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Marco Antonio Zago, rector de la U. de Sao Paulo, aborda los desafíos de los planteles públicos:

"Más recursos van a fortalecer a las universidades; solo que no deben ser concedidos sin demostrar calidad"

sábado, 22 de abril de 2017

Javiera Herrera
Nacional
El Mercurio

Agrega que deben rendir cuenta de sus acciones, mientras que el Estado debe asegurar financiamiento y autonomía plena.



Marco Antonio Zago (70) asegura que en los tres años que lleva como rector de la U. de Sao Paulo ha hecho un esfuerzo para reducir la burocracia, que "es una enorme traba para la modernización", afirma. Ejemplifica que su plantel -con 90 mil alumnos y catalogado por distintas mediciones como el mejor de Latinoamérica- redujo "3.600 servidores no docentes para reorganizar los procesos burocráticos, lo que implica mayor eficiencia (...). Y eso es algo que las universidades tenemos que hacer".

El médico, que participó en un encuentro organizado por la U. de Chile sobre macrouniversidades públicas, añade que su decisión también se enmarca en una política de mayor rendición de cuentas. A su juicio, las universidades deben "tener la autonomía para definir su camino, pero también estar obligadas a rendir cuentas, a demostrar que lo que hacen interesa a la sociedad, y que la sociedad gastó bien el dinero con ellas".

-En mayo, el Gobierno de Chile presentaría un proyecto sobre universidades estatales. ¿A su juicio, qué sirve para fortalecerlas?

"Más recursos van a fortalecer a las universidades; solo que no deben ser concedidos sin demostrar calidad y eficiencia".

El rector explica que "lo que puede garantizar un fortalecimiento a largo plazo es entregar recursos significativos a los planteles estatales, pero hay que exigirles, en contrapartida, una enseñanza de calidad que atienda los intereses de la sociedad". Agrega que como "la sociedad muta mucho (...) el Gobierno debería pedir una educación que esté permanentemente en renovación, y cuya calidad esté asegurada por entes externos".

Hace hincapié en esto porque "en América Latina, el principal centro formador de ciudadanos que va a influenciar en cada país son las universidades", sobre todo las de gran tamaño.

-¿Las grandes universidades pueden cumplir con el rol de forjar estos liderazgos públicos?

"Para que las universidades cumplan con su misión son necesarias algunas condiciones. De todas, las más importantes son financiamiento y autonomía, dos cosas que a los gobiernos no les gustan".

Eso sí, dice que para lograrlo las instituciones pueden buscar financiamiento privado, a través de investigaciones, pero este siempre será acotado, por lo que necesitan apoyo del Estado. Y en cuando a la autonomía, Zago argumenta que solo es posible si los gobiernos deciden "no interferir, manteniendo los estatutos independientes y dando la garantía de un financiamiento permanente estatal".

Remata: "El rector no puede estar siempre dependiendo del gobierno para ver si puede dar más o menos recursos".

-¿Este rol público solo puede ser ejercido por las universidades del Estado, o lo puede hacer cualquier plantel?

"En principio todas podrían ejercerlo, pero es necesario ir a la práctica. En todos los países que he examinado, el principal papel de la formación del espíritu público viene de las estatales".

Ejemplifica con Brasil, donde asegura que la última década hubo un cambio en el perfil de los estudiantes debido a las universidades privadas. Y dice que de estas la gran mayoría tiene fines de lucro (...) y son de calidad muy discutible".

-¿No se debería permitir el lucro en educación superior?

"No creo que debiese ser objeto de transacciones comerciales (...). Para que la educación superior tenga lucro, debe tener mensualidades altas y la calidad de sus actividades debe ser baja. Entonces no es una actividad que se preste para eso".

Visión
Según Zago, el rol de los planteles no se mide en cinco años, sino que a largo plazo.

''Las universidades deben estar obligadas a rendir cuentas, a demostrar que lo que hacen interesa a la sociedad, y que la sociedad gastó bien el dinero con ellas". 
''El rector no puede estar siempre dependiendo del gobierno para ver si puede recibir más o menos recursos". 

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