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Heraldo Muñoz, ministro de Relaciones Exteriores:

"Trabajaremos con quienes estén disponibles en apertura e integración. Si es China hoy día, será así; ojalá sea Estados Unidos"

domingo, 12 de marzo de 2017

Phillip Durán
Política
El Mercurio

Canciller adelanta el debate de la cumbre de países del Asia-Pacífico, que se realizará en Viña del Mar el 14 y 15 de marzo. El gobierno de Trump, que rechaza profundizar acuerdos comerciales, estará representado por su embajadora en Santiago.



El próximo martes 14 de marzo, la Presidenta Michelle Bachelet ofrecerá una cena en el palacio de Cerro Castillo a los representantes de los 15 países invitados a la cumbre del Asia-Pacífico, que se realizará en Viña del Mar.

Como presidente temporal de la Alianza del Pacífico -bloque formado también por Perú, Colombia y México-, Chile convocó a esta cita luego de que el nuevo gobierno del Presidente estadounidense, Donald Trump, tomara una decisión clave: Washington abandonaría el llamado TPP, acuerdo de libre comercio impulsado por la administración de Barack Obama y que reunía a naciones de la cuenca del Pacífico, excepto China.

Dicha iniciativa no solo profundizaba la liberalización del comercio en la zona, sino que se trataba de una herramienta importante para el objetivo norteamericano de recuperar influencia en la región ante la creciente presencia de Beijing.

En este escenario, ante el fin del TPP, Chile convocó tanto a los que habían negociado dicho pacto como, también a China, que ya aseguró su presencia en la cita. Posteriormente, Washington hizo lo propio.

A días del encuentro, el canciller Heraldo Muñoz explica que el objetivo será buscar alternativas para profundizar la integración comercial. Y ante el enfoque proteccionista de la administración de Trump, señala que "van a venir muchos ministros de países significativos del Asia-Pacífico, y en algunos casos vienen dos ministros", señala el canciller, aludiendo a que las invitaciones fueron para ministros de RR.EE. y de Comercio. En el caso de la Alianza del Pacífico, por ejemplo, está asegurada la presencia de ambos personeros por país.

-Usualmente Estados Unidos es representado en instancias como esta por el USTR (el Representante de Comercio) más que por los secretarios de Estado o de Comercio.

-Estados Unidos se hace representar por quienes ellos estimen conveniente. En este caso, la información que tenemos es que debido a que están en el proceso de instalación del gobierno del Presidente Trump, se harán representar por su embajadora en Chile.

-Lo que tenemos entendido es que el vocero del Departamento de Estado ha dicho que, en consideración a que están en el proceso de instalación y que algunas autoridades no están todavía en sus cargos -y porque pretenden continuar relacionándose con los socios de Asia Pacífico-, no habrá una presencia de (un personero de la) capital, sino que se harán representar por su embajadora.

-¿Es distinto en el caso de China?

-En el caso de China, viene una autoridad de Beijing.

-El objetivo de la cumbre es explorar alternativas de integración comercial. Ahí ya existe un estándar, que es el TPP. ¿Es ese el piso de la conversación?

-La idea de la reunión es básicamente dar una señal política potente de que queremos perseverar en un enfoque pluralista para la apertura del comercio, en diversas modalidades. Y hay distintas iniciativas en marcha; por cierto, la propia Alianza del Pacífico; está el TPP; está la del RCEP -que reúne a India, China, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelandia-; la iniciativa del Acuerdo de Libre Comercio del Asia Pacífico (FTAAP), en el marco de APEC. De modo que aquí hay modalidades diversas para avanzar. Lo que sí tenemos claro es el compromiso de Chile con la apertura del comercio, con la integración económica, porque creemos que ese es el mejor camino para crear prosperidad y empleo.

-El escenario está marcado por el enfoque de la administración de Trump, reticente a la profundización del libre comercio. Su mensaje más claro fue en torno al fin del TPP. ¿Cómo se conjuga eso con el objetivo de esta cumbre?

-Cada país es soberano de avanzar en la dirección y en el ritmo que estime conveniente. El comercio es algo voluntario. Lo que creemos es que no es un juego suma cero y que aquí podemos ganar juntos o perder juntos. Por lo menos, ese es el convencimiento de Chile y de varios de los países socios que vienen a esta reunión. Pero cada cual toma sus propias decisiones soberanas, y eso lo respetamos.

-Si se logran acuerdos, ¿algunos podrían mantenerse al margen? Me refiero a Estados Unidos asumiendo una línea distinta.

-No estoy seguro de que puedan surgir acuerdos formales, porque este es un primer intercambio de puntos de vista. Pero sí creo que algunos países quisieran que de aquí salga una señal de que es necesario reemprender rumbos en la dirección de la integración económica y la apertura, de modo que no me quiero anticipar al resultado.

-¿No está prevista una declaración al término de la cumbre?

-Es lo que hay que explorar. Si los países convocados deciden emitir algún comunicado, se hará. Si no, al menos yo consideraré emitir una declaración como " chairman ". Yo creo que muchos países vienen a escuchar y otros vienen con posturas mucho más elaboradas.

-¿Habrá alguna propuesta concreta de la Alianza Pacífico?

-Lo más claro es que la Alianza del Pacífico va a decir que estamos disponibles para negociar acuerdos comerciales con otros bloques y/o países, y eso es algo muy significativo, porque hasta ahora nos habíamos concentrado en la liberalización de bienes, servicios, personas y capitales entre los cuatro.

-El hecho de que China esté presente tiene que ver con el fin del TPP. Pero también porque China desde hace tiempo busca estrechar lazos con la región.

-Todos escuchamos las palabras del Presidente Xi Jinping en Davos, cuando abogó por la globalización, la integración económica y el comercio abierto. Y en esa perspectiva, por cierto es bueno escuchar a China sobre los distintos esquemas que tenemos por delante. Ellos han tenido un papel muy importante en avanzar hacia el área de libre comercio de Asia Pacífico. Nosotros tenemos mucho interés en que esa propuesta pueda avanzar.

Guerras comerciales

-Da la impresión de que hay mayor afinidad en criterios y objetivos en estos momentos con China que con Estados Unidos.

-Chile puede responder por su propia política internacional, y la postura es clara: vamos a seguir en el camino de la apertura, de la integración, porque eso es lo que ha creado empleo, prosperidad y que nos proporciona para enfrentar los problemas de pobreza y desigualdad. Así que vamos a trabajar con quienes estén disponibles en esa perspectiva. Si es China hoy día, será así; ojalá sea Estados Unidos.

-Así como era viable el TPP sin China, ¿es viable un acuerdo amplio sin Estados Unidos?

-Chile tiene que estar dispuesto a trabajar con todos los socios que estén disponibles para trabajar con nosotros. Somos un país relativamente pequeño que depende del comercio exterior, de la existencia de normas internacionales, de un sistema lo más ordenado posible y de reglas claras en un marco de estado de derecho, y esos van a ser los parámetros para la acción de Chile.

-¿Cuánto afectaría que Estados Unidos perseverara en esta línea de mayor proteccionismo?

-Se tendrá que trabajar con los países que estén disponibles a la apertura en la modalidad bilateral y multilateral. Porque Chile tiene acuerdos bilaterales -lo tiene con Estados Unidos-, pero tiene multilaterales. Está comprobado que es mucho mejor la perspectiva plurilateral, porque significa reglas, normas y evitar tener que duplicar lo que se hace bilateralmente. Pero no excluimos y hemos avanzado mucho con muchos países a nivel bilateral. Que hagamos acuerdos bilaterales es perfectamente compatible con algo más ambicioso, y es la integración regional, y particularmente en la región Asia Pacífico.

-Más allá de los acuerdos económicos, China desde hace años ha buscado fortalecer su presencia en la región. Un acuerdo comercial ¿puede tener efectos en ese sentido?

-Esa es una pregunta que habría que dirigírsela al gobierno chino, y no a Chile. Nosotros tenemos la mejor de las relaciones con China en el ámbito político; ellos valoran que Chile haya sido el primer país de América del Sur que reconoció a la República Popular China.

-Se lo pregunto en el sentido de la lucha de influencias entre China y Estados Unidos.

-Una mayor presencia de China en América Latina, pero particularmente en Chile, sería bienvenida. De hecho, ha estado el Presidente Xi Jinping hace poco -antes estuvo el Primer Ministro Li Keqiang-, y hay proyectos de inversión en los cuales nos gustaría que Chile estuviese presente. El comercio de Chile con China, pese a que ha disminuido con muchos países en este escenario de estancamiento del comercio internacional, resulta que con China hemos incrementado nuestras exportaciones.

-¿Eso implica una pérdida de influencia de Estados Unidos en la región, o son caminos paralelos?

-No quiero contraponer a Estados Unidos con China, que es a lo que apunta su pregunta. Chile tiene que entenderse con todos los países que estén dispuestos a entenderse con Chile. Nosotros tenemos que tener una actitud realista y flexible, y eso es lo que hemos hecho siempre en materia de política internacional y de comercio exterior, por eso es que digo: esto no es suma cero. Las guerras comerciales sabemos cómo terminan, por lo menos la historia nos indica que no terminan bien.

-¿Usted dice eso por los que no quieran sumarse a un acuerdo?

-Más que los que no quieran sumarse, por el tipo de contexto que se genere.

-¿En qué sentido?

-Que vamos a hacer guerras comerciales.

-¿Ve eso como un escenario posible?

-Yo he leído a muchos especialistas que advierten que no debiéramos ir en esa dirección, y creo que siempre es bueno reiterar que ese no es un camino por lo menos que le compete a Chile.

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