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Sarah Treem

La guionista top TV estadounidense llega al teatro chileno

viernes, 21 de abril de 2017

Por M.A.
La entrevista express
El Mercurio

Su nombre está detrás de exitosas series como "In treatment", la primera temporada de "House of cards" y "The affair", de la cual es su creadora. Pero también tiene una prolífica carrera como dramaturga. Una de sus obras más exitosas, "El cómo y el porqué", se estrena este 27 de abril en Mori Bellavista. Aquí, Sarah Treem cuenta su difícil camino al éxito y habla del feminismo: "Siento que lo que hago es escribir sobre las mujeres de forma real", dice.



"Pensé que mi hija nacería el año en que este país finalmente elegiría a una Presidenta. Esperaba que sus derechos de nacimiento fueran la paridad de género, la reforma migratoria y la resolución del cambio climático. Estaba esperando para ella un futuro más brillante que el pasado de su madre y abuela (...) Pero aquí, en los Estados Unidos, todavía desconfiamos profundamente del deseo femenino, del poder femenino, del éxito femenino" escribió, el 17 de enero pasado, la dramaturga y guionista estadounidense Sarah Treem (36) en una columna en la revista Variety, cuyo texto se hizo eco de la voz de muchas mujeres de Hollywood que estaban disconformes con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.

En ese mismo texto, la creadora y showrunner de la aplaudida serie "The affair", y guionista de otros éxitos como "In treatment" y la primera temporada de "House of cards", anunció que saldría a marchar el 21 de enero como parte del multitudinario movimiento de mujeres que protestó en diversas partes del mundo el día en que Trump tomó el mando. Y con ese gesto, la Sarah Treem reconocida en Estados Unidos por su trabajo en TV y teatro se convirtió, también, en la Sarah Treem activista, que en las últimas semanas ha sido requerida para que hable sobre el tema.

-Estados Unidos es un lugar difícil para vivir hoy. Sin duda no el más difícil del mundo, pero sí es un poco deprimente, porque nuestro Congreso se ha puesto en contra de muchas asociaciones que luchan por las mujeres. Durante la administración de Obama sentía que estábamos avanzando en la dirección correcta, pero ahora parece que estamos retrocediendo a pasos agigantados. Mi sensación es que todos estamos expectantes de cuáles van a ser las medidas de este gobierno y así poder ir contra aquellas que nos perjudican -dice Sarah Treem al teléfono desde Los Angeles, donde vive y trabaja en los guiones de la cuarta temporada de "The affair".

Pero lo cierto es que las temáticas femeninas nunca han estado ajenas a su trabajo. Ni en televisión ni en teatro, género en el que ha escrito ocho obras relacionadas con personajes femeninos. La más popular de todas es "El cómo y el porqué", una pieza que enfrenta los ideales de dos biólogas evolucionarias: Zelda, una premiada especialista, y Raquel, una joven con una teoría que busca cambiar todo lo que hasta ahora se sabe sobre la menstruación humana.

La obra, que debutó en Estados Unidos en 2013 con muy buenas críticas -"Es solo el punto de partida para un trabajo inteligente y densamente estructurado sobre hombres y mujeres, amor y conflicto, genes y destino", dijo The New York Times en 2014, cuando fue su estreno en esa ciudad-, se estrenará en Chile este 27 de abril en el teatro Mori Bellavista, con coproducción de The Cow Company y un elenco encabezado por Solange Lackington y Josefina Fiebelkorn como las científicas, y Aranzazú Yankovic en la dirección.

-La escribí cuando tenía 28 años -recuerda Sarah Treem sobre el origen del montaje-. Había leído el libro "Woman: an intimate geography", de Natalie Angier, que habla sobre la fisiología de la mujer, sobre todo de su sistema nervioso, endocrino, sus órganos. Es bastante largo, pero me llamó mucho la atención la "Teoría de la abuela" y la de la menstruación que se plantea en la obra. Y mientras pensaba en ellas, también miraba mi relación con las mujeres mayores y las decepciones que uno se lleva cuando es joven -cuenta.

En la obra, los personajes de Zelda y Raquel se apropian de estas teorías que Sarah Treem leyó en el libro. Una -Zelda- es reconocida a nivel mundial por su "Teoría de la abuela", que postula que la especie humana evolucionó gracias a las abuelas, mujeres que comenzaron a experimentar la menopausia y que no pudieron seguir reproduciéndose. Ellas, entonces, empezaron a invertir su tiempo en a criar a los hijos de sus hijas, liberando a los niños de la necesidad de buscar alimento para vivir y haciendo que pudieran desarrollar sus cerebros con nuevos aprendizajes. La otra -Raquel- cree que los hombres científicos se han limitado solo a estudiar cómo se produce la menstruación, pero no el porqué tendría utilidad para el cuerpo femenino.

Sin embargo, a poco andar, el montaje comienza a tocar temas relacionados con las decisiones de una mujer a lo largo de su vida: emparejarse, tener o no tener hijos, dedicarse cien por ciento a su carrera o dar un paso al lado para tener una familia.

La decisión de que el texto de "El cómo y el porqué" fuera un enfrentamiento no fue coincidencia: cuando comenzó a escribirla, la dramaturga había terminado de adaptar la primera temporada de la serie "In treatment" -basada en una serie israelí-, trabajo que le había hecho escribir escenas de diálogos entre dos personas. Por eso, pensó que podía ser interesante llevar esa interacción al teatro.

-Creo que cuando era joven me sentía muy identificada con Raquel, porque tenía más o menos su edad al escribir la obra -confiesa-. Pero ahora la vuelvo a leer y me veo más reflejada en Zelda. Al final, la perspectiva cambia cuando tienes hijos.

"El cómo y el porqué" es su obra más representada en Estados Unidos. Ella cree que es porque, a pesar de tocar temas tan femeninos, llega a una audiencia universal: lo que se ve sobre el escenario son dos mujeres que discuten fundamentalmente sobre ciencia, "y no sobre sus maridos o sus hijos", dice.

-¿Qué tan importante es para ti escribir sobre feminismo?

-En realidad no lo veo como escribir sobre feminismo. Siento que lo que hago es escribir sobre las mujeres de forma real. Las mujeres que conozco que trabajan y son madres, todas buscan poder tener una carrera, hijos e igualdad con los hombres. No es algo tan extraordinario, ni tan loco de pedir o de pelear. Hay una frase que creo que la dijo Rebecca West (seudónimo de la periodista y escritora inglesa feminista Cecily Isabel Fairfield): "Nunca he sido capaz de descubrir precisamente qué es el feminismo: solo sé que la gente me llama feminista cada vez que expreso sentimientos que me diferencian de un felpudo". El feminismo parece ser el hecho de querer ser mujer y vivir una vida plena e igualitaria. Y sí, eso es importante para mí.

SU VIDA EN TV. Sarah Treem es reconocida en Estados Unidos como uno de los talentos jóvenes más brillantes de la TV actual. Formada como dramaturga en la Yale School of Drama, su interés, cuenta, nunca estuvo en entrar a la televisión.

-Jamás pensé en ser guionista, porque ni siquiera miraba TV. Llegué de forma accidental: un productor de HBO leyó uno de mis textos y me contrataron para escribir en un show muy pequeño que no mucha gente vio -recuerda sobre su poco auspicioso comienzo, que mejoró cuando le ofrecieron en 2008 trabajar en la adaptación de la serie israelí "In treatment", que en Estados Unidos protagonizó Gabriel Byrne y que tuvo tres temporadas.

Sarah Treem recuerda sus primeros años de carrera como difíciles.

-En ese momento era muy joven, por lo que no imaginaba toda la presión que significaba, en especial si eras la escritora jefe. En la primera temporada de "In treatment" estaba muy, muy abrumada -recuerda ahora.

"En los comienzos de mi carrera estaba en una sala llena de escritores hombres. Entonces vi cómo, episodio tras episodio, le quitaban importancia al personaje femenino y se la daban a sus novios o jefes. A ella no se le permitía perseguir nada, ni siquiera comprar almohadas a menos que alguien le dijera que lo hiciera", recuerda en su columna de Variety. También, que llegó un momento en que sugirió empoderar a las mujeres y cuando no vio apoyo de sus compañeros hombres, quiso renunciar. Fue su agente la que la persuadió de no hacerlo: le dijo que si ella no se devolvía y se enfrentaba a sus compañeros, nadie lo haría en su lugar. A ellos debía hacerles ver que incluir a una mujer sin decisión era algo que no tenía sentido.

Así lo hizo. Y luego de "In treatment" tuvo la oportunidad de trabajar con uno de los personajes femeninos más icónicos de los últimos tiempos: Claire Underwood, de "House of cards".

-Yo no creé ese personaje, porque solo llegué a escribir parte de la primera temporada, pero ya en el papel era una pequeña muestra de lo que es ahora. Fue el conjunto entre la visión de Beau Willimon (creador de la serie) y la actriz Robin Wright lo que hizo que el personaje tuviera esa aura de poder y misterio. Además, creo que la vestuarista del show contribuyó también bastante. Pero, sin duda, Claire es uno de los personajes más extraordinarios en la historia de la TV -dice.

Y luego, en 2014, Showtime le dio la oportunidad de crear su propia serie: la multipremiada "The affair", que la mantiene hasta hoy en la cima de su carrera y que le ha valido aplausos por la lúcida forma en que desarrolla su intrincada trama: un hombre y una mujer que van contando, cada uno por su parte, los mismos hechos -que forman parte de una investigación policial por un asesinato- con los pequeños y grandes matices que dan las visiones femenina y masculina.

"The affair", que creó junto al israelí Hagai Levi, ha sido hasta ahora su trabajo más importante porque está detrás de todo: de la creación y de los guiones.

-En la TV de Estados Unidos uno escribe una idea como borrador y luego llegan escritores que te ayudan a escribir el libreto. Entonces, cuando la idea es tuya, llega gente a trabajar para ti. Por eso, para mí "The affair" es hermoso: es la primera vez que puedo escribir sobre un mundo que creé yo y que llevo conmigo hace ya cuatro años -dice.

Sin embargo, la guionista sigue creyendo que la televisión es un ambiente áspero para trabajar.

-La presión es muy alta (...) Pero a medida que fui creciendo todo se fue haciendo más fácil en algunas cosas y más difícil en otras, porque también cada vez me daban más responsabilidades. Cada vez van llegando nuevos talentos a la TV, entonces la competencia es muy alta. Además de ser lo suficientemente buena como para llegar acá, también tienes que ser muy fuerte. Porque si te comienzas a sentir cansada o abrumada, en seguida llega alguien a reemplazarte. Este ha sido un trabajo que me ha dado mucho, pero que al mismo tiempo también ha tenido un costo muy alto en términos de que no puedo pasar tanto tiempo con mi familia. Una parte de mí está muy agradecida de haber podido llegar rápidamente a lo alto, pero hay otra parte que está un poco resentida.

-¿Todavía sientes la misma presión que cuando eras joven?

-Sí, pero de forma diferente. Al final, yo también me pongo mucha presión a mí misma para poder entregar la mejor versión de una historia. Así que siento que la presión que tengo ahora es más interna que externa. 

"Las mujeres que conozco que trabajan y son madres, todas buscan poder tener una carrera, hijos e igualdad con los hombres. No es algo tan extraordinario, ni tan loco de pedir o de pelear".

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