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Ganadores y perdedores del comercio en Viña durante la época festivalera

jueves, 23 de febrero de 2017

Amparo Troncoso R.
El_Mercurio

Gracias al certamen, negocios como hoteles, pubs o florerías suben sus ventas. No ocurre lo mismo con los restaurantes.

La última semana de febrero en Viña del Mar es caótica: las playas de San Martín y Reñaca están repletas, los programas de televisión instalan sus sets en el borde costero y cientos de personas se agolpan en las afueras del Sheraton Miramar con la esperanza de ver a su artista favorito. La ciudad gira en torno al Festival de la Canción y eso se refleja en el comercio.

Los principales hoteles están copados y la ocupación alcanza el 90,55%, según la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso. Los bares retrasan su hora de cierre y orientan su promoción hacia el evento musical. Así lo confirma Romina Cuevas, encargada de operaciones de los pubs Hollywood, Budnyk y Locos X Viña, cuyo público aumenta hasta un 30%. "El festival activa nuestros negocios porque la gente nos tiende a asociar con él. Hace algunos días tuvimos la fiesta de Kika Silva y los locales se llenaron de personajes televisivos. Su presencia es un imán para atraer público", afirma. Pablo Leyton, dueño de Club Los Cabros, coincide. El local auspicia a "La movida" de Canal 13 e invita a los humoristas a celebrar sus presentaciones en la Quinta Vergara. El lunes estuvo Juan Pablo López y el martes Chiqui Aguayo. En total, sus ventas aumentan entre un 20% y 25%.

No solo el comercio relacionado con el turismo se beneficia. Negocios como las florerías también sacan cuentas positivas. Edith Bezama, de Voilà, trabaja con CHV, Canal 13 y el Hotel O"Higgins, y se encarga de los arreglos para los sets y la decoración para la coronación de la reina. "El festival es un gran negocio para nosotros porque gracias a él nuestras ventas aumentan un 60%", asegura Bezama.

La otra cara

Aunque se podría pensar que el sector gastronómico es otro de los ganadores, la realidad es otra. "Históricamente, nunca el Festival ha generado un impacto en los ingresos de los restaurantes", dice Rosita Lozano, del Chez Gerald. "Incluso, las noches suelen ser más flojas porque la gente va a la Quinta Vergara o ve el show desde su casa", agrega Renato Airola, dueño del Portofino. El beneficio no es económico sino publicitario. Artistas como Maluma, Sin Bandera y Peter Cereta comen en ellos eso genera difusión.

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