LOS MITOS DE NAVEGAR

domingo, 23 de abril de 2017
Por Ana Callejas. Ilustraciones FRANCISCO JAVIER OLEA
Dossier Cruceros
El Mercurio

DESDE QUE HACIA EL SIGLO XIX SE ANUNCIARA EL PRIMER VIAJE EN BARCO CON PASAJEROS QUE QUERÍAN HACER TURISMO, LA INDUSTRIA CRUCERÍSTICA HA IDO VOLVIÉNDOSE CADA VEZ MÁS SOFISTICADA, GRANDE Y VARIADA. ESE CRECIMIENTO TAMBIÉN HA AYUDADO A ENFRENTAR UNA SERIE DE CREENCIAS SOBRE ESTA FORMA DE VIAJAR. AQUÍ, ALGUNOS EXPERTOS DEL SECTOR CUENTAN CUÁLES SON LOS MITOS MÁS EXTENDIDOS, Y POR QUÉ SON SOLO ESO: MITOS. POR ANA CALLEJAS. ILUSTRACIONES: FRANCISCO JAVIER OLEA.

HABITACIONES BAJO EL MAR   Cruceros para tres mil y más personas; embarcaciones boutique que exploran ríos, y naves que funcionan casi como yates privados. Las opciones de cruceros hoy son tantas y tan variadas que es fácil entender que los viajeros "se pierdan" un poco con este mundo, aunque no lo es tanto que persistan algunos mitos en torno a las habitaciones en estos barcos. Los representantes de las diferentes marcas en Chile coinciden en que una de las creencias todavía extendidas a la hora de elegir el cuarto es que mientras más económica sea la tarifa esta se ubicará más abajo en el barco: demasiado abajo, casi como si fuera una pieza perdida bajo la línea de flotación (o sea, la parte del barco que va bajo la superficie). Es lo que más preguntan los viajeros a la hora de cotizar ofertas. Para Romina Marchant, de Space Chile, representante para nuestro país de la línea de cruceros MSC, esta creencia es recurrente. "Hay gente que tiene claustrofobia, por ejemplo, y preguntan si las opciones más baratas quedan bajo el mar o solo verán agua al otro lado de la ventana", dice. En el caso de MSC, las habitaciones más económicas siempre quedan mirando hacia los pasillos interiores, desde la cuarta cubierta hacia arriba.
Así también ocurre en los sofisticados barcos de Norwegian Cruise Holdings, cuyo gerente para Chile, Gustavo Yacobucci, puntualiza que las cabinas "internas" están en todos los deck y van incrementando su valor a medida que sube la ubicación en el barco mismo. Aún así, explica, no existen cabinas ubicadas por debajo de la cubierta o deck 4, "y mucho menos por debajo del nivel de flotación de la nave".
SOLO PARA JUBILADOS
Posiblemente el "lugar común" más común de todos es que este tipo de viajes atraen mayoritariamente a gente de la tercera edad, una mirada que las líneas de cruceros escucharon hace rato y han ido potenciando, por eso mismo, su propuesta para satisfacer a distintos tipos de viajeros. Desde cruceros temáticos hasta equipamiento especial (como paredes de escalada y otros "deportes aventura" a bordo de los más grandes), este tipo de barcos está ampliando cada vez más su universo viajero. En la mayoría de los casos, sugieren los conocedores del sector, el misterio de con qué estilo de gente se topará uno en cubierta puede responderse de acuerdo a la fecha de zarpe. "El mito de que sube gente mayor tiene algo de cierto", dice Fanny Mislej, de Mundo Cruceros, representante de Cunard, Holland America y Princess Cruises en Chile. Pero eso depende claramente de la temporada. Cuando hay cruceros que navegan fuera de la época clásica de vacaciones, probablemente habrá más gente mayor. "Si se trata de una ruta de veinte noches, en un mes como mayo, por ejemplo, ¿quién tiene tiempo para subir a ese crucero? Posiblemente gente que ya jubiló", explica Fanny Mislej. La contracara de esto ocurre en meses como julio, cuando son las vacaciones norteamericanas, y aumenta el número de jóvenes y niños. Lo mismo pasa durante enero y febrero. Aún así, Gustavo Yacobucci, dice que actualmente el promedio de edad de los pasajeros de los "mega barcos" anda por los 35 años.  Y que cada vez se ve más gente joven. "Lo único que segmenta normalmente son los barcos de menos pasajeros, más exclusivos y costosos, ya que obviamente quienes tienen el poder adquisitivo para viajar en ellos es un publico mayor".
Los representantes del sector dicen que la duración del viaje también es clave. Una muestra: los barcos que dan la vuelta al mundo y que implican 117 noches de navegación. Son pocos quienes tienen esa disponibilidad de tiempo. Romina Marchant, de Space Chile, dice además que el tipo de viajeros cambia mucho dependiendo también de las rutas. "Se da mucho que los cruceros por Sudamérica atraen a gente más joven que los que navegan hacia el norte de Europa. En general, los más jóvenes suelen buscar destinos con playas y fiestas, como Miami o el Caribe", dice.
ENCERRADOS... Y ABURRIDOS La idea de estar varias horas navegando puede despertar cierta claustrofobia en algunos, o tal vez una preocupación por cómo será pasar tanto tiempo flotando entre puertos. Es verdad que se estará confinado a una nave mientras se navega por los mares, pero siempre habrá múltiples panoramas, fiestas y cenas como para que ese tiempo pase inadvertido. "Los cruceros de hoy en día son fuera de este mundo: ofrecen canchas de patinaje, minigolf, simulador de olas, canopy, restaurantes, gimnasio, casino, teatro, tiendas y mucho más. Con tantos lugares para explorar, es hasta posible que olvides que estás en alta mar", dice Javiera Gálvez, de Interexpress, que representa a Royal Caribbean, Paul Gauguin, Celebrity Cruises, Silversea, Crystal, Scenic, Azamara y Viking River Cruises. "Está la idea de mezclar una gran variedad de actividades en tierra y a bordo del barco. El entretenimiento nocturno hoy es espectacular, con producciones al estilo Broadway, y propuestas como el increíble Casino Royale".
 UN LUJO PARA POCOS "Muchos creen que esta manera de viajar es cara e inaccesible, pero hoy uno puede tomar cruceros que son bastante más económicos que muchos otros tipos de viajes y vacaciones", dice Fanny Mislej, de Mundo Cruceros, que además agrega que en este sector hay una fuerte competencia con tarifas para todo nivel.
La idea de que los barcos pueden ser muy caros es especialmente notoria con ciertas marcas famosas. "Muchos creen que Cunard, que es una línea de cruceros 5 estrellas, es súper cara, pero en realidad tiene opciones a las que mucha gente podría acceder y con precios similares a navieras de 4 estrellas", dice y explica que el destino es siempre un dato a considerar para comparar tarifas. "Hay cruceros que no tienen un descenso en su valor, como los que van al norte de Europa, porque hoy son súper apetecidos frente a otros como el Mediterráneo, que está yendo a la baja por los conflictos que hay en la región. Los estadounidenses son los primeros que dejan de ir a esos sitios, mientras que los latinos suelen aprovechar la oportunidad al ver que los precios están más baratos", explica.
Javiera Gálvez, de Interexpress, dice que en muchos casos si uno compara un viaje en crucero con un viaje convencional al extranjero -donde habrá que pagar hotel, traslado y comidas-, la alternativa de embarcarse termina siendo conveniente. "Al tomar un crucero, por un solo precio tienes incluidas la mayoría de las comidas, el entretenimiento, transporte a diferentes puertos de escala y actividades a bordo. Si sacas la cuenta, verás que un crucero es mucho más económico que unas vacaciones en algún resort u hotel, así sea un todo incluido".
Similar mirada tiene Christian Meeks, Gerente Cross-Selling de la web Despegar.com: "Si nos ponemos a comparar la relación costo-beneficio de un crucero con los costos de reservar vuelos y alojamiento para visitar esos mismos destinos, el resultado indica que el crucero es claramente baratísimo. Además, hay cruceros para todos los bolsillos, con opciones que incluso parten desde los 320 mil pesos".
SOLO VAS A COMER Con propuestas de restaurantes cada vez más producidas a bordo (al gran número de lugares para elegir dónde -y qué- comer, las líneas más grandes llevan un buen tiempo sumando proyectos "de autor", con renombrados chefs a cargo), uno de los grandes focos de los cruceros está puesto en su calidad gastronómica. Así que eso, la opción de pasar el tiempo probando platos, buenos platos, no es tan "mito" en realidad. Pero depende del pasajero, claramente. Sobre todo con la siempre creciente oferta de actividades a bordo, que van desde los deportes "outdoor" y adrenalínicos a programas educativos. Sobre todo en los cruceros de última generación se han incorporado nuevos espacios donde uno puede compensar la astronomía quemando calorías. "Por ejemplo, los barcos de Royal Caribbean ofrecen áreas de baloncesto, pista de trote al aire libre y clases de especialidades como fitness, pilates, yoga o spinning. Y si sigues una dieta especial por requerimiento médico, puedes elegir menús adecuados para eso", dice Javiera Gálvez, de Interexpress.
DEMASIADO LLENOS
Las cantidades de pasajeros que pueden llevar algunos de estos mega barcos a veces puede parecer amedrentadora: un crucero junto a miles de otros viajeros es algo que puede sonar "intenso" y, para quienes no lo han probado antes, casi inimaginable. ¿Cómo aprovechar los espacios públicos sin andar a los tropezones? "Estas embarcaciones realmente tienen el espacio y capacidad de servicio suficientes para que cada pasajero pueda hacer su vida a bordo y con el tiempo de espera óptimo para tomar un café, para subir al ascensor y para caminar libremente por los pasillos", dice Javiera Gálvez.
Para Fanny Mislej, de Mundo Cruceros, la preocupación de los viajeros por este tema está siempre presente. "A veces, cuando la gente ve barcos muy grandes piensan de inmediato: 'Es que esto va a ser un desastre; nos vamos a demorar mil horas solo en subir y bajar, etcétera'. Al menos en mis navieras, aunque sean barcos de tres mil pasajeros, toda esa dinámica funciona a la perfección: nadie se mata por encontrar una reposera vacía; siempre hay espacio en las piscinas sin que estén todos aglomerados". Christian Meeks complementa esa mirada: "Las líneas de cruceros se encargan de coordinarlo todo para que el pasajero solo se preocupe de disfrutar".
EL BARCO SE VA A MOVER
Un temor extendido, que es cada vez más un mito. La mayoría de estos barcos, sobre todo los más nuevos, están equipados con tecnologías para compensar el oleaje y que uno apenas sienta un suave balanceo (o que no lo sienta para nada). Y además, las empresas diseñan o ajustan los recorridos, para evitar que el clima afecte la tranquilidad del viaje. "El crucero se mueve; no es como un hotel. Si va a venir un huracán, el barco va a cambiar la ruta. No es como un temblor o un terremoto, que uno no sabe cuándo va a ocurrir. Entonces eso jamás va a afectar al barco, porque lo va a poder anticipar", dice Fanny Mislej. "Los barcos de las nuevas generaciones, a partir de este milenio, ya no se mueven como antes porque ahora vienen con unos estabilizadores en los costados y eso hace que aumente la base de la embarcación y se mantenga más firme", agrega.
Gerson Ortega, de Pacificreps, que representa a Carnival Cruise Lines, Compagnie Du Ponant, Windstar Cruises, Avalon Waterways y SeaDream Yacht Club, dice que, pese a que es "cierto que algunos pasajeros presentan síntomas de mareo", los cruceros tienen los medicamentos necesarios para que la persona pueda recuperarse. De todas maneras, dice, "son muy pocas las veces en que un barco se mueve lo suficiente como para crear este tipo de molestia", según Ortega, quien recomienda a viajeros con predisposición a este malestar, que no elijan cabinas en los extremos del barco: "mejor busque un punto central y en un piso de mayor altura".
En el caso de Norwegian Cruise Line, "contamos con pastillas 'anti mareo' que se entregan gratuitamente en la recepción y en la enfermería del barco", dice Gustavo Yacobucci, quien insiste en que la posibilidad de sufrir por el balanceo del barco ha disminuido drásticamente gracias a las tecnologías actuales y al diseño lleno de espacios públicos, como si fueran ciudades flotantes. "La libertad que hoy ofrece un mega barco, y la cantidad de áreas públicas, ayuda a que esto no suceda en el caso de la flota de Norwegian. Incluso tenemos mesas hacia las cubiertas en muchos de los 28 restaurantes a la carta, para que incluso uno pueda cenar viendo el mar. Sin preocuparse".