Educación preescolar

miércoles, 26 de abril de 2017

Opinión
El Mercurio

Señor Director:

En torno al debate entre asistir a la educación preescolar versus permanecer en el hogar, quisiera argumentar que una política pública bien diseñada puede compatibilizar ambas esferas.

Existe abundante evidencia de la importancia de la familia en el desarrollo inicial. Sin embargo, como documentamos en una reciente publicación con el profesor Heckman, también hay múltiples evaluaciones que demuestran que la educación preescolar de alta calidad enfocada en niños de familias vulnerables tiene efectos positivos de largo plazo en diversas dimensiones como mayor participación laboral, mejor salud y menor criminalidad. Los distintos programas evaluados varían en intensidad, desde 2,5 hasta ocho horas diarias.

La educación inicial no necesariamente resta tiempo entre padres e hijos. Cuando las familias no tienen acceso a educación inicial para sus hijos, frecuentemente los dejan en cuidados informales sin capacitación, como hermanos adolescentes o vecinos. Otro estudio que estamos desarrollando sugiere que una hora que se destina a asistir a un establecimiento preescolar reduce en menos de media hora el tiempo que los niños pasan con sus madres. Cada hora que un niño pasa en un programa con educadoras bien calificadas, en vez de recurrir a cuidados informales, representa una ganancia potencial valiosa.

Acceder a educación preescolar no significa que las familias abandonen su rol en la educación de sus hijos. Por el contrario, puede fortalecerlo. Un ejemplo de esto es el estudio experimental de mayor escala en esta área, Head Start Impact Study, que muestra que los niños que accedieron a educación preescolar recibieron más interacciones de calidad en sus familias que niños de características similares que no accedieron.

Contar con la opción de un establecimiento de calidad es un apoyo vital para la gran mayoría de los padres que no pueden estar todo el día con sus hijos porque tienen que trabajar. El desafío del Estado en Chile es entregar a las familias, especialmente a las más vulnerables, las opciones que necesitan para impulsar el desarrollo de sus niños.

Andrés Hojman

Escuela de Gobierno UC