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Perú recuerda golpe al terrorismo:

Chavín de Huántar, los secretos de la operación de rescate veinte años después

sábado, 22 de abril de 2017

Ana Núñez El Comercio / Perú/ GDA
Internacional
El Mercurio

La acción quizás no habría tenido el mismo éxito sin la cooperación de inteligencia de los secuestrados.



"Ocho, siete, seis...". La cuenta se inicia apenas un par de minutos después de las 15:20 horas del martes 22 de abril de 1997. Al llegar a cero, 140 comandos de la operación Chavín de Huántar ingresarían a la residencia del embajador japonés en el Perú, Morihisa Aoki, con la misión de liberar a los 72 rehenes que llevaban 126 días secuestrados por 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

"Cinco, cuatro, tres...". El mayor César Astudillo Salcedo está al mando del grupo Alfa y -un par de metros bajo tierra, en los túneles construidos para el ingreso de los militares- recibe por radio el conteo que dará luz verde a la acción de rescate. "Dos, uno, cero...". ¡Bum! Comienzan las detonaciones y lo que vienen son 17 minutos que parecen una eternidad. Tres fueron las explosiones que marcaron el inicio de la operación Chavín de Huántar aquella nublada tarde, 20 años atrás, pero debieron haber sido cuatro. Por alguna razón, el primero de los detonadores no funcionó. "Felizmente quedaban otros", señala Astudillo, hoy general del Ejército.

Los 72 rehenes estaban todos en sus habitaciones, ubicadas en el segundo piso, y habían sido informados a las 15:13 horas que se intentaría realizar una acción de rescate.

En la planta baja, como todas las tardes, la mayoría de los terroristas jugaba un partido de fútbol en una cancha que habían improvisado usando la sala y comedor de la residencia de San Isidro.

El vicealmirante Luis Giampietri, uno de los 72, sabía que los terroristas habían previsto una operación militar de rescate; incluso, sabían que los comandos planeaban usar túneles subterráneos. Sin embargo, el marino había notado que las únicas previsiones que tomaron los emerretistas fueron mover a los rehenes al segundo piso y llenar el primero de trampas explosivas.

Faltaba poco para las 15:23 horas y Giampietri empieza a hablarle a su guitarra. Más exactamente, a la funda de su guitarra, en la que sabía que estaba instalado un micrófono para comunicarse con el exterior. "Preparo la puerta. Suerte, aquí vamos a esperar para ayudarlos. Confirmar, arriba uno, abajo trece. Mary está enferma, Mary está enferma", es lo que dice Luis Giampietri. Acto seguido, se inició el operativo.

Aseguran los que saben de estrategias militares que no se pudo haber convocado a un mejor grupo de hombres. Justo el año 96 se había realizado un curso de comandos con especialización en rescate de rehenes, así que apenas ocurrió la toma de la residencia, la noche del 17 de diciembre, fueron llamados todos los que habían participado en la capacitación. La mayoría de los integrantes de la Patrulla Tenaz tenía experiencia en los valles del Cenepa y de Huallaga, incluido el mismo Astudillo. Es más, al general lo llaman el "héroe vivo del Ejército peruano".

"¿Si estuvimos nerviosos? Por supuesto. Todo ser humano tiene esos sentimientos y sensaciones, pero el entrenamiento nuestro nos ayuda a manejarlos. Por eso, desde esa fecha hasta ahora, tenemos una unidad especial de comandos", cuenta.

La operación Chavín de Huántar no habría tenido el mismo éxito si no hubiera estado acompañada por una labor de inteligencia en la que participaron algunos de los rehenes con formación militar.

Uno de ellos fue el coronel (r) Roberto Fernández Frantzen, entonces edecán del presidente del Congreso, Víctor Joy Way, quien logró ocultar y mantener consigo un beeper durante los 126 días de cautiverio.

Ahora, cuando se cumplen 20 años de uno de los rescates de rehenes más existosos de la historia moderna, el Presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, impuso esta semana la Orden de Gran Cruz a los comandos y a los familiares de los fallecidos, enfatizando que fue una operación importante que puso el "último clavo en el ataúd del terrorismo".

El encarcelado ex Presidente Alberto Fujimori dijo que el operativo "selló la paz" en Perú.

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