Miguel Torres se expande en Chile tras adquirir viña La Causa en Valle del Itata
lunes, 17 de abril de 2017
Luis Musquiz
Economía y Negocios
El Mercurio
El presidente de la filial chilena de la firma reconoció que es esencial que los vinos nacionales logren alcanzar un mayor valor para competir de mejor manera en los mercados internacionales.
Una de las primeras viñas extranjeras que decidieron apostar por expandir su producción en tierras chilenas fue la española Miguel Torres. Ya han pasado 38 años desde que Miguel Torres Carbó fundó en 1979 la filial chilena de la compañía. Hoy, Miguel Torres Maczassek, miembro de la quinta generación de la familia y nieto del visionario empresario que llegó a Chile en los setenta, intenta seguir el legado de sus ascendientes hispanos como presidente de Miguel Torres Chile y director general de Bodegas Torres. Para continuar con esa tradición, el empresario reveló a "El Mercurio" que la compañía recientemente adquirió en $1.000 millones la viña La Causa, predio de 230 hectáreas situado en el Valle del Itata. En ella la firma ya invirtió $440 millones en plantaciones y este año tiene proyectado un desembolso de $435 millones en este mismo ámbito. En el predio buscan trabajar cepas que hoy son poco frecuentes, pero que en el pasado tuvieron renombre, como la variedad País. "La Causa representa eso: la búsqueda del origen de esta vitivinicultura chilena antigua", afirmó Torres. Agregó que "hoy nuestro foco como familia está en la búsqueda de la singularidad, el hallazgo de viñedos especiales y de producciones muy limitadas, tanto en España como en Chile". Para la filial chilena de la compañía, el empresario prevé para este año una facturación de US$ 31 millones. "El año pasado crecimos 8% en volumen y 10% en valor. Este año esperamos un 3% y un 8%, respectivamente. No estamos interesados en crecer en volumen", aseveró Torres. Respecto de los vinos en específico, aseguró que estos están enfocados principalmente en el mercado de las tiendas especializadas. "En el mercado doméstico, el precio retail por botella fluctúa entre $8 mil y $110 mil", sostuvo. Añadió que "en exportación el promedio de la caja de nueve litros está en los US$ 44 FOB. Nuestros vinos de producción más limitada se venden hasta en US$ 250 la caja de seis botellas". Mejora de imagen Respecto a la situación del vino chileno en el mundo, Torres aseguró que sigue creciendo a nivel internacional y destacó el alza que ha tenido en China. No obstante, también tuvo reparos. "Este crecimiento está mayormente basado en precios bajos y eso es lo que hay que cambiar. Hay que mejorar la imagen del vino chileno pre mium para competir con los del Viejo Mundo", aseveró. Para propender hacia lo anterior, indicó que es necesario volver a un trabajo más artesanal en la elaboración del vino y buscar mejores tierras. Además, dijo que "hay que valorizar el trabajo del viticultor y conseguir una relación más personal con el viñedo". Por ejemplo, manifestó que, "todavía hoy, cada vino de cada año es catado y aprobado por un miembro de la familia. Para mí es la única forma de asegurar la calidad, porque crecer por crecer no tiene sentido para nosotros". Confianza en Chile Torres Maczassek afirmó que la apuesta de su familia por invertir años atrás en Chile fue acertada, pese a que las empresas extranjeras no invertían en el país por miedo a la inestabilidad política. "Hoy sabemos que la decisión fue correcta y pensamos que en Chile aún hay posibilidades de descubrir nuevos terroirs y desarrollar nuevos proyectos", destacó. Añadió que "Chile sigue siendo un país atractivo para invertir. Dentro de la región es uno de los países más estables económicamente, con una inflación controlada". También subrayó que, desde el ámbito agrícola, sigue siendo una geografía privilegiada por la presencia de barreras naturales y un clima óptimo para el desarrollo de la vitivinicultura. El presidente de Miguel Torres Chile también reconoció que hoy su principal temor es el cambio climático: "En todo el mundo ya se están sintiendo las consecuencias y ello afecta y afectará al vino, ya que las plantaciones son sensibles a las temperaturas". Reveló que en la viña buscan bajar su huella de carbono un 30% entre 2008 y 2020.
