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Javiera Parada se lanza a diputada por el Frente Amplio:

"No vamos a crecer a costa del PC, vamos a competir y les vamos a ganar"

domingo, 12 de marzo de 2017

M. Soledad Vial
Reportajes
El Mercurio

La ex agregada cultural asegura que el bloque que representa no buscará alianzas electorales con la Nueva Mayoría y que el oficialismo "está repitiendo el mismo error de 2013: convocar a una figura y no conversar sobre los acuerdos programáticos y el país que quieren".



Quiere "cambiar el rumbo de la historia" en noviembre. Llevar al Frente Amplio a segunda vuelta presidencial y sacar 10 o 12 diputados. "La crisis es tan grande que si lo hacemos bien y tenemos un buen candidato o candidata, tenemos posibilidades", dice Javiera Parada, sentada en su iluminado living que mira el Parque Bustamante, donde las bicicletas les compiten a los autos en el taquillero Barrio Italia.

Activista incansable por la asamblea constituyente, se enoja cuando le preguntamos si de verdad es "la regalona de Bachelet" por la paciencia que la Presidenta tuvo con sus incorrectos tuiteos desde Nueva York, mientras era su agregada cultural. Pero recupera su sonrisa cuando habla del Frente que Giorgio Jackson, el líder de su partido Revolución Democrática, creó junto a Gabriel Boric y otros partidos y movimientos de izquierda extra Nueva Mayoría. "Chile no había tenido desde la dictadura una opción de construcción social, cultural y política tan clara. Conozco gente que votó en el plebiscito y nunca más, ahora van a votar por nosotros", dice muy segura.

Se siente segura también en el nuevo distrito 8 -Colina, Lampa, Tiltil, Quilicura, Pudahuel, Estación Central, Cerrillos y Maipú-, donde quiere disputar un cupo de los cuatro que se sumaron a los que hoy ocupan los diputados "incumbentes" Pepe Auth (ind.), Patricio Melero (UDI), Joaquín Lavín León (UDI) y Gabriel Silber (DC). No serán los únicos, pues ya sabe que entre los interesados están la hija del histórico alcalde socialista Johnny Carrasco, la comunista Lorena Pizarro y otros nombres de su propia fuerza.

Javiera Parada conoce bien ese terreno, en especial Quilicura donde fue encontrado en 1985 el cuerpo de su padre, José Manuel Parada, degollado junto a los comunistas Santiago Nattino y Manuel Guerrero. "El alcalde Juan Carrasco se ha dedicado a mantener viva su memoria", varios colegios y jardines infantiles los recuerdan. "Todos creen que nosotros tenemos concentrados nuestros activos en Santiago Centro y Providencia. No es cierto, aquí crecimos mucho en firmas", explica sobre una campaña en la que participó, como también en la pasada municipal.

-Ahora va por el Congreso, ¿qué se jugará ahí en el próximo período?

-El cambio de ciclo se ha anunciado varias veces, pero está comenzando ahora porque esta crisis político-institucional es inédita en 30 años de transición. Gracias a la nueva Ley de Partidos Políticos, al refichaje, a la ley antidíscolos, estamos ad portas de la debacle del sistema político como lo conocemos. Que haya candidatos que quizás no se puedan inscribir o se necesite una ley corta, nos pone en una situación única. No hay que usar más el término "vieja política", sino "mala política", porque la vieja política era muy buena. Ahora viene un ciclo en que la ciudadanía está recuperando la política y la apuesta del Frente Amplio es construir una fuerza social que tenga representación política, no al revés.

-¿Y ustedes podrán cumplir los requisitos para inscribir a su candidato presidencial?

-Con las fuerzas del Frente Amplio estamos definiendo si vamos a juntar 35.000 firmas de independientes, o vamos a utilizar alguno de los partidos que ya existen.

-Cuando habla de "fuerza", ¿a quiénes ve ahí? ¿A los que votaron por la Nueva Mayoría, por Bachelet en 2013?

-Hay gente en los sindicatos, en organizaciones como "No + AFP", en partidos regionalistas. Hay un activo de personas que consideran que la política sigue siendo un espacio para la construcción común de sociedad, pero se han visto profundamente desilusionadas por los últimos años y han dejado de votar. Mucha gente que creyó en el proyecto de la Nueva Mayoría, en un programa transformador que intentaba superar las lógicas de la transición, se vio frustrada por la renuncia de los mismos partidos. También gente que nunca votó por la Concertación, que nunca le alcanzó esta democracia de baja intensidad.

-Las encuestas siguen mostrando que la mayoría de los chilenos rechazan estas reformas, ¿por qué insistir?

-Antes de conquistar el poder político y cambiar leyes, hay que crear hegemonía cultural y entender cuál es el sentido común de la gente. El gran triunfo del neoliberalismo en Chile y el mundo es que nos metió muy adentro el individualismo, como sociedad entendimos que el bienestar común era condición para el bienestar personal. Para hacer las reformas estructurales que planteaba el programa de la Nueva Mayoría había que crear una fuerza social capaz de impulsarla y oponerse a los "dueños de Chile", no bastan las mayorías electorales.

-Es la centroizquierda la que ha gobernado el país los últimos 35 años y con apoyo mayoritario, un apoyo que hoy no tienen ni el Gobierno, ni las reformas.

-La gente en democracia se expresa a través de las votaciones y en las últimas elecciones votó por un programa que prometió reformas estructurales. Hay mucha tentación de decir que el fracaso de la Nueva Mayoría ha sido por mala gestión de las reformas y más allá de que algunas cosas pudieron hacerse mejor, aquí faltó crear una fuerza cultural y social. Nuestra apuesta del Frente Amplio es precisamente que no nos ocurra eso.

-¿Por qué tendrían que saber ustedes mejor que la propia gente lo que es bueno para ella?

-La gente está saliendo a marchar porque quiere un mejor sistema de pensiones...

-... también porque quería educación de calidad y ahora rechaza la reforma educacional. ¿Pudiera ser que no le gusten los cambios que se hicieron?

-No se pueden pedir resultados en dos años a un sistema educacional que lleva funcionando 40. Hay una serie de leyes que van encadenadas y sus resultados los vamos a ver en 20 años. Es muy pronto para evaluar.

La asamblea constituyente no es negociable

-¿Qué tan profundas son sus diferencias con la Nueva Mayoría? No parecieran tan graves si varios trabajaron en el Gobierno.

-Algunos de nosotros creíamos que el programa de la Nueva Mayoría era transformador y que en la decisión de cambiar la Constitución, de reformar la educación y los impuestos había un intento por pasar al nuevo ciclo. Pero no tienen un acuerdo real, fueron a buscar a Michelle Bachelet a Nueva York para volver a gobernar sin un convencimiento profundo en el programa.

-¿Cómo ve en eso a Alejandro Guillier, el candidato con más posibilidades de encabezar a la Nueva Mayoría?

-Veo que la Nueva Mayoría está repitiendo exactamente el mismo error de 2013: convocar a una figura y no conversar sobre los acuerdos programáticos y el país que quieren. No vamos a participar con ellos ni de esta ni en otras elecciones; no vamos a hacer alianzas con personas o partidos que estén en otra coalición.

-¿Tampoco apoyarían a su candidato en segunda vuelta para frenar a la derecha como hicieron con Bachelet?

-Esperamos pasar a segunda vuelta con nuestro o nuestra candidata. Dicho eso, en el último congreso de RD decidimos que el apoyo en segunda vuelta lo definiremos a través de un plebiscito. Estamos convencidos de que la nueva Constitución debe emanar de una asamblea constituyente y no vamos a negociar eso.

-A propósito de presidenciables, ustedes ya tienen varios, ¿cuál es el suyo? ¿Prefiere a Vivaldi, a Mesina, ahora Mayol?

-En RD suenan con mucha fuerza dos nombres: la economista Claudia Sanhueza y el presidente Sebastián Depolo. Los conozco y admiro, y el que salga será mi candidato o candidata. Son muy buenos nombres, pero también podría aparecer una sorpresa, alguien disponible y que tenga mayor conocimiento.

-¿Un Fernando Atria, por ejemplo, ideólogo que ustedes siguen y muy cercano suyo? ¿Debería dejar el Partido Socialista?

-Sí, con todo el respeto y cariño que le tengo, está en el lugar equivocado. Las ideas que impulsa no tienen agua en la piscina donde está. Se lo hemos manifestado.

"Igualdad y libertad son principios que están al mismo nivel"

-Hablando de acuerdos, ¿podrían tenerlos en el futuro con el Partido Comunista que los acusa de querer crecer a costillas suyas?

-Como RD tenemos acuerdos con el PC en varios temas, pero no hay ninguna posibilidad mientras sigan siendo parte de la Nueva Mayoría. Yo y toda mi familia fuimos comunistas, mi hermano lo sigue siendo, le tengo un gran cariño y respeto; no vamos a crecer a costa del PC, vamos a competir y les vamos a ganar.

-Además de la Nueva Mayoría, ¿dónde están sus principales diferencias?

-Me fui del PC cuando comenzó la crisis de los países del Este y de los socialismos reales, me di cuenta de que la democracia y la libertad no estaban dentro de sus conceptos fundamentales. Igualdad y libertad son principios que están al mismo nivel, generar condiciones de igualdad es para que los seres humanos puedan ser más libres y haya más democracia.

-¿Cómo ve usted el impasse entre la DC y el PC? ¿Está de acuerdo con Cuba en prohibir la entrada de Mariana Aylwin?

-No estoy de acuerdo con que ningún país le niegue la entrada a nadie que no tenga antecedentes criminales o sea un peligro para la seguridad nacional. Entendiendo la importancia gravitante de la revolución cubana para la historia, tengo grandes diferencias con el régimen cubano; no comparto que no hayan dejado entrar a Mariana y al secretario de la OEA, si bien Estados Unidos lo hace todos los días y Chile lo hizo con activistas de derechos humanos. Dicho todo eso, me parece totalmente burdo en lo que lo transformó la DC. La DC tiene bastantes razones en Chile para decir abiertamente si no quiere estar con el PC, no tiene que ir a buscar un impasse en otro país en el que el PC chileno no tiene nada que ver.

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