenter, Enel, Engie, Enaex, Alessandri Abogados, B12 Comunicaciones, Statkraft- las que trabajan con bajo perfil con los cuadros técnicos de los ministerios relacionados con el cambio climático, como el de Medio Ambiente, Economía, Energía y Relaciones Exteriores", explica la especialista.


Agrega que lo que se busca es gestionar la huella de carbono, buscando cómo sumarse, por ejemplo, al uso de energías renovables. Cita como ejemplo el caso de Engie, empresa que entró a Chile en 2015 tras comprar los activos de GDP Suez. Recuerda que había un proyecto ya aprobado por el sistema de evaluación de impacto ambiental. "Engie decidió no construirlo porque era un proyecto con energía a carbón y dijeron que su mirada de futuro consideraba priorizar en la generación de energías renovables".


Si bien a juicio de Marina Hermosilla, con excepción de las empresas asociadas a CLG Chile, la mayor parte de las compañías nacionales todavía no tienen incorporados los desafíos que impone la nueva realidad climática, observa en el agro y en la industria asociada una actitud más consciente.


"Soy agrónoma y el año pasado estuve en julio en la Novena Región y me llamó la atención que la gran mayoría de los agricultores, incluso los más pequeños, tienen sistemas de captación de agua, para el ganado y los huertos, y eso es algo que uno sólo veía en Europa hace 10 años. Si hay un sector sensibilizado por el cambio climático, es el agrícola", dice enfática.

Es bueno asegurarse



El agro, a nivel global, es uno de los sectores más expuestos al cambio climático, que afecta e incluso destruye las producciones. Por ello, a nivel global, la tendencia es a que buscar fórmulas para mitigar esos impactos, para que, en caso de que un cultivo se vea afectado, el agricultor pueda volver a producir en la siguiente temporada.


Allí es donde aparece la opción creciente de seguros para estas situaciones.


Sin embargo, en Chile, por impulso estatal, existen una serie de herramientas para afrontar tanto la incertidumbre productiva como el impacto que implica la inestabilidad del clima.


Según Camilo Navarro, director ejecutivo de Agroseguros, el productor agrícola está tomando conciencia respecto de los cambios del clima y, junto con ellos, resguardos. Dice que el monto de asegurados en el país ha aumentado un 37% si se incluye a Indap, pero si se considera solo a Agroseguros dicha cifra aumenta a 68%. Los cultivos industriales son los que contratan más seguros. La fruticultura, en tanto, ha pasado de tener 500 mil UF en seguros hace 3 años a 3 millones 200 mil UF en la actualidad.


"Si el agricultor tiene que invertir hay que darle certezas y el clima es incertidumbre. Para eso está el seguro", finaliza Navarro.


Para ello lo que se está realizando es gestión integral de riesgos. "La lógica de la OECD es que los ingresos del sector agrícola dependen de muchos factores y hay que verlos en conjunto y no atacarlos independientemente", dice el especialista.


Precisamente como una forma de trabajar en esto en 2015, en Agroseguros se creó el departamento de Gestión Integral de Riesgos (DGIR) destinado a enfrentar los desastres climáticos y diseñar planes de prevención y donde lo que se busca, además de disminuir el riesgo, es incentivar a que el productor invierta en mitigar los riesgos, por ejemplo el uso de mejores semillas, de riego tecnificado o de techo para la plantación.


Para ejecutar esta gestión integral de riesgos, la DGIR realiza labores de monitoreo, información y prevención. "Hoy estamos capacitados para decirle al agricultor, cuándo y cuánto va a llover. Eso le permite tomar decisiones clave, como cuándo sembrar y qué sembrar", explica.



4,05% rentó el EFW Efficiency Index vs. 1,23% el MSCI World, en 2016


Concha y Toro es la única vitivinícola del mundo en el Dow Jones Sustainability Index


70% del agua dulce del mundo se destina a la agricultura


20% disminuirían las precipitaciones actuales al 2050

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia