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Golpe a un sector clave para la economía:

La semana en que la sangre llegó a la turística Riviera Maya mexicana

domingo, 22 de enero de 2017

GASPAR RAMÍREZ
Internacional
El Mercurio

Nueve muertos en dos balaceras en Playa del Carmen y Cancún hacen temer por el futuro del Caribe de ese país y los millonarios ingresos que genera.



En la Riviera Maya dicen que siempre están en temporada alta -aunque la temporada baja es la temporada de huracanes-, dicho que coincide con la capacidad hotelera del 80% que tienen este mes y que autoridades mexicanas esperan mantener, pese a lo que pasó esta semana: nueve muertos en dos balaceras, en Playa del Carmen y en Cancún. La violencia del narcotráfico, una sombra que cubre casi todo México desde hace 10 años, llegaba a uno de los pocos lugares que seguía al sol. La duda, ahora, es si la nube es pasajera o no.

El lunes, un italiano, dos mexicanos de Veracruz, una mujer estadounidense y un canadiense encargado de seguridad de un festival de música en el bar "Blue Parrot", murieron en, según las distintas versiones, un ajuste de cuentas, una pelea entre vendedores de drogas, una disputa por rutas de tráfico entre los carteles de Los Zetas, del Golfo y de Jalisco.

Eso pasó en Playa del Carmen, el destino más familiar de esa zona costera del estado de Quintana Roo. Al día siguiente, en Cancún, el destino más fiestero de ese estado del sureste de México, hombres armados dispararon contra la delegación de la fiscalía estatal y la policía: cuatro muertos.

Quintana Roo ha estado, en gran medida, libre de la violencia ligada a los carteles que azota a otras regiones del país, sobre todo de la frontera norte y estados como Sinaloa o Guerrero, desde que el ex Presidente Felipe Calderón declarara la guerra contra el narcotráfico, en diciembre de 2006. Sin embargo, Cancún es considerado un trampolín para las drogas procedentes de Sudamérica hacia el resto de México y Estados Unidos.

La madrugada del martes apareció colgado en una calle un mensaje en que Los Zetas, grupo narco formado por ex militares, que nació como brazo armado del cartel del Golfo, en 1999, se atribuían la autoría del ataque en Playa del Carmen.

Remberto Estrada, alcalde del municipio de Benito Juárez -donde se encuentra Cancún-, dijo que el ataque contra la fiscalía y el cuartel policial podría ser un hecho relacionado con la balacera de Playa del Carmen, "hechos que se presumen de delincuencia organizada".

Stratfor, una agencia privada de inteligencia considerada "la CIA en las sombras", muestra en su ya clásico mapa de la distribución del crimen organizado en México cómo Los Zetas controlan Quintana Roo, la península de Yucatán y gran parte del golfo de México.

Cautela

Las autoridades reconocen que Los Zetas manejan desde hace años el narcotráfico en esa zona, y particularmente en Cancún, donde un incendio en un bar, atribuido a ese grupo criminal, dejó ocho muertos en 2010.

La presencia del narcotráfico ahí precede a los Zetas: el ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid (1993-1997) -repatriado esta semana desde Estados Unidos para que cumpla una condena de 22 años de prisión- fue acusado de facilitar el tráfico de cocaína por Cancún hacia EE.UU. para el cartel de Juárez, que encabezó Amado Carrillo, "el Señor de los Cielos", hasta su muerte, en 1997.

La violencia despierta los temores de que la Riviera Maya siga los pasos de otros balnearios mexicanos.

"No queremos que echen a perder el otro México, este México donde podemos llegar y estar tranquilos. Aquí hay mucho turista que no tiene la referencia de lo peligroso que dicen que es el país, aquí nunca ha pasado nada, pero un ataque armado a las autoridades creo que sí es algo grave", dijo al diario El Universal George Pride, estadounidense de 60 años que desde hace 10 años viaja periódicamente a Cancún con su esposa, Martha.

Así como los turistas estadounidenses, el resto de visitantes disfruta de sus vacaciones alejado del peligro. A ellos, el conflicto no les afecta, pero exigen a las autoridades ponerle freno, garantizar la seguridad y evitar que su paraíso caribeño siga los pasos, por ejemplo, de Acapulco.

El balneario localizado en el estado de Guerrero, costa pacífica, fue durante gran parte del siglo XX uno de los lugares de descanso más exclusivos de México, hasta que se convirtió en una víctima más de la lucha entre carteles y hoy es una de las ciudades más peligrosas del país.

"Las autoridades antidrogas mexicanas están muy activas y dicen que tienen detectadas las células Zetas que realizaron los atentados en Quintana Roo y a los distribuidores de droga en conflicto. Es muy difícil que se convierta la Riviera Maya en otro Acapulco, por la naturaleza de la zona y porque esa área tiene un nivel de vigilancia muy superior, que hace que esté libre de violencia generalizada, como Acapulco", dice Raúl Benítez Manaut, experto en temas de seguridad y narcotráfico de la UNAM.

El mal momento que vive Acapulco y los episodios esporádicos de violencia en playas como Mazatlán, en Sinaloa, no han impedido que el turismo sea una de las mayores fuentes de ingresos de México, con 35 millones de visitantes extranjeros en 2016 y un aporte a la economía de 19.000 millones de dólares, según cifras oficiales. Mantener estas cifras depende ahora de que los autores disipen las sombras que esta semana cayeron en la Riviera Maya.

35
millonesde visitantes extranjeros tuvo México en 2016, según cifras oficiales. Para la economía esto significó un aporte de 19.000 millones de dólares.

400
agentesde la policía federal llegaron esta semana a Cancún para reforzar la seguridad de este destino turístico, luego de los recientes hechos de violencia en ese estado del sureste de México.

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