Con internet la esencia del amor es la misma, pero cambia su forma
domingo, 23 de abril de 2017
Lorena Guzmán H.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
Si bien las relaciones amorosas se mantienen, los tiempos y las posibilidades para elegir hacen que la búsqueda de la media naranja pueda dispersarse, a veces.
Susana Vargas (34) estuvo en la aplicación de citas Tinder, pero se aburrió después de un par de experiencias no tan buenas. Un día decidió darle una segunda oportunidad, y volvió a vitrinear en el sitio de citas. En eso estaba cuando se topó con Víctor Gómez (41). Hace seis meses "hicieron match". "Cuando le contamos a la gente que nos conocimos por Tinder, todo el mundo se asombra de que aún estemos juntos y pololeando", dice Susana. Aunque cree que si se hubieran conocido en un cumpleaños, por ejemplo, habrían enganchado igual, la primera cita fue más a la segura, porque por la aplicación ya sabían un poco del otro. Cambio de reglas Les guste o no a los más románticos, hace tiempo que la posibilidad de buscar el amor en internet es algo cierto. Las reglas cambian un poco, pero la esencia es la misma: el amor. Según una encuesta publicada por Tinder, sus usuarios tienden a buscar relaciones más duraderas que quienes no usan el servicio. Mientras que son 5% más proclives a decir "te amo" en el primer año de relación, solo el 9% de sus usuarios varones cree que es difícil comprometerse, cifra que llega al 30% entre quienes no tienen citas en línea. Cuando tienes encuentros en internet "puedes ver las posibilidades a elegir en frente tuyo, mientras que con la forma tradicional, simplemente tienes que especular sobre las opciones", dijo a The New York Times Jessica Carbino, socióloga a cargo de la encuesta de Tinder. El gran cambio está en que internet les da otro tiempo a las citas y, de cierta manera, las mercantiliza. Es un lugar donde todos se venden de la mejor forma y muchas veces los solteros se vuelven productos, dice Pascal Lardellier, académico de Ciencias de la Información y Comunicación de la Universidad de Bourgogne Franche-Comté, en Francia. El experto dará una conferencia para la inauguración del año académico del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual de la Universidad Andrés Bello el próximo miércoles. Revolución del tiempo Históricamente, conocer a alguien consistía en encontrarse en persona. Desde el comienzo de la relación era "en vivo". "Pero en la era de internet, primero se conoce la personalidad del otro de forma 'escondida' detrás de la pantalla. Así, cuando lo ves en persona puede ser que ya estés enamorado", dice el académico. Si bien este fenómeno no es nuevo, sí se ha modificado el grupo de consumidores. En sus comienzos, hace 15 o 20 años, eran los jóvenes de la época los que por tener más afinidad con la tecnología se aventuraban con las citas en línea. Hoy, todo el que maneja internet puede entrar a este mundo, aunque los más avezados en la tecnología siempre tendrán una pequeña ventaja. Ahora, si se trata de los rituales en el amor, la revolución más importante ha sido la del tiempo, dice Lardellier. "Antes, hace unas pocas décadas, conocer a alguien implicaba un proceso lento, en el que tomaba días, semanas, o incluso meses enamorarse. Hoy puede suceder en solo minutos u horas", asegura. Y aunque se puede pensar que con esa rapidez no hay romanticismo, aún hay personas que tratan de expresarse de esa manera. No se puede afirmar que los sitios de citas tornan más efímeras las relaciones; si dos personas se enamoran profundamente, no hay razón para que la relación no sea duradera, asegura el académico. "Pero lo que sí puede acortarla es la tentación de volver al sitio para buscar nuevas conquistas. Para algunos se vuelve una suerte de juego de apuestas", dice. Incluso cuando ya se está comprometido en una relación. También hay otra regla que cambió. "En la era de las citas en internet, las mujeres tienen más iniciativa, y ya no solo se quedan esperando. Pueden elegir mucho más que antes, ya que son varios los hombres con múltiples propuestas los que están esperando por un sí".
