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Reflexión | Lanzamiento de libro sobre Moro

Ética y política: La vigencia de Tomás Moro en el siglo XXI

domingo, 08 de enero de 2017

Valentina Proust Iligaray
Biografia
El Mercurio

A más de 500 años de la publicación de "Utopía", la voz del político renacentista continúa vigente. El Instituto Res Publica lanzó el libro "Tomás Moro. Ética, política y justicia social", buscando mostrar por qué la figura de Tomás Moro es un ejemplo hoy.



La vida de Tomás Moro (1478-1535) estuvo constantemente marcada por conflictos políticos. Nació en medio de la guerra civil que enfrentó a las casas de Lancaster y York -la denominada "Guerra de las dos rosas"-, presenció el alzamiento de la dinastía de los Tudor y murió siendo uno de los protagonistas de la controversia política por la anulación del matrimonio entre Enrique VIII y Catalina de Aragón.

La turbulenta época de la que fue testigo no impidió que quisiera participar de la vida pública y seguir su vocación de la búsqueda del bien común. Ante la corrupción y luchas de poder, la figura de Moro contrastó por creer en su responsabilidad política y la administración de la justicia, sin importar los intereses del gobierno -llegando incluso a asumir el cargo de Lord Canciller, bajo un rey con el que no coincidía moralmente-. Un hombre honrado en medio de un reino que dista de ser ideal, que plantea la posibilidad de participar en política siendo fiel a la propia doctrina.

Tomando este aspecto de la personalidad de Moro, el Instituto Res Publica lanzó en diciembre el libro "Tomás Moro. Ética, política y justicia social". En los cuatro capítulos que lo componen, se presenta la investigación y las reflexiones de los abogados Hernán Corral, Joaquín García-Huidobro y Julio Isamit acerca de la figura de Moro. La intención es recuperar y reactualizar la imagen del escritor de "Utopía", situándolo como un ejemplo a seguir para los jóvenes en el siglo XXI: "Un político íntegro, formado al mejor nivel intelectual posible y que siguió su conciencia hasta donde consideró necesario", señala Isamit.

El libro se divide en cuatro capítulos. En el primero, "Tomás Moro: un político para ayer y hoy", Julio Isamit presenta un panorama biográfico del personaje, acerca de su formación intelectual, cultural y profesional. Joaquín García-Huidobro escribe el segundo y tercer capítulo -"Pasión por el bien común y valor de la conciencia: el caso de Tomás Moro" y "Crítica social y acción política en la Utopía de Tomás Moro"-, reflexionando sobre los aspectos propios de su ética. Por último, Hernán Corral presenta en "Tomás Moro: un abogado para todas las obras" la preparación personal y jurídica del personaje.

Un hombre de su tiempo

Tomás Moro fue un personaje multifacético. Abogado, teólogo, poeta y político, funciones que compatibilizó con una gran dedicación hacia su familia y amigos. Pero además, como indica el autor y abogado Joaquín García-Huidobro, fue un hombre humilde, sin vocación de pasar a la historia como un mártir.

La época y los conflictos que le tocaron vivir influyeron y marcaron tanto su obra intelectual como su acción política. El descubrimiento de América, la consolidación de las monarquías nacionales, el surgimiento del protestantismo y las corrientes humanistas son piezas fundamentales en la construcción de su doctrina. "Moro vivió en la época de los descubrimientos. El contacto de los europeos con pueblos desconocidos estimuló ciertamente su imaginación a la hora de escribir su 'Utopía'", comenta García-Huidobro.

Moro comenzó su formación académica desde muy temprana edad. A los siete años aprendió latín, a los 14 ingresó al Canterbury College, de la Universidad de Oxford, y al poco tiempo inició sus estudios sobre leyes, transformándose en abogado e intelectual. Desde ese momento, su carrera fue en ascenso, siendo reconocido por el mismo Enrique VIII, quien le pedía consejo y le hizo formar parte de su gobierno. Esta relación con el rey llevó a Moro a experimentar un ascenso social y un aumento de influencia política, pero, a su vez, fue el detonante del juicio que llevó a su muerte.

La denominada "cuestión del rey" es la controversia política que generó la petición de Enrique VIII de anular su matrimonio con Catalina de Aragón. Tomás Moro fue consultado en múltiples ocasiones por el rey acerca del asunto, sobre el cual este se encontraba en profundo desacuerdo. La solicitud de nulidad comenzó a extenderse a temas como la supremacía del rey y la jurisdicción papal, complicando la posición de Moro. A pesar de las presiones políticas y amenazas, Tomás se mantuvo firme en sus creencias y su actuar fue coherente con su moral. Enrique buscó ejercer influencias sobre él, pero ante su negativa y silencio, el resultado fue la sentencia de decapitación de Tomás Moro. "Su muerte no se entiende sin las transformaciones en la Iglesia y la monarquía en Inglaterra", menciona Julio Isamit al explicar la importancia del contexto en la formación de su personalidad.

Una historia que se repite

El mundo que vivió Tomás Moro no se encuentra tan distante de nuestro siglo XXI. "Los vaivenes políticos coyunturales de la Europa del siglo XV, se ven en perspectiva como una importante crisis sobre la legitimidad de la autoridad y una interesante controversia entre lo propiamente secular y la dimensión espiritual propia de todos los seres humanos", señala el abogado Julio Isamit. Quinientos años después, estos temas continúan vigentes y forman parte de la agenda, manifestándose en el rol que tienen las instituciones y el respeto a la libertad religiosa y de conciencia.

"En ese mismo sentido, la rebelión de Moro frente a lo políticamente correcto o la solución fácil, sigue resultando ejemplar. Si bien en Occidente, por lo menos, ya no decapitamos a quien piensa distinto, como sociedad hemos encontrado modos más sutiles de persecución, como la burla, el menosprecio o la exclusión política o social", recalca Isamit. El autor agrega que así como el siglo XVI fue testigo del descubrimiento del Nuevo Mundo y su colonización, continúa en el siglo XXI el debate sobre el tipo de sociedad que se quiere construir.

Hablar de Tomás Moro hoy

Ante un escenario en que la política posee poca credibilidad y se encuentra tan desprestigiada, se hace actual el releer acerca de la figura de Moro. "Más que un personaje para admirar, es uno para seguir. Constituye un modelo creíble en medio de la crisis que vive la política", comenta el autor Julio Isamit. "Moro nos hace presente un problema constante: para decirlo en palabras evangélicas, cómo ser astuto como una serpiente sin perder la mansedumbre de una paloma. Estamos llenos de víboras que no conocen nada de la mansedumbre y de palomas que carecen de toda astucia a la hora de hacer el bien. Moro era una excepción entonces y ahora", agrega Joaquín García-Huidobro.

La finalidad que busca la publicación "Tomás Moro. Ética, política y justicia social" está en cautivar a una nueva generación de jóvenes que quiera hacerse parte del mundo del servicio público. Presentando el ejemplo de un personaje que supo actuar conforme a sus creencias en una época turbulenta y corrupta, la publicación busca despertar el interés de participar en política. García-Huidobro señala que le preocupa que haya gente buena que se retraiga de este mundo: "Si en Chile tuviéramos cinco o seis Tomás Moro, la política sería mucho más aceptada y la gente querría participar de ella".

Isamit indica que el aporte de Moro se puede ver en algunas de las controversias actuales: el respeto a la libertad de conciencia, los temas de familia, bioética y libertad religiosa. "Cuando el Congreso discute una ley que introduce el aborto en Chile, en Francia se avanza en excluir a la religión de la vida pública, en Cuba o Venezuela las personas que piensan distinto al gobernante de turno son encarceladas, el ejemplo de Moro se muestra tremenda y dramáticamente actual", argumenta el abogado.

"Si en Chile tuviéramos cinco o seis Tomás Moro, la política sería mucho más aceptada y la gente querría participar de ella".

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