Nuevo plan regulador reaviva conflicto por las dunas de Concón
sábado, 22 de abril de 2017
Audénico Barría
Nacional
El Mercurio
Propietaria presentó anteproyecto inmobiliario para 20 hectáreas que el municipio quiere preservar como área verde.
El conflicto por el destino de las dunas de Concón se volvió a encender, luego de que el municipio estableció en el nuevo plan regulador -actualmente en su última etapa de aprobación- que las últimas 20 hectáreas que no han sido declaradas Santuario de la Naturaleza debían convertirse en una gran área verde. Con ello, buscó frenar las pretensiones de la empresa propietaria del campo dunar, la Sociedad Urbanizadora Reñaca-Concón S.A., Reconsa, de desarrollar en ellas proyectos inmobiliarios. El conflicto partió en 1993, cuando el Estado declaró Santuario de la Naturaleza a las primeras 12 de las 50 hectáreas que conforman las dunas. Pero desde entonces Reconsa ha ido perdiendo la posibilidad de urbanizar el terreno, ya que en 2005 el santuario se amplió a 19,7 hectáreas y en 2013 creció a 30,1 hectáreas. Cuando la compañía creía que aún conservaba casi 20 hectáreas para sus proyectos inmobiliarios, el nuevo plan regulador las grava como área verde, de manera que tampoco podrían construir viviendas. Sin embargo, Reconsa ingresó en febrero al Departamento de Obras de la Municipalidad de Concón dos anteproyectos alternativos para construir 25 edificios de departamentos en esas 20 hectáreas. Esto, considerando que el nuevo plan regulador aún no entra en vigencia. El arquitecto Víctor Quiroz -encargado de los proyectos- explica que "nos reservamos el derecho a ocupar el terreno de acuerdo a las normas vigentes al momento de ingresar los anteproyectos al municipio, como lo establece la Ordenanza General de Urbanismo, y cualquier modificación que contemple el nuevo plan regulador no los afecta". Según indica, "corresponde ahora que la Dirección de Obras los apruebe o haga observaciones, las que deben ser respondidas, pero en ningún caso rechazarlos, excepto que haya fallas muy graves, que no existen en este caso". El alcalde Oscar Sumonte no piensa así. "Tienen que presentar un estudio de impacto ambiental, porque el proyecto está junto a un santuario y en una zona declarada saturada (por contaminación)". Quiroz responde que el estudio de impacto ambiental se ingresa cuando se presenta el proyecto definitivo. El municipio debe resolver antes de fin de mes si aprueba o no los anteproyectos. Si no lo hace, Reconsa puede recurrir al Ministerio de Vivienda y Urbanismo. No ha sido la única reacción de la empresa. En diciembre interpuso una demanda de indemnización por perjuicios en contra del Fisco de Chile por $79 mil millones, porque considera que las dunas, en los hechos, les han sido expropiadas. Mientras tanto, el santuario no cuenta ni con plan de manejo ni con medidas de protección. La seremi de Medio Ambiente, Tania Bertoglio, señala por escrito que se elaboraron las bases para el manejo del santuario y que ante las diferencias entre el municipio y Reconsa, el ministerio ha actuado como mediador.
Actualmente el campo dunar es empleado con fines recreativos, especialmente los fines de semana.
