Rechazo a proyecto Dominga genera división en La Higuera
sábado, 11 de marzo de 2017
Juan Castellón San Martín
Nacional
El Mercurio
Pese a que cuenta con uno de los atractivos más importantes de la IV Región, la comuna carece de alcantarillado, caminos asfaltados y empleos.
"Hay desazón en un número importante de vecinos, pero también hay otra parte significativa de gente con alegría", resume el alcalde de La Higuera, Yerko Galleguillos, al describir el ambiente que reinaba ayer en su comuna, luego que el jueves la comisión evaluadora de la IV Región decidiera rechazar la RCA del millonario proyecto cuprífero Dominga, de Andes Iron. Cuenta que desde la votación que no mantiene contacto con la compañía y que pese a la decisión de esta de apelar al comité de ministros, también dice estar consciente de que las empresas retiran los proyectos cuando la situación es complicada. "Es difícil satisfacer a los dos bandos", agrega la autoridad, que rige a unas 3.900 personas divididas en los sectores interiores y costeros: los primeros veían más opciones de trabajo, y los segundos esgrimen la protección del medio ambiente. "Mejor que no se venga a meter la autoridad acá, porque el Gobierno solo nos ayuda con la construcción de plazas y canchas", sentencia María Álvarez (50). Las palabras de la pobladora obedecen al voto del intendente Claudio Ibáñez, quien zanjó el rechazo a la iniciativa tras el empate que se produjo en la comisión. "Pedíamos una decisión técnica, pero el tema se politizó", asegura la mujer. Andes Iron crearía 9.800 puestos de trabajo durante la construcción de Dominga y otros 1.500 en su fase de operación. A la falta de mano de obra, Galleguillos sostiene que las principales urgencias son los servicios básicos. En La Higuera no existe alcantarillado y cada tres meses un camión recolecta las descargas de aguas grises alojadas en los estanques de las viviendas. La educación también urge, pues la enseñanza media debe cursarse a más de 60 kilómetros al sur, en La Serena y Coquimbo. Saida Barraza (41) dice que los trabajadores emigran al norte para buscar empleo en ciudades como Copiapó y Calama: "Acá limpiaría las plazas por $108 mil al mes, como mis amigas que trabajan en los programas proempleo". La misma necesidad de contar con los trabajos que generaría la mina tienen los vecinos de El Trapiche, Quebrada Honda y Punta Colorada. En contraste, las localidades que se oponen al proyecto son Los Chungungo, Punta Colorada, Los Choros y Punta de Choros, esta última reconocida por albergar uno de los ecosistemas más complejos y turísticos de la región, La Reserva del Pingüino de Humboldt. El lugar recibe a unos 57 mil turistas por año, procedentes de otras ciudades y el extranjero, principalmente por el avistamiento de delfines y ballenas. En Chungungo, Mario Muñoz y Luis Tapia dicen que el mar es su única fuente de trabajo y lo que han hecho toda su vida. Ahí recolectan lapas, locos y algas. "Las corrientes traerían los desechos a nuestras zonas de cultivo", aseguran.
