La invención de la fotografía -gestada a mediados del siglo XIX- permitió retratar la sublevación contra el zar como pocas veces se había plasmado una revolución popular. Las dureza de la I Guerra, la revolución en febrero de 1917, la toma del Palacio de Invierno, la guerra civil y las grandes hambrunas fueron reflejadas en fotos. Pinturas y propaganda con la estética revolucionaria también documentan el proceso.