-¿Por qué eligió este momento para presentar esta acción judicial? -Los plazos no los manejo yo. La indagatoria la maneja el ministro Carroza, con el que me reuní, y luego de eso se decidió interponer la demanda. -¿Su familia supo que usted pensaba demandar al Estado? -Lo consulté con mi círculo familiar más íntimo. Es una decisión personal que no es a nombre de la familia. Soy yo quien decidió dar este paso. Como yo decidí poner la demanda penal en 2014. -Algunos sectores podrían interpretar un aprovechamiento político de la figura de su padre tomando en cuenta los resultados de las últimas encuestas... -No me puedo hacer cargo de críticas que yo no he visto. En 1991 hice una investigación con la abogada Natalia Roa y mi abuelo Rafael Agustín Gumucio ante la comisión Rettig, en donde quise demostrar que había agentes del Estado concertados en el asesinato de Miguel Enríquez. -Pero eso sucedió en otro contexto. -Esto no es divertido. Me causa mucho dolor. No es que uno disfrute a los 43 años revivir el asesinato de su padre y recordar en un escrito, que por lo demás es público, buena parte de tu vida.