Cerca de 6,5 millones de personas mueren en el planeta por problemas asociados a la contaminación atmosférica, un número similar a las muertes ocasionadas por el tabaco. Reducir a la mitad esa cifra antes de 2030 es uno de los objetivos de la campaña "Respira Vida", que promueven la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Coalición del Clima y Aire Limpio. Una tarea que no es sencilla, considerando que el 92% de la población global -rural y urbana-- vive expuesta a niveles que superan los recomendados por la OMS. "Antes no se consideraba que las enfermedades del corazón y cerebrovasculares estaban asociadas a la contaminación y hoy la evidencia lo muestra claramente. Es importante empoderar a la gente para que conozca este riesgo y promueva cambios", dice Carlos Dora, coordinador de Salud Pública y Ambiental en la OMS, de visita en Santiago para participar en un congreso sobre el tema. Chile se ha sumado a la iniciativa, según cuenta el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena. Por ejemplo, junto con expandir planes de descontaminación "se aumentarán las estaciones de monitoreo -hoy hay más de 60-, incorporando nuevas localidades".