Juicio por atentado al cuartel de la Brigada de Homicidios en fase final
lunes, 23 de enero de 2017
A. Chaparro y C. Iturriaga
Nacional
El Mercurio
A casi dos meses de iniciado el juicio contra los cinco acusados del ataque al cuartel de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones (PDI), ocurrido el 24 de noviembre de 2014, la prueba ya fue presentada al 3 {+e} {+r} Tribunal Oral de Santiago. Ahora solo restan los alegatos de clausura y que quienes arriesgan una pena de 20 años tengan la posibilidad de ser escuchados por los jueces, si lo desean. El veredicto podría conocerse antes de que acabe enero. Según los antecedentes reunidos en la investigación, Manuel Espinosa Espinoza, Felipe Román Toledo, Víctor Zúñiga Quijada y María Vera Urra, todos en prisión preventiva, y Natalia Alvarado Gattas, quien se encuentra con arresto domiciliario total, junto a otras personas no identificadas, salieron desde la sede de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, ubicada en Condell 343, Providencia, hasta el cuartel de la BH en la misma calle, vestidos con trajes anticorrosivos y portando diversos artefactos incendiarios. Ya en el lugar amarraron con cadenas el portón de acceso al estacionamiento y la puerta peatonal de ingreso del recinto policial, impidiendo la salida de los funcionarios de PDI y el ingreso de ayuda, para luego arrojar al edificio y a un vehículo estacionado a metros de este artefactos incendiarios, detalla la acusación del fiscal jefe de Ñuñoa-Providencia, Felipe Sepúlveda. El cuartel comenzó a incendiarse y los acusados se dieron a la fuga, pero volvieron a la Universidad a dejar los trajes. El fiscal Sepúlveda cuenta que en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde estudiaban Alvarado y Vera, tomaron muestras de ADN y encontraron una huella dactilar. Esa primera pista concreta pertenecía a Manuel Espinosa y dio paso a una serie de pesquisas que permitieron dar con el grupo de jóvenes que hoy enfrenta cargos por delitos de incendio en lugar habitado (15 años) y porte de artefactos explosivos (5 años). Román, además, tiene un cargo por microtráfico (3 años). "Hay varias pruebas relevantes -afirma Sepúlveda- y creemos que unidas entre sí permiten arribar a la convicción de que estas personas cometieron los atentados".
