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jueves, 22 de diciembre de 2016


El Mercurio

Alejandra Mustakis
Presidenta de ASECH

Ya estamos diciendo adiós al 2016, y llegó la hora de hacer análisis de lo bueno y lo que nos falta por mejorar en materia de emprendimiento, y en qué puntos debemos poner énfasis para seguir avanzando en un sueño que como ASECH queremos compartir con todos: hacer de Chile el mejor país para emprender.

Uno de los puntos altos que marcaron este año fue el de los resultados entregados por el Global Entrepreneurship Development Institute (GEDI), de Washington, a través de los resultados del Global Entrepreneurship Index 2017, que posicionó a Chile entre los 20 primeros países del mundo con mejor ecosistema emprendedor. Este resultado es una muestra de que la articulación entre los distintos actores que trabajamos con emprendedores es vital para continuar en esta senda. Sólo desde la ASECH tenemos la suerte de relacionarnos con más de 105 instituciones en todo Chile que trabajan con y por los emprendedores.

El resultado anterior va de la mano con cifras entregadas por el GEM, principal reporte de emprendimiento a nivel mundial, y que posiciona a Chile como el país con mayor tasa de actividad emprendedora en etapas iniciales dentro de la OCDE, llegando a un 26%. Lo positivo de esta cifra, contrastó con la variación en el número de emprendedores que comenzaron un negocio por oportunidad, quienes mostraron una disminución de casi 10% porcentuales en relación a la medición anterior. Así, el número de quienes emprenden por una necesidad aumentó, lo que responde por lo general a peores condiciones de la economía.

En materia de políticas públicas, en este año que nos deja, los emprendedores participamos en uno de los principales debates que se tomó la agenda pública: los chilenos y su situación previsional. A través de un estudio generado con nuestros socios, logramos aportar al debate público respecto a la realidad de los emprendedores: 4 de cada 10 reconoció no estar cotizando formalmente, y la gran mayoría se manifestó de acuerdo con que se haga un reforma al sistema previsional. Esto ayudó a visibilizar la necesidad de incluir la realidad de los emprendedores en un debate social tan relevante y decidor para el futuro de los chilenos.

Desde la vereda de Corfo tuvimos noticias positivas, ya que la entidad informó que en 2015 hubo un 46% de incremento en proyectos apoyados, de los cuales el 80% correspondió a pymes; existiendo un aumento de 42% en el número de emprendedores apoyados directamente con subsidios de la entidad. Un tema clave, si consideramos que la inversión en emprendimientos es vital para aumentar la influencia de las pymes en la productividad, la que actualmente representa sólo la mitad de lo representado en promedio por los países de la OCDE.

Otro elemento que nos debe dar confianza es cómo ha ido tomando fuerza la tendencia de que las empresas comiencen a medir su impacto más allá de lo económico: durante el presente año, más de 25 firmas chilenas pasaron a certificarse como empresas B, reflejando que cada vez hay más conciencia del rol que debe cumplir la empresa en una sociedad.

En el ámbito de emprendimientos y la internacionalización, como gremio estamos muy felices de cómo va avanzando el proyecto ASELA (Asociación de Emprendedores de Latinoamérica), que liderado por Juan Pablo Swett, nos ha permitido trabajar en conjunto con otras asociaciones de emprendedores del continente, para alcanzar en un corto plazo logros tan importantes como la aprobación de la Ley de Empresas en un día en México, y la elaboración por parte del gobierno de Argentina de una ley similar. Ambos casos centrados en la experiencia chilena que tuvo lugar pocos años atrás.

Instancias como las generadas por ASELA son claves para enfrentar uno de los desafíos en los que se debe hacer más énfasis, la internacionalización de emprendimientos: sólo el 2% del total de las pymes que existen en el país están exportando a otros mercados. Con este proyecto apoyado por el FOMIN del BID, buscamos generar en el largo plazo una gran red que facilite la llegada de emprendedores chilenos a mercados extranjeros.

Por otra parte, las universidades han pasado a cumplir un rol fundamental en estas materias, ya que han entendido que el emprendimiento y la innovación deberían ser una de las bases de la educación para todos sus alumnos. Nos gustaría eso sí que esto también pasara en colegios y escuelas, que estas temáticas entraran en la malla de educación, y que los niños desde que tienen 8 ó 10 años se les empiece a enseñar esta actitud de emprender, innovar y cambiar el mundo desde donde sea que haya nacido. Creemos que esta es una oportunidad gigante para todos, ya que el mundo está cambiando, el empleo va a desaparecer como lo conocemos y las personas deberán estar capacitadas para construir sus propios caminos.

Por otro lado, han surgido iniciativas trascendentes que ayudan a inspirarnos en estas materias, como el Congreso del Futuro, que trae mucho conocimiento e impacta a tanta gente. Estamos a través de ello, hablando de los temas importantes que le competen al país sobre el futuro y nos hace tomar decisiones desde nuevas políticas públicas y leyes. Nos ayuda a entender el mundo, las nuevas tecnologías, lo ultimo en ciencia y todo lo que está pasando. Eso también nos ayuda a tomar grandes decisiones como sociedad, gobierno, políticas públicas y empresas, razón por la cual es tan importante que estemos al día para poder legislar y crecer como país.

ICARE por otro lado, y su Congreso de Innovación, está juntando a la empresa con todas estas nuevas temáticas, llegando a muchas personas, y poniendo este tema como foco de acción de acá en adelante. Además, a través de su Circulo de Innovación, tiene diferentes programas y acerca al empresariado a las nuevas temáticas y junta a las partes .

Vemos también que cada vez hay más iniciativas para apoyar, mentoriar, capacitar e inspirar a nuevos emprendedores, microempresarios y Pymes, también está sucediendo en todas las regiones, con la creación de centros de co-work, e innumerables eventos que permiten a los emprendedores relacionarse, participar y conocerse.
Estas iniciativas parten de personas, organizaciones que están acompañando a cientos de emprendedores o posibles emprendedores en Chile.

Ahora bien, podríamos seguir enumerando infinitamente los importantes avances que se han logrado desde el emprendimiento e innovación, pero es fundamental poner ojo en un par de temas críticos en los que nos debemos centrar para mejorar y replantear la forma en la que se están haciendo las cosas: la paulatina baja de Chile en el Global Innovation Index (ocupando el nº 44, siendo que el 2011 estábamos en el Nº 28); y la baja inversión en ciencia, tecnología e innovación fijada en el presupuesto de 2017.

Quiero terminar reiterando el llamado al diálogo y al trabajo en conjunto de todos los sectores: mientras nuestro foco se mantenga en permitir a más emprendedores desarrollarse y hacer crecer sus proyectos, independiente de creencias o colores políticos, más avanzaremos hacia una sociedad desarrollada, con mayores oportunidades, y más preparada para enfrentar los tiempos actuales. Además, no podemos olvidar que más del 70% del empleo en Chile es generado por las pymes: ¿a alguien le puede quedar la duda de que nuestra convicción va por el camino correcto?

Estamos más que confiados y mentalizados en un 2017 lleno de obstáculos, desafíos difíciles, pero de importantes logros que alcanzaremos a través de la colaboración. La intención está y con eso ya comenzamos ganando el partido. Mientras más emprendedores seamos mas podemos desarrollarnos nosotros mismos sin depender del estado, generándole beneficios al estado para que este se pueda concentrar en educación, pobreza y salud, temas que son vitales para el futuro de Chile .

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