Los vasos sanguíneos de un indígena de 80 años del Amazonas de Bolivia son flexibles como los de un estadounidense de 50 años y apenas presentan signos de arteriosclerosis, según concluyó un estudio publicado en la revista The Lancet y realizado por la U. de Nuevo México (EE.UU.). Los investigadores atribuyen la buena salud cardíaca de los indígenas probablemente a su alimentación, baja en ácidos grasos saturados y rica en fibra vegetal, así como al intenso movimiento (solo descansan el 10% del día) y su renuncia absoluta al tabaco. Para el estudio se investigaron a 705 miembros de la tribu tsimané, a quienes se les hicieron tomografías computarizadas de sus arterias, se les midió sus niveles de colesterol, azúcar en sangre y tensión sanguínea. La conclusión fue que el 85% de los sujetos de estudio de entre 40 y 94 años no presentaban ningún tipo de riesgo a sufrir enfermedades cardíacas, una tasa que solo es del 14% en países como Estados Unidos.