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Participó en una exhibición en la lucha libre estadounidense:

El inolvidable día en que noquearon a Trump

lunes, 23 de enero de 2017

Aldo Schiappacasse
Deportes
El Mercurio

El actual Presidente de los Estados Unidos fue parte de una pelea de la WWE en la que "planchó" a otro billonario y recibió una patada voladora que lo dejó groggy . El increíble pasado deportivo de Donald que hizo historia.



La relación de Donald Trump con el deporte no es tan lejana. Jugó fútbol americano en la escuela, dicen que tiene talento para el golf, es fanático de los Yankees del béisbol y compró un equipo de Nueva Jersey en un polémico paso por la United States Football League, experimento que terminó de la peor manera posible, al quebrar irremediablemente tratando de competir con la muy potente NFL.

Pero quizás la más recordada participación de Trump en un espectáculo masivo fue el famoso "Duelo de los Billonarios", en la edición 2007 de la Wrestelmanía, en la que hizo un show impensado para quien luego se convertiría en el Presidente de los Estados Unidos. En pleno período de máxima exposición pública a través de los medios y aprovechando sus vínculos con el mundo de la lucha, que escenificaba sus programas desde su casino en Atlantic City, Trump aceptó la invitación/desafío del magnate Vince McMahon, dueño de la franquicia de la WWE, a combatir sobre un ring.

Como la idea parecía demasiado ridícula, decidieron fijar reglas para el enfrentamiento. En rigor, el duelo los tendría en el rincón de dos connotados luchadores: Bobby Lashley (el "Superman Negro") representaría a Trump, mientras que Umaga, un luchador de origen samoano, combatiría por McMahon. Lo que vino después superaría los márgenes del espectáculo y aún hoy circula profusamente por las redes, más aún ahora que Trump es Presidente.

La lucha fue eclipsada por el show de los dos magnates desde el arranque, cuando en un escritorio sobre el ring firmaron el contrato que estipulaba que el perdedor sería rapado por quien resultara victorioso. En medio de la pelea, Donald Trump, en un gesto inesperado, histriónico y exagerado, se abalanzó sobre McMahon, haciéndole una plancha que enfervorizó al público, y que, al decir de los organizadores, estaba absolutamente fuera de programa. Dos billonarios, de terno y corbata, revolcándose ante la audiencia y millones de espectadores era una imagen que ningún luchador podría equiparar sobre el cuadrilátero.

Tras las típicas escaramuzas de todo combate que se precie en la WWE, incluidas las participaciones de los jueces, Lashley ganó la pelea para Trump, quien subió al escenario para golpear y rapar a su rival, que estaba -literalmente- atado de manos y muy enfadado por no poder cortar la célebre chasquilla del hoy Mandatario.

Pero el espectáculo central estaba reservado para el final. Finalizada la ceremonia del corte de pelo, el árbitro del combate, Steve "Stone Cold" Austin, supuestamente favorable a McMahon y neutralizado con una triquiñuela por Trump durante el combate, se cobró revancha, aplicándole su célebre llave "Stunner", que envió al millonario al suelo, dejándolo -aparentemente- groggy.

Trump ingresó al Salón de la Fama de la WWE en 2013, y el capítulo en cuestión fue uno de los de mayor audiencia en la historia de la franquicia. El ahora Presidente se haría cargo de "El aprendiz", su propio show de televisión, y para el recuerdo quedarán tres imágenes inolvidables: cuando planchó a su rival, cuando subió al ring para cortarle el pelo y el momento es que es noqueado con una patada voladora.

Eso se llama hacer historia.

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