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Habla la madre de Lissette, la menor que murió en un hogar del Sename y cuyo caso develó la crisis del servicio:

"Se llevaron a mi hija de mi casa porque iba a ser protegida por el Estado, y ahora ella está muerta"

domingo, 22 de enero de 2017

Juan Antonio Muñoz H.
Nacional
El Mercurio

Juana Poblete recuerda aquí su propia infancia y relata cómo vivió el proceso de Lissette, desde su nacimiento hasta su muerte. Lamenta no haber sido más fuerte para echar al padre de la niña de la casa a tiempo y asegura que ahora sí tiene las condiciones para que su hija menor vuelva a vivir con ella.



La gran pregunta es cómo salir del círculo de la marginalidad. Cómo, si generación tras generación se reproducen y agravan las situaciones, arrastrando a sus protagonistas en lo que bien podemos llamar una escalada de horror. Desde que murió su hija, Lissette Catalina Villa Poblete, el 11 de abril de 2016, en un centro del Sename, por primera vez Juana Poblete Silva accede a una entrevista personal, para hablar no solo de su hija y de las condiciones de su terrible muerte, sino también de su propia historia.

Juana tiene 46 años y vive en Tiltil; contando a Lissette, son siete sus hijos, de dos parejas. Trabaja como temporera en una viña, desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Gana $15 mil diarios. Hoy vive con Manuel, un pololo suyo de su adolescencia con el que se reencontró estando ambos separados. "Es bueno Manuel; trabajador y ganador de plata. Nada que ver con el papá de la Lissette. Entre los dos juntamos más que un equipo de fútbol, porque él tiene seis niños", cuenta camino del cementerio, donde está la sepultura de su hija.

-Juana, ¿cómo recuerda su infancia?

"Tuvo de todo. Bueno y malo. No puro malo, como la de mi chanchita".

-¿Qué fue lo bueno?

"Mi padrastro. Era bueno y trabajaba. Él se preocupó de que yo me educara. Por eso tengo hasta octavo. Vivíamos en Santiago. Lo malo fue antes, porque mi papá golpeaba a mi mamá. Era borracho. Pasaba curado y cuando andaba así tenía visiones; decía que por el baño se metían hombres a acostarse con mi mamá, o decía que mi mamá tenía un hombre en el ropero. Y por eso le pegaba".

-¿A qué edad fue mamá por primera vez?

"A los 20. Con mi primera pareja tuve a Fernando, Cristián, Solange, Juanito y Javier, y con el desgraciado del Villa (Javier Villa), a la Lissette y la Vaitiare. Con Manuel, mi actual pareja, nos reencontramos después de 30 años. Entonces él estaba casado y no me dijo nada hasta después de hacerme la maldad, como digo yo. Hasta me llevó para su casa entonces y a mí me parecía raro, porque había ropa de mujer y de niños ahí, hasta que una hermana de él me dijo que era casado. Así que hasta ahí no más llegó la cosa. Pero ahora está más maduro, y ambos estamos separados. Es un buen trabajador, como le digo; saca como 200 o 300 mil a la semana. Yo no habría dejado nunca solos a mis hijos en la casa si no hubiera tenido que trabajar".

-¿Ha visto al padre de Lissette en este último tiempo?

"Lamentablemente, sí. Porque ha estado amenazando de muerte a mi pareja, y a mí me molesta para que firme un papel. Me persigue para eso, pero yo no quiero que se me acerque".

-¿Qué documento es ese que quiere hacerla firmar?

"No lo sé. Es sobre algo que no entiendo, para recibir plata por lo de la muerte de la niña, según él. Yo no he firmado nada".

-¿Cuándo partió pasándolo mal Lissette?

"Mal, mal, desde los tres años más o menos. Pero desde chica, el padre no la podía ver. Desde que nació le gritaba cuando se ponía a llorar, para que se callara. Y la niña más lloraba".

-De esa época es la demanda de abuso sexual que su hija Solange hizo contra su padrastro, Javier Villa.

"Sí, y el papá de la Solange la sacó de la casa".

-Pero Villa siguió viviendo ahí.

"Sí. Le di una segunda oportunidad".

-¿Por qué?

"Le tenía miedo. Le tenía pánico a ese hombre. Ahora ya no".

-¿Quiénes dieron voz de alerta para que Lissette saliera de su casa?

"Del jardín donde ella iba. Porque su padre la maltrataba".

-¿Le pegaba?

"Sí. Cuando tenía como seis meses un día me amenazó que la iba a tirar de un segundo piso. Varias veces la Solange y yo misma tuvimos que defender a la Lissette de los golpes que él le daba. Pero desde chica ella se defendía; era muy chora mi hija. Hasta le decía garabatos al Villa".

-La demanda de abuso sexual contra Javier Villa por Lissette no prosperó.

"No se alcanzó a probar. Pero así fue. Él también abusó de ella. No sé cómo ese hombre puede andar suelto".

-En una de las vueltas a casa, Lissette entró a un colegio. ¿Cómo fue todo ahí?

"Se portaba re mal. Es que con todo lo que pasó, ella se puso agresiva. Con el resto, porque conmigo era súper tierna. Era una dulzura conmigo mi hija. Hay unas cartas de ella preciosas para mí. Lo mismo con la Solange. Pero en el colegio era difícil".

-¿Qué le gustaba hacer a Lissette?

"Jugar. Le gustaba Barnie y por eso tengo un muñeco en su tumba. También los Minions, esos amarillos, y el reggaetón. Le gustaba jugar fútbol".

-¿Quién podía controlarla cuando estaba agresiva?

"Solo yo y la Solange. A veces, ni entre tres o cuatro profesores podían contenerla".

-¿Ella siempre tuvo sobrepeso?

"Nació gordita y con displasia, pero después adelgazó. Era como una Barbie mi hijita. Preciosa".

-¿Y cuándo engordó?

"Cuando empezó a tomar medicamentos".

-Su hija menor, Vaitiare, también está en un hogar.

"Sí, en el María Ayuda, de Maipú".

-Nuevamente se determinó que su casa no era adecuada para la niña.

"Sí. Pero yo lo único que quiero es que me dejen traerla, porque además me dijeron que ella fue abusada también", asegura Juana.

-¿Por quién?

"Por alguien que ya no trabaja en el lugar. Ella lo único que quiere es venirse conmigo. Cuando voy a verla, corre a mis brazos".

-¿Mientras Lissette estuvo en sus hogares usted fue a verla con frecuencia o fallaba mucho?

"Alguna vez falté, pero siempre iba. Salvo en el tiempo en que ella estuvo en el psiquiátrico, porque no me dejaban. Estuvo a punto de ser dada en adopción mi hija. Íbamos con la Solange los domingos".

-¿Y qué hacían con ella ahí?, ¿jugaban, podían conversar...?

"Sí. Jugábamos y algo conversábamos, porque siempre había una tutora cerca. Ahora pienso que quizás era para saber si le preguntábamos o no cómo la trataban o si le pegaban o no".

-¿Y por qué no fue el día domingo que Lissette murió?

"Porque mi hijo Cristián, el segundo, cayó preso por una pelea".

-¿Y usted llamó al hogar?

"Sí. Llamé y pedí conversar con mi hija para explicarle la situación. Pero en el centro me dijeron que no me preocupara y que me devolverían el llamado para hablar con Lissette. Nunca lo hicieron".

-A usted le vinieron a avisar a su casa que ella había fallecido.

"Así terminó ese día maldito. Ni siquiera me permitieron ir altiro a verla, sino que tuve que esperar hasta el día siguiente. Yo supe de inmediato que a mi hija la habían matado. Los descarados dijeron que había muerto de pena, porque no la habían ido a ver. ¿Quién se muere de pena? Una como mamá sabe. Ella murió por cómo la trataron. Fui con mi hermana al Servicio Médico Legal y ella se dio cuenta de que el cuerpo tenía moretones en las piernas, y que tenía dientes sueltos. Yo vi los pelones en sus mejillas y también el labio roto".

-¿Siente que usted falló en algo con Lissette?

"Sí, a lo mejor haber tenido un mayor acercamiento. Y haber echado al padre de la casa. Pero yo le tenía pánico a ese hombre. Yo tenía que trabajar para que comieran mis hijos".

-¿Qué quiere usted ahora?

"Recuperar a la Vaitiare y darle todo lo que le faltó a la Lissette. Tengo los medios ahora para poder cuidar de mi hija y sé que ella lo único que quiere es venirse conmigo".

-¿Qué les diría a quienes dicen que usted entabló una querella por delito de homicidio calificado contra dos funcionarias del Sename para conseguir plata?

"Me da pena. Se llevaron a mi hija de mi casa porque iba a ser protegida por el Estado, y ahora Lissette está muerta. Por lo demás, bien me vendrían unas pocas monedas para poder poner un negocio de abarrotes y estar tranquila con mi familia; abriría temprano y cerraría solo para llevar y traer a mi hija al colegio. O comprarme un vehículo para salir a vender verduras. También quiero poder cambiar a la Lissette del nicho donde está, para una sepultura mejor".

-¿Ha sucedido algo bueno en su vida desde la muerte de Lissette?

"Poco después de que ella muriera nació mi nieta, hija de Solange. Le pusieron Catalina, porque la Lissette se llamaba Lissette Catalina. Y ha sido una maravilla; fue como volver a tener a la Lissette".

''Yo supe de inmediato que a mi hija la habían matado. Los descarados dijeron que había muerto de pena, porque no la habían ido a ver".

''Con todo lo que pasó, la Lissette se puso agresiva. Con el resto, porque conmigo era súper tierna. Era una dulzura conmigo mi hija".

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