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No responder a Evo Morales, la postergada estrategia del gobierno que se pretende poner en práctica

domingo, 26 de febrero de 2017


Reportajes
El Mercurio




El jueves, en Bogotá, se realizó una votación especial en el Parlamento Andino, con el objetivo de analizar una propuesta de Bolivia que buscaba incluir la reivindicación marítima de ese país en la agenda 2017 de la entidad, para luego conseguir una resolución al respecto.

Usualmente, para evitar que estos intentos sean bien recibidos, Chile ha llevado a cabo distintas ofensivas diplomáticas entre los países del grupo. Sin embargo, esta vez no fue necesario.

La votación, en la que participaron la presidencia, más las cuatro vicepresidencias del organismo, fue claramente contraria a la idea de Palacio Quemado, que fue rechazada por cuatro votos contra uno (Colombia, Perú, Chile y Ecuador vs. Bolivia).

En la cancillería chilena grafican con este ejemplo la "soledad" de La Paz en el vecindario, aislamiento que motivó una nueva estrategia en el Edificio Carrera, una que hace tiempo se buscaba implementar, pero no había cuajado.

Agresividad sin respuesta

"El mundo sabe que Chile ha invadido a los países vecinos" y "vamos a demoler a Chile" son algunas de las frases con que el Presidente boliviano, Evo Morales, volvió a su costumbre -algo olvidada en los últimos meses de 2016- de atacar a La Moneda en el marco de la demanda marítima de su país.

En círculos diplomáticos y cancillería, esta andanada no sorprendió. De hecho, se esperaba.

Una razón para esto es la cercanía de la fecha -el 21 de marzo- en la que Palacio Quemado entregará su réplica a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el marco del proceso que está en desarrollo.

Expertos consultados por "El Mercurio" explican que el tema marítimo y, por consiguiente, los ataques a Chile son lo que más réditos le dan al Mandatario boliviano en términos de popularidad, y en este contexto, agregan que era "previsible" que la animosidad bilateral se incrementara.

Más aun si esto se suma al delicado momento político del Presidente, cuya intención de reelegirse en el cargo -pese a los resultados negativos que obtuvo en el referendo de hace un año- cada vez generan más oposición y multitudinarias protestas.

En estas condiciones, en cancillería se espera que las declaraciones agresivas de Evo Morales se multipliquen en la medida en que avance el año, y el juicio en La Haya.

Por esto, sorprendió que las respuestas del gobierno a las declaraciones del Mandatario altiplánico fueran escasas, o moderadas, limitándose casi exclusivamente a un tuiteo del canciller Heraldo Muñoz.

Esto, según explican desde la cancillería, fue calculado.

Desde hace años que en La Moneda existe la intención de no dar tanta importancia a las declaraciones que vienen de Bolivia. "No se puede estar contestando a todo", se ha dicho varias veces.

Hasta ahora, este objetivo ha fracasado, según el gobierno, debido al tono de las "agresiones" de Bolivia, que varias veces habrían rebasado el límite. Así, cada vez que La Moneda quiso ignorar a Palacio Quemado, terminó enfrascándose en la polémica. Por otra parte, quienes se oponen a la política oficial, explican que esto se debe a que los réditos que las respuestas a Palacio Quemado generan en las encuestas de opinión no son desdeñables.

Esta vez -se dice en cancillería- hay algo distinto: el contexto internacional.

La clave: el contexto internacional

En el Edificio Carrera manejan estudios y cifras que dicen que el gobierno boliviano está desgastado y aislado regionalmente, casi sin apoyo externo, debido a las delicadas situaciones de los gobiernos afines de Venezuela y Ecuador.

Como ejemplo, en Teatinos 180 citan algunas columnas de diarios extranjeros, como la de Andrés Oppenheimer, el 10 de febrero en el Miami Herald, que critica duramente a Evo Morales por construir un museo para "glorificarse" y sus intenciones de reelegirse nuevamente. O también la editorial del New York Times del 11 de enero, titulada "Un Presidente atrincherado en Bolivia", que enumera los escándalos de corrupción bajo su mandato.

En este contexto, en cancillería consideran que el riesgo de que el discurso agresivo de Morales llegue a otros países de América Latina o el mundo está "bastante disminuido". Asimismo, ni siquiera la estrategia de criticar a Chile ha logrado frenar el disgusto por su posible repostulación.

Por esto, en el gobierno se cree que esta es la gran oportunidad para llevar a cabo la tan postergada estrategia.

De hecho, las fuentes consultadas consideran que responder todas las declaraciones que vienen de Bolivia podría dar más notoriedad a estas. Así se decidió que el canciller y otras autoridades serán "selectivos" en sus respuestas, priorizando "los temas de fondo".

¿Funcionará ahora? Habrá que esperar al 21 de marzo, pues lo más probable, y así lo esperan en el Gobierno, es que las declaraciones de Evo Morales se tornen más incendiarias.

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