Moreno, ante el desafío de acabar la guerra con los medios que abrió Correa
domingo, 09 de abril de 2017
GASPAR RAMÍREZ Enviado especial
Internacional
El Mercurio
QUITO Durante el período que termina fueron abiertos unos 800 procesos contra periodistas y medios.
"Señor Lenín Moreno", dijo un periodista del canal Teleamazonas en una conferencia en la casa de campaña oficialista esta semana, e hizo una pregunta. Al frente, Lenín Moreno escuchaba, micrófono en mano, y luego respondió: "Yo soy Presidente electo del Ecuador. Cuando me trate con respeto contestaré su pregunta. Tratémonos con respeto". Uno de los conflictos más visibles que hereda Lenín Moreno del Presidente saliente, Rafael Correa, es la batalla entre el gobierno y la prensa independiente que comenzó el Mandatario cuando llegó al poder en 2007, y sobre todo desde el inicio de su segundo período, en 2013, con el Ejecutivo impulsando leyes restrictivas gracias a la mayoría legislativa. Una lucha que Lenín Moreno, al menos durante la campaña, prometió moderar. Las primeras señales dejan dudas. El domingo en la noche, cuando el conteo de votos oficial lo daba por ganador con más del 90% escrutado, Moreno, desde un escenario en un acto político en la Avenida de los Chyris, dijo: "Ganamos, hasta Teleamazonas nos da por ganadores". Teleamazonas es el principal canal independiente del país, con sede en Guayaquil, la ciudad natal del candidato de centroderecha Guillermo Lasso y de líderes opositores, como Jaime Nebot y Cynthia Viteri. La pelea de verdad empezó el 25 de junio de 2013, cuando, después de cuatro años de debate en el Parlamento, entró en vigencia la Ley Orgánica de Comunicación -bautizada por los medios como "ley mordaza"- que permitió al gobierno autorizar la información que aparecía en los medios y cómo la publicaban, y creó un organismo a cargo de esa tarea: la Secretaría de Comunicación. Desde entonces, según la ONG Fundamedios, fueron abiertos 800 procesos contra periodistas y medios. 500 de estas causas se resolvieron con sanciones, multas o la obligación de publicar disculpas, y el gobierno ha recaudado cerca de 5 millones de dólares en multas solo por la aplicación de la Ley de Comunicación. Como en el caso de "Bonil". Encontronazos Como todos los días de los últimos 16 años, el 28 de diciembre de 2013 Xavier Bonilla publicó su caricatura en la página editorial del diario El Universo. Como todos los días, la firmó como "Bonil". Como todos los días, dibujó algo que creía que no estaba bien: ese día ironizó con el allanamiento a la casa de un periodista acusado por Correa de hackear su cuenta de correo y la del Vicepresidente, Jorge Glas. Un mes después, la justicia ecuatoriana obligó a "Bonil" a publicar un dibujo a modo de rectificación. Bonilla dice que ha tenido cuatro "encontronazos" con el oficialismo por sus dibujos. Tres de ellos bajo la Ley de Comunicación. Uno "más sonado" que los otros: la caricatura donde policías robaban televisores, computadores y de todo en la casa del periodista Fernando Villavicencio, y que el 5 de febrero de 2014 "Bonil" debió rectificar con Villavicencio y los agentes en un allanamiento amistoso. "El tiempo nos permitió corroborar los motivos de la persecución a este periodista. Él destapó los casos de negociados en el mundo petrolero, y hoy tiene orden de arresto", dice "Bonil" a "El Mercurio". El dibujante publica como freelance desde hace 20 años en el principal diario independiente de Ecuador. "En la medida en que he seguido publicando en el periódico, yo he considerado que es un respaldo", dice "Bonil" sobre el apoyo que recibió de parte de El Universo, un medio que sabe de presiones. El caricaturista recuerda que el episodio de la rectificación "culminó con una sentencia que hizo que el gobierno metiera la mano al bolsillo de El Universo y extrajera 92 mil dólares de multa". En 2010, ese periódico publicó una columna que Correa consideró "injuriosa". La justicia sancionó al medio con una multa de 80 millones de dólares y cuatro años de cárcel para sus directivos. Después, la multa bajó a US$ 40 millones y un año de cárcel. Después, Correa los "perdonó". César Ricaurte, director de Fundamedios, dice que uno de los aspectos más preocupantes de esta "guerra" son las "agresiones verbales constantes y descalificaciones públicas" de Correa. "En sus cadenas, el Presidente da nombres de periodistas, los identifica con fotos e insta a sus seguidores a que 'les den su merecido'", dice el activista de derechos humanos. En una de sus cadenas habituales, "las sabatinas", Correa mostró otro dibujo de "Bonil" donde el caricaturista se burlaba de las obras públicas, los "elefantes blancos" del gobierno. Bonilla dice que nadie lo encaró en la calle. "Para mala suerte del Presidente, lo que he recibido en estos años ha sido respaldo, gente que se acerca a solidarizar o a expresar rechazo al gobierno", comenta el caricaturista. Hasta 2013, "Bonil" colaboraba con cinco revistas que cerraron a medida que el gobierno apretaba el cerco mediático. Cuando Correa llegó al poder, había un medio estatal: Una radio. Hoy, el aparato público que tiene 43 medios entre radios, diarios, canales de televisión y agencia de noticias. El oficialismo usó su aparato de medios en la recta final de la campaña. Fundamedios monitoreó entre el 17 y el 23 de marzo a seis medios de comunicación estatales, y el estudio arrojó que "continúa con mayor fuerza la campaña de desprestigio" contra Guillermo Lasso. Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dice que hay varios caminos para cambiar las normas restrictivas. Algunos "por voluntad política del Presidente" -como no aplicar o no utilizar el régimen de sanciones de la ley, o dejar vacante el cargo de la secretaría de comunicaciones-, o reformas legislativas. Lo que parece claro es que con el nuevo gobierno, la disputa con los medios entrará en una nueva etapa.
