Traer de vuelta a la vida animales extintos puede conducir a una pérdida de la biodiversidad existente. Así lo revela un estudio realizado en Nueva Zelandia y Australia sobre el costo-beneficio de esta posibilidad. Determinó que los gastos en que se incurriría para la reintroducción de especies extintas haría desviar fondos que hoy son empleados para la conservación de las actuales. Si de todos modos se llegara a hacer, habría que determinar cuidadosamente qué especies reintroducir y dónde, dice.