El terrorismo marca el cierre de las campañas en Francia de cara a los comicios de mañana
sábado, 22 de abril de 2017
Alberto Millán
Internacional
El Mercurio
Marine Le Pen endureció su discurso islamófobo y sus críticas al gobierno socialista. Solo Mélechon realizó eventos electorales.
El asesinato de un policía la noche del jueves en los Campos Elíseos, reivindicado por el Estado Islámico y que terminó con el agresor muerto, marcó el cierre de las campañas para la reñida primera vuelta presidencial de mañana en Francia. La candidata de la derecha nacionalista, Marine Le Pen, agudizó su discurso islamófobo, en un país que ha sufrido una ola de atentados yihadistas en los últimos dos años y que mira con incertidumbre lo que pueda pasar en los comicios. "A este gobierno efímero (del Presidente socialista François Hollande), dirigido por la inacción, le pido que ordene la restauración inmediata de nuestras fronteras nacionales", dijo desde su sede de campaña Le Pen, vestida de negro, y cuyo discurso, que equipara al Islam y al terrorismo, la ha llevado a ocupar el segundo lugar en la encuesta de Ipsos publicada ayer (22%). Como la líder nacionalista, el liberal Emmanuel Macron (24%) y el conservador François Fillon (19%) cancelaron sus eventos electorales de ayer, pero comentaron sobre el tema que parecía obligado: la seguridad del país. En tanto, el izquierdista Jean-Luc Mélechon (19%) decidió mantener su agenda afirmando que "la violencia no tendrá la última palabra". La líder del Frente Nacional, que propone expulsar a sospechosos de extremismo extranjeros que estén fichados por los servicios de inteligencia, llamó a despertar el "alma milenaria del pueblo francés" contra la "barbarie sangrienta", y a contratar a 15.000 nuevos efectivos de policía para mejorar la seguridad. También endureció el discurso Fillon, el candidato de la derecha tradicional, que aseguró que Francia debe rearmarse en "el terreno de la seguridad, militar y diplomático, pero también en el ideológico y cultural". "El islam radical desafía nuestros valores", argumentó el abanderado de Los Republicanos. Hasta el tiroteo, el tema político más comentado de la semana eran las acusaciones de malversación de fondos fiscales en las que están implicados Fillon y Le Pen. El contrapunto a las posiciones de los dos candidatos de derecha no vino de sus rivales directos. Fue el debilitado gobierno socialista (su candidato, Benoît Hamon apenas marca 7,5% de respaldo) el que respondió a través del Primer Ministro, Bernard Cazeneuve, quien acusó a Le Pen de "instrumentalizar el ataque y dividir" con fines "exclusivamente políticos" y a Fillon de contradecir sus propias medidas, cuando fue Jefe de Gobierno (2007-2012). "Él pide crear 10.000 puestos de policías. ¿Cómo es posible creerle como candidato cuando suprimió 13.000 puestos en las fuerzas de seguridad?" como Premier, dijo Cazeneuve, que además anunció que se reforzarán las medidas de seguridad para mañana. Macron, por su parte, se limitó a decir que son "indispensables" las reformas de seguridad en el marco de la Unión Europea. Mientras que Mélechon -que cerraba su campaña acompañado del líder del Podemos español Pablo Iglesias- insisitió en no rendirse ante el terrorismo. Más incertidumbre Marcada por el debilitamiento de los partidos tradicionales, los escándalos judiciales y la alta tasa de indecisos, la elección de mañana es inusualmente incierta y no está claro cómo reaccionarán los electores al tiroteo. Para el sociólogo Louis Chauvel, del Sciences Po de París, el atentado instala la dicotomía "Terrorismo/Seguridad", lo cual entrega una ventaja a Le Pen y Fillon. "Por lo general, los candidatos de izquierda están más cómodos en temas sociales o culturales, mientras la derecha está mejor hablando de violencia callejera y terrorismo", comentó a "El Mercurio" el académico, quien cree que ahora hay muchas posibilidades de que sea Le Pen quien logre el primer lugar, en vez de Macron, ex ministro del aproblemado gobierno. Por otro lado, Jean Chiche, especialista francés en el comportamiento electoral, dijo a Efe que el efecto más destacado será el impacto en la participación. "Habrá más votantes que se decidirán a ir a las urnas por la necesidad de hacer algo", juzgó. Según el sondeo de Ipsos publicado ayer, la participación sería del 73 % de los 47 millones de electores, la más baja para una primera vuelta presidencial desde 2002. En esa elección, Jean-Marie Le Pen (padre de la actual candidata nacionalista) y Jacques Chirac (de la derecha tradicional) pasaron al balotaje. De todas formas, nadie se atreve a afirmar que el tiroteo signifique un vuelco electoral como el de las legislativas españolas de 2004, cuando el socialista José Luis Rodríguez Zapatero venció al entonces Presidente José María Aznar tres días después de los atentados de Atocha, el 11 de marzo, que acabaron con la vida de 191 personas en Madrid. El hecho será un elemento más entre varios "anormales", según Chauvel. "Hollande renunció a repostular. Las primarias de los socialistas y la derecha dieron resultados inesperados. Los ganadores de estas primarias (Fillon y Hamon) son ahora desafiados, y Macron surgió de la nada en 2016 (...) Esperamos una especie de lotería. Incluso el resultado más loco podría darse: Mélechon y Le Pen a segunda vuelta", destacó. Francia está en estado de emergencia desde 2015 y ha sufrido una serie de ataques de yihadistas que han dejado más de 230 fallecidos en dos años. Para garantizar la seguridad de la votación estarán movilizados más de 50.000 policías, apoyados por 7.000 militares. 24% lograría el ex ministro de Economía de Hollande, el liberal Emmanuel Macron (39 años), según un sondeo de Ipsos publicado ayer. 22% sumaría la candidata del euroescéptico Frente Nacional, Marine Le Pen (49 años). 19% alcanzaría el ex Primer Ministro de Nicolas Sarkozy, Francois Fillon (63 años). 19% sería la votación del "bolivariano" Jean Luc Mélechon (65 años), sobre el 7,5% de Hamon, de la izquierda tradicional.
