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En la oposición, en tanto, consideran que las cotizaciones adicionales deben ir íntegramente a las cuentas individuales:

Nueva Mayoría redobla apuesta y pide que el fisco aporte 5% más de ahorro previsional, en medio de polémica entre Hacienda y Trabajo

domingo, 26 de marzo de 2017

Pablo Obregón y Carlos Agurto
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

En el PS consideran que los cinco puntos de cotización con cargo a los empleadores no son suficientes, mientras que sectores del PPD proponen que las personas de rentas altas sigan cotizando en las AFP y los más pobres puedan ir al sistema público.



Hoy es día de marcha. Otra más. Ahora le corresponde ocupar la Alameda, por cuarta vez desde julio 2016, al movimiento No Más AFP.

La fecha no es accidental. Los plazos se acortan y el Gobierno corre contra el tiempo en su objetivo autoimpuesto de presentar una reforma previsional antes de que finalice el actual periodo.

El propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés -quien capitanea esta iniciativa, y así lo hizo ver esta semana, cuando desautorizó a la ministra de Trabajo, Alejandra Krauss-, se había comprometido para tener una propuesta lista en los primeros días de marzo. Sin embargo, los plazos se han extendido, y una posibilidad es que el proyecto sea anunciado durante el Mensaje Presidencial del 21 de mayo.

Cualquiera que sea la fecha que finalmente se elija, la promesa de la Presidenta Michelle Bachelet de abordar el tema a través de un gran acuerdo nacional chocó con la realidad. Los partidos de Gobierno y de oposición exhiben posiciones difíciles de conciliar, los ministros de Hacienda y Trabajo se enfrentan públicamente por el tono utilizado para comunicar los contenidos de la reforma, y la premisa que ahora pregonan desde La Moneda es bastante más humilde que al principio: presentar un texto lo más transversal posible, que apacigüe a la calle y que no agregue cuotas adicionales de incertidumbre económica.

El problema es que la búsqueda de transversalidad tropezó esta semana con una piedra que trastocó todos los planes. Mientras Valdés todavía procuraba un acuerdo entre todos los partidos con representación parlamentaria, la ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, se adelantó a todos y mostró las verdaderas cartas del Ejecutivo en un seminario sobre pensiones realizado el jueves de esta semana: describió el actual modelo previsional como un sistema quebrado, afirmó que la introducción del Pilar Solidario -principal herencia social del primer Gobierno de Bachelet- no le dio legitimidad al sistema, y remató revelando que la intención del Ejecutivo es que "ni un peso más" vaya a las AFP.

La reacción del ministro de Hacienda no se hizo esperar, y esa misma tarde Valdés calificó de imprudente a la ministra, aunque admitió que la visión del Gobierno es que los cinco puntos adicionales de cotización irían a una entidad distinta a las AFP.

Sin embargo, varios conocedores de las negociaciones que se han dado en los últimos meses entre el Gobierno y los partidos políticos aseguran que las diferencias entre Hacienda y Trabajo no se reducen a las formas poco ortodoxas que utilizó la ministra Krauss para referirse a las AFP, sino que también se extienden a los contenidos.

La posición predominante en el Gobierno es que -por un tema político, pero no técnico- las AFP no pueden acceder directamente a la administración de los cinco puntos de ahorro adicional. Sin embargo, hay matices que no son triviales. Mientras el Ministerio de Hacienda vería con buenos ojos la idea de licitar la gestión de esos recursos, tal como se hace con los fondos de cesantía -de hecho, es una de las posibilidades que todavía se están estudiando-, en el Ministerio del Trabajo tendría más fuerza la idea de crear una nueva entidad pública que se haga cargo de esa tarea o, en su defecto, entregar esa función al IPS.

El problema que supone crear una nueva burocracia estatal son los costos fiscales asociados a su puesta en marcha. Tampoco convencería la idea de entregar esa tarea al IPS -idea defendida por el PC en la minuta que entregó a La Moneda en 2016-, puesto que esa vía supondría invertir en el reforzamiento de un área financiera que hoy prácticamente no existe.

Más allá de cuál sea el organismo que finalmente asuma la administración del ahorro adicional, la idea que se baraja en el Gobierno es que una parte de esas platas vayan a cuentas personales y otra al financiamiento solidario.

Otras fuentes agregan más elementos para justificar el incidente de esta semana: dicen que en Hacienda saben que las AFP son el canal más adecuado para gestionar los nuevos recursos -esa es su competencia básica-, pero que la efervescencia callejera, sumada a la deteriorada imagen de esas administradoras y las complejidades de un año electoral, hacen inviable para el Gobierno "vender" un proyecto que implique darle más recursos a las AFP.

¿Fue derrotado Valdés? En el mundo de las AFP creen que no. "Una de las cosas que el ministro despejó es que nadie le va a pegar un manotazo al 10% ni al flujo ni al stock de recursos acumulados. El ministro salvó los muebles", dice una fuente de esa industria.

"Cuando usted tiene un llamado de la Presidenta a construir un acuerdo, eso significa ceder algo, sin olvidar que hay un sector en la calle que no le gusta ni esto y que quiere volver al reparto", agrega esa fuente.

Redoblar la apuesta o dejar todo para el próximo Gobierno

La antesala del impasse entre Hacienda y Trabajo estuvo marcada por los esfuerzos de los partidos por hacer prevalecer sus posiciones en Teatinos 120. Parlamentarios de todas las tiendas hicieron llegar al Gobierno sus propuestas en materia previsional, proceso en que se evidenciaron las diferencias que existen no solo entre el Ejecutivo y la oposición, sino también entre Hacienda y los partidos de Gobierno.

Mientras algunos, como el Partido Radical, transmitieron la idea de enfocarse en mejorar las pensiones básicas y dejar el debate estructural para un próximo Gobierno, otros, como el PS, optaron por redoblar la apuesta y avanzar hacia un modelo que supone estatizar parte del sistema.

En lo que sí hay acuerdo entre el Gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría es en que los cinco puntos adicionales de cotización no irían automáticamente a las AFP -como ocurre hoy con el 10% de ahorro- y que la eventual reforma no tocará los fondos ya acumulados en las cuentas individuales de los trabajadores.

También hay coincidencia en que no es viable aumentar la edad de jubilación: "Lamentablemente, por un tema político, ellos (el Gobierno) no estarían de acuerdo con subir ahora la edad de jubilación. La propuesta que se conversó en la mesa es hacer un incentivo a que las mujeres jubilen más tarde y que exista un subsidio cruzado de los hombres a las mujeres para que puedan jubilar más tarde y reciban más plata. Eso se ha planteado como una alternativa a hacerlo obligatorio", indica un presente en las reuniones.

Letelier (PS): diez puntos adicionales de cotización, cinco con cargo al fisco

La semana pasada, el Partido Socialista entregó formalmente su propuesta previsional al ministro Valdés. Según el senador de esta colectividad Juan Pablo Letelier, el jefe de las finanzas públicas se mostró "receptivo", aun cuando la propuesta del socialismo dista de la línea que propugnan en Teatinos 120.

El PS transmitió a Valdés la idea de que los cinco puntos porcentuales adicionales de cotización no son suficientes para mejorar las pensiones y que se requieren otros cinco puntos más de ahorro, pero con cargo al fisco.

En otras palabras, la propuesta del socialismo es aumentar al doble la actual tasa de ahorro previsional. Los diez puntos de ahorro del actual sistema seguirían yendo a las cuentas individuales de los trabajadores y con el ahorro adicional se construiría un nuevo fondo colectivo, que quedaría bajo la administración de una entidad pública.

Este (fondo) no sería un modelo de cuentas individuales, no sería heredable y no constituiría propiedad del trabajador, aclara Letelier.

Además, los beneficiarios de este nuevo esquema serían solo los contribuyentes que cumplan con determinados requisitos de años y densidad de cotización, tal como ocurría en el pasado con el sistema de reparto. Las cajas previsionales que operaban en Chile hasta antes de la creación de las AFP, en la década del ochenta, exigían un mínimo de años de cotización para acceder a una pensión. En el caso de la Caja de Seguro Social (la más masiva de esa época) se exigían quince años de cotización.

En la propuesta del PS, las personas que no alcancen a cumplir con el umbral de ahorro quedarán cubiertas por la Pensión Básica Solidaria.

De todos modos, fuentes de la Nueva Mayoría indican que el hecho de no incluir ahora un aporte fiscal no supone una derrota del PS frente a Hacienda.

La colectividad habría abordado las negociaciones a sabiendas de que el aporte fiscal podría usarse como moneda de cambio con Hacienda, siempre y cuando los cinco puntos adicionales de cotización patronal fueran a una entidad pública: "Con eso, usted logra el 80% de las cosas que obtendría con la propuesta B, sin ser exactamente igual, tiene viabilidad política y es menos conflictiva con las AFP", admite una fuente que ha participado del debate.

En el PS y otros sectores de la Nueva Mayoría adhieren a las ideas del economista Andras Uthoff , integrante de la Comisión Bravo, que en esa instancia propuso derechamente incorporar un componente de reparto al actual sistema (propuesta B de esa instancia), lo que supone aumentar el aporte del empleador y sumar una contribución fiscal. Otros ideólogos de esa propuesta, como Christian Larraín y Hugo Cifuentes, han asesorado al PPD y la DC.

"Valdés se ha reunido con los socialistas en las últimos meses, y no tienen mucho acuerdo. A esas reuniones van muchas veces acompañados por Uthoff, y al ministro no le gusta mucho eso. Andras es el "hombre propuesta B", y justamente una de las cosas que el ministro no quiere es la propuesta B", admite un conocedor de las conversaciones que se han dado durante las últimas semanas.

Muñoz (PPD): cotizantes de sueldos bajos deberían ir a un sistema público

La senadora del PPD Adriana Muñoz -integrante de la Comisión de Trabajo de la Cámara Alta- es una de las voces autorizadas de esa colectividad en materia laboral y previsional, sin embargo aclara que su posición es personal y que quienes han participado de las negociaciones con Valdés son el senador Jaime Quintana y el presidente del Partido, Gonzalo Navarrete.

Hecha la advertencia, la senadora señala que no basta con que los cinco puntos porcentuales adicionales de cotización vayan a una entidad pública. Ella es partidaria de crear un sistema mixto, en que los cotizantes de rentas altas puedan seguir ahorrando en las AFP y que las personas de rentas bajas (de hasta $500 mil mensuales, por ejemplo) vayan a un sistema público.

De prosperar, estas propuestas operarían solo para los nuevos cotizantes. Los antiguos mantendrían la propiedad sobre el stock de ahorros acumulados en sus cuentas individuales, aunque tengan rentas bajas.

Otras fuentes del PPD reconocen que la posición de esta colectividad está muy en línea con las propuestas del PS y que, en agosto de 2016, hicieron llegar al Gobierno una serie de planteamientos: primero, mejorar el pilar básico solidario y, segundo, que los ahorros nuevos vayan a un fondo solidario administrado por el Estado.

Velasco (PRSD): reforma de fondo para el próximo Gobierno

La posición del PRSD está perfectamente alineada con lo que ha planteado el abanderado presidencial cercano a esa colectividad, Alejandro Guillier: abordar ahora los temas urgentes y dejar el debate previsional de fondo para el próximo gobierno.

El presidente de los radicales, Ernesto Velasco, indica que la idea del partido es mejorar las pensiones básicas solidarias y dejar la reforma estructural para el próximo gobierno.

El candidato Guillier ha entregado algunas luces sobre cómo sería la reforma previsional que él tiene en mente: igualar la pensión mínima con el sueldo mínimo, sin detallar la forma en que podría financiarse esa medida, y cambiar la política de inversiones de los fondos previsionales. Por ejemplo, invertir parte de los ahorros en Codelco.

García Ruminot (RN): cinco puntos de ahorro adicional a las cuentas individuales

En la vereda opuesta, Renovación Nacional (RN) defiende la idea de que los cinco puntos extras de cotización que propone la Presidenta vayan a las cuentas individuales de los trabajadores: "De lo contrario, se seguirá postergando el aumento de las pensiones, vamos a condenar a quienes hoy trabajan a tener pensiones bajas", afirma el senador de esa colectividad, José García Ruminot.

Las ideas que han transmitido al Gobierno -indica García Ruminot- apuntan a construir un sistema previsional "más universal", lo que implica, primero, que los independientes comiencen a cotizar de manera obligatoria y, segundo, a hacer imponibles todos los ingresos monetarios que reciben los trabajadores.

Hoy no todos los ingresos que recibe el trabajador se consideran como parte de la base de cálculo sobre la que se realizan los descuentos previsionales. Se excluyen, por ejemplo, las asignaciones de movilización, bonos y viáticos, etc.

En lugar de aumentar la edad de jubilación de manera obligatoria, RN propone crear incentivos para que los trabajadores posterguen voluntariamente esta decisión.

DC: Aporte para la cuarta edad y mejorar pensiones con fondos soberanos

Desde el falangismo son partidarios de intentar modificar el sistema de pensiones durante la actual administración en paralelo a la carrera presidencial. De hecho, es uno de los ejes programáticos de la precandidata de la colectividad, la senadora Carolina Goic. "Como partido de gobierno, no podemos ir quitándole el bulto a un tema que se instaló como una de las prioridades de la agenda ciudadana", afirma Gabriel Silver, vocero de los diputados de la DC.

¿Cuál es la propuesta del partido? Que los empleadores aporten cinco punto más de ahorro previsional y que esos dineros extras se dividan: una parte iría a las cuentas individuales de los trabajadores y otra parte se utilizaría para mejorar las pensiones de las personas de la cuarta edad, que son aquellos que tienen más de 80 años.

Para el corto plazo, la DC plantea mejorar las pensiones más bajas con cargo a los fondos soberanos.

PC: Fondo colectivo administrado por el IPS

El Partido Comunista (PC) también elaboró un documento con propuestas que apuntan, en lo grueso, a que los cinco puntos adicionales de ahorro sean administrados por el Estado.

Pero a diferencia de otras colectividades de la Nueva Mayoría, la idea del PC es que esos recursos vayan a una institución que ya existe: el Instituto de Previsión Social (IPS), organismo que tiene una red de sucursales a lo largo del país ya instalada, lo que disminuiría los costos de implementación de esta medida.

El PC también propone aumentar el tope imponible.

Amplitud: aumentar flujo de ahorro en US$ 2.400 millones

Amplitud también entregó sus propuestas esta semana. La idea del partido es aumentar el ahorro previsional en cuatro puntos porcentuales en un plazo de 8 años, con cargo al empleador: "Esto equivaldría a US$ 2.400 millones anuales en ingresos extras al sistema", afirma el coordinador político del partido, Carlos Lobos.

La idea, según Lobos, es que dos puntos porcentuales se destinen a las cuentas individuales de los trabajadores, lo que representaría un flujo adicional de US$ 1.200 millones anuales, y dos puntos a un pilar de ahorro colectivo solidario. Esta propuesta también plantea complementar los dos puntos de ahorro colectivo con un aporte estatal de un punto porcentual adicional.

"Este aporte del Estado se deberá hacer reordenando las prioridades del gasto público", afirma Lobos.

Además, Amplitud apoya varias de las iniciativas que surgieron de la Comisión Bravo, como aumentar el actual tope imponible de 73,2 Unidades de Fomento ($1,93 millones) a 109,8 Unidades de Fomento ($2,9 millones) al mes; cotizar por el total de la remuneración (incluyendo bonos y asignaciones que hoy no son imponibles).

UDI: que el seguro de cesantía sea cotizable

El 6 de septiembre de 2016, la UDI ya había entregado una propuesta formal al Gobierno. Esa vez, el partido planteó que todo el ahorro adicional debe ir a las cuentas individuales de los trabajadores y que en caso de que los fondos registren rendimientos negativos, las pérdidas sean compartidas por las AFP a través de una parte de las utilidades que obtienen. A la vez, el gremialismo propone que si las AFP obtienen altas utilidades, cierto porcentaje sea distribuido entre los afiliados.

Para enfrentar las lagunas previsionales que se producen en periodos de desocupación, esta colectividad propone que el pago por seguro de cesantía sea cotizable. La idea es que los afiliados sigan ahorrando incluso mientras consiguen un nuevo trabajo.

EN EL PS y otros sectores de la Nueva Mayoría adhieren a las ideas del economista Andras Uthoff, integrante de la Comisión Bravo, que propuso incorporar un componente de reparto al actual sistema.

PARLAMENTARIOS de todas las tiendas hicieron llegar al Gobierno sus propuestas en materia previsional, proceso en que se evidenciaron las diferencias entre el Ejecutivo, la oposición y los partidos de Gobierno.

MIENTRAS Rodrigo Valdés todavía procuraba un acuerdo entre todos los partidos, Alejandra Krauss describió el actual modelo previsional como un sistema quebrado y reveló que la intención del Ejecutivo es que "ni un peso más" vaya a las AFP.

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