Profesores y alumnos destacados entregan consejos para disfrutar el nuevo año escolar
domingo, 05 de marzo de 2017
Margherita Cordano F.
Educación
El Mercurio
Participar en actividades extracurriculares, leer otros libros fuera de los que exige el colegio, hacer clases fuera del aula de vez en cuando y mantener un cuaderno en el que se anoten tres pequeñas metas para el día son algunas ideas.
Poco antes de viajar a Estados Unidos, Ariel Queulo aprendió que para el cerebro es complicado concentrarse más de 30 minutos en una sola cosa. Se lo dijo su profesor de inglés mientras repasaban conceptos que le podían ser útiles en la Feria de Ciencia e Ingeniería de Phoenix, donde fue invitado por su investigación sobre la calidad del río Rahue, a orillas de su casa en Osorno. En mayo de 2016 -y luego de ser uno de dos escolares que expusieron en el Congreso del Futuro de ese año-, el actual estudiante de 4° medio llegó hasta Estados Unidos sabiendo que el cerebro agradece una pausa de vez en cuando. "No hay que matarse estudiando, pero tampoco flojear. Hay que saber mantener el equilibrio entre estudios y recreación", es su consejo para sacar provecho al año escolar que comienza. Así como Ariel, consultamos a alumnos y profesores destacados en 2016 por "El Mercurio" cómo hacer de este un año escolar más entretenido y fructífero. Las respuestas no solo se centran en lo académico, sino también en lo social y emocional: mientras Ariel también propone a sus compañeros "no dejarse entorpecer por críticas hirientes de otras personas y solo preocuparse de lo que digan quienes te quieren", uno de los consejos de Felipe Miranda está dirigido a los apoderados de esos niños. El profesor de Tecnología del colegio Alcázar de Las Condes -quien llamó la atención por guiar a sus alumnos en la construcción de una impresora 3D a partir de material de reciclaje- les propone "felicitar siempre los logros de sus hijos y no reprochar los fracasos, porque estos también son aprendizajes para la vida. Son impulsos para superar nuevos desafíos, problemas o adversidades que se les presenten". Aprender haciendo "El logro académico no solo está dado por el resultado de una calificación, sino que también deben destacarse con estímulos positivos las buenas acciones que los alumnos realizan, la dedicación que ponen en algo o el hecho de que colaboren con otros, olvidando la competitividad", plantea Ornella Lorca, profesora del colegio Emprender de Osorno. Con su ayuda, el establecimiento obtuvo el primer lugar en la última versión del concurso de periodismo escolar "El Mercurio de los Estudiantes". Tomás Sánchez, alumno premiado en la categoría de Enseñanza Básica en el Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de Explora Conicyt, concuerda con la idea de trabajar unos con otros. "Es importante que los alumnos no solo copiemos del libro al cuaderno, sino que experimentemos y hagamos actividades prácticas donde aplicar lo aprendido. Las salidas a terreno son una actividad que permite experimentar y vivir lo que el profesor quiere enseñar, dándonos la oportunidad de trabajar en equipo". Su consejo viene con conocimiento de causa: la investigación sobre la tefra volcánica, que lo hizo destacar como científico escolar, surgió después de un paseo al Parque Valle Los Ulmos de Ensenada. "También creo que es bueno incluir en clases juegos y desafíos, además de noticias o artículos para leer. Videos, música o material audiovisual son un apoyo más para entender mejor", agrega. Esta es una de las estrategias que utiliza Mario Santibáñez, docente del Instituto Tecnológico y Comercial de Recoleta y uno de los 50 finalistas del Global Teacher Prize, premio que destaca la labor pedagógica alrededor del mundo. "Llamo a mis colegas a que disfruten enseñando, a que pierdan el miedo a pensar que existe esta máquina que nos obliga a ir por un único camino, a atreverse. La única forma de progresar es innovando, haciendo lo que creemos que es mejor para nuestros estudiantes. Yo los invito a ver las noticias. Hay unas sorprendentes, como el descubrimiento de un sistema solar a 40 años luz y donde posiblemente hay planetas en los que la vida se puede desarrollar. Desde ese tipo de crónicas se pueden obtener grandes resultados en el aprendizaje; se puede invitar a los estudiantes a soñar". Metas diarias Esta idea de atreverse a ir más allá de lo establecido Juan Carlos Navarrete la vive a través del modelo que instauró en la Escuela Karol Cardenal de Cracovia de Pedro Aguirre Cerda. El colegio -único establecimiento chileno destacado en 2016 en un libro sobre innovación pedagógica que se lanzó en España- fomenta un modelo participativo, en el que las decisiones se toman en comunidad. Cada año se generan elecciones internas entre los estudiantes, los que votan desde presidentes hasta cargos ministeriales. "En este nuevo año que se inicia hago un llamado a todos los maestros a atreverse a innovar y desarrollar una metodología democrática que reúna los principios de ser activa, participativa, vivencial, integradora y comunitaria. Solo así estaremos reconociendo a los estudiantes según el grado de primeros actores que se merecen en las escuelas", dice el director. En su establecimiento, se escogen puestos como alumno encargado de seguridad o del cuidado del medio ambiente. María José Montenegro, alumna de Ovalle que viene llegando de China tras participar en Be the Change (un encuentro de líderes escolares a nivel global), aconseja tener un cuaderno en el que todos los días se anoten tres pequeñas metas a cumplir en el día. También recomienda practicar deporte: en su caso, es el bádminton lo que la relaja "y quita la presión de tanto estudio". Los libros también son su vía de escape. "Le recomiendo a todo el mundo que lea, más allá de los libros del colegio. En mi caso, me hacen sentir que no soy la única que piensa de cierta forma, que otra gente vive lo mismo que uno. Me sacan carcajadas, lágrimas y llanto".
