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La astronomía es un buen punto de partida para que los niños se acerquen a la ciencia

lunes, 20 de marzo de 2017

Alexis Ibarra O.
Educación
El Mercurio

A partir de ella, pueden aprender nociones de física, química, matemática y biología, además de estimular el pensamiento crítico.



Ir a la feria puede convertirse en una experiencia astronómica. Una entretenida actividad llamada "La Macedonia Planetaria" (https://youtu.be/iwtnfA8nIR0) propone hacer un sistema solar con frutas. "Si la Tierra es un tomate cherry, entonces la Luna es del porte de una avellana y, si se respeta la escala, la separación entre ambas es de un metro. Siguiendo la proporción, Júpiter sería del porte de una sandía", dice la astrónoma Sonia Duffau, del Instituto Milenio de Astrofísica y la Universidad Católica.

Esta es una de las tantas actividades que los escolares pueden realizar para profundizar sus conocimientos astronómicos. Ideal, pensando en que muchos estudiantes quedaron con el interés por saber más de esta ciencia luego de haber participado en alguna de las actividades de la "Semana de la Astronomía" que organizó Conicyt.

"La astronomía es una ciencia muy visual y por eso atrae a los niños. Encara preguntas fundamentales de nuestra existencia y, por lo tanto, es un buen punto de partida para que se introduzcan al mundo de la ciencia y el pensamiento crítico", dice Luis Chavarría, director del programa de astronomía de Conicyt.

Tiempo y dimensiones

Para llevar esta ciencia a la sala de clases o a talleres extraprogramáticos, Chavarría propone comenzar con los conceptos básicos como las escalas de distancia que se usan en la astronomía o aprovechar algún fenómeno (Luna llena o un eclipse) para usarlo como gancho para hablar sobre gravedad u órbitas, por ejemplo.

También es necesario que los niños tengan nociones de que el Sistema Solar es más pequeño que la Vía Láctea, que es nuestra galaxia, y que galaxia no es sinónimo de universo. "En mi experiencia, los niños disfrutan y se asombran cuando haces escalas de tiempo y comparas cuándo se creó la galaxia, hace cuánto tiempo se formó el Sistema Solar y cuándo comenzó la vida en la Tierra", agrega Duffau.

Otro recurso pedagógico es analizar cómo las distintas culturas han visto e interpretado el cielo y sus fenómenos. "Se puede analizar, por ejemplo, por qué habrán pensado así a la luz de lo que hoy conocemos de estos cuerpos y fenómenos", dice la astrónoma.

Los especialistas coinciden en que no es necesario gastar en caros telescopios para enseñar astronomía. "Sirven, por ejemplo, para aprender las nociones del sistema de coordenadas empleado en la astronómica, que en esencia es aprender a dónde mirar", dice Duffau.

En cambio, proponen realizar salidas con los estudiantes a los múltiples observatorios turísticos y educativos que ya hay en el país, como también al Planetario. Otra idea es usar herramientas computacionales como Google Sky, que muestra imágenes del cielo (constelaciones, sistemas planetarios, etc.) captadas con distintos telescopios y que, además, permiten recorrer la superficie de Marte y la Luna.

En el celular también hay aplicaciones (gratis y pagadas) para ver el cielo nocturno. Entre ellas Sky Map, que usa el GPS y el giroscopio del celular para saber la ubicación de la persona y la zona del cielo a la que se está apuntando con la cámara. Así, les muestra constelaciones, satélites o planetas que el estudiante puede ver a simple vista.

Quien quiere profundizar más puede asistir a talleres como los que da la Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica (Achaya). "Una buena idea es organizar charlas con estudiantes de astronomía que pueden contar su experiencia de una forma más cercana de lo que lo haría un astrónomo de más experiencia", dice Duffau.

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