Renzi aplaza su renuncia al gobierno, pero deja abierto problema de la sucesión en Italia
martes, 06 de diciembre de 2016
Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio
El Presidente le pidió que no dimitiera hasta la aprobación de los Presupuestos Generales, que se cree debería concretarse esta semana.
Matteo Renzi aceptó ayer retrasar su dimisión como Primer Ministro italiano para garantizar la aprobación de la ley de presupuestos 2017, a pedido del propio Presidente de la República, Sergio Mattarella, quien intenta disipar así algo de la incertidumbre que reina sobre el futuro del país europeo. "El Presidente de la República, considerando la necesidad de completar el trámite parlamentario para la aprobación de los Presupuestos, ha pedido al Primer Ministro suspender su dimisión para presentarla cuando se cumpla dicho procedimiento", dijo la Presidencia en un comunicado. Se estima que los Presupuestos Generales para el próximo año podrían estar aprobados antes del viernes. El centroizquierdista Renzi (41) anunció el domingo su renuncia, luego de que en el referendo sobre la reforma de la Constitución, se impusiera el "No" con el 59,11% de los sufragios, por sobre el "Sí" con 40,89% de los votos. Tras reunirse con el Presidente en Palacio del Quirinale, el saliente Primer Ministro explicó que aplazaría su alejamiento "por sentido de responsabilidad". "Esta es una democracia sólida, un país con pasiones, capaz de participar activamente en sus decisiones", añadió al valorar la participación de cerca de 65% del electorado que tuvo el referendo, con el cual y, en una paradoja, buscaba justo darle más estabilidad al país al brindarle mayores atribuciones a la Cámara Baja por sobre el Senado y al generar mayorías en el fragmentado sistema de partidos. Elecciones anticipadas Ante la poca claridad con respecto al futuro del gobierno, el partido populista de izquierda Movimiento 5 estrellas (M5S) y la formación de extrema derecha Liga Norte reclamaron la disolución inmediata del Parlamento y elecciones anticipadas aprovechando la ola de descontento expresada con el voto del domingo. "Los italianos tienen que ser llamados a votar lo más rápidamente posible", dijo Beppe Grillo, jefe del M5S, tras conocerse los resultados. Según los últimos sondeos, el M5S saldría ganador de las elecciones. No se excluye que Mattarella convoque comicios anticipados, pero se cree que lo más probable es que nombre a una personalidad por encima de los partidos para que dirija "un gobierno técnico" encargado de reformar la actual ley electoral. "Es poco probable que se lleven a cabo elecciones anticipadas. La gente no tiene interés en votar y la ley electoral vigente probablemente tendría que ser reescrita pues se hizo asumiendo que las reformas (de Renzi) pasarían. Lo más probable es que se forme un nuevo gobierno en las próximas semanas", dijo a "El Mercurio", Luigi Scazzieri, experto del Centre for European Reform. La prensa baraja varios nombres para ocupar la jefatura de este gobierno, entre ellos destaca el del ministro de Finanzas, Pier Carlo Padoan, de 66 años, quien anuló su participación en el Eurogrupo de Bruselas para quedarse en Roma. Igualmente suena el presidente del Senado, el ex magistrado antimafia Pietro Grasso, de 71 años. De cualquier forma, este eventual gobierno duraría solo unos meses, lo suficiente para sacar adelante una nueva ley electoral, que evite el bloqueo político que se registró en las últimas elecciones generales de 2013, en las que ninguno de los cabezas de lista fue capaz de obtener los votos necesarios en el Parlamento para ser investido Primer Ministro. El problema para el resto de Europa es que es poco probable que de estas elecciones salga un gobierno proeuropeo como ha sido el de Renzi, en el poder desde febrero de 2014. Especialmente en un país golpeado por 15 años de estancamiento económico, con problemas en su sistema financiero y un electorado cada vez más euroescéptico. Finanzas en peligro Por el momento no se han cumplido las predicciones catastrofistas que el propio Renzi, líder del Partido Democrático, había vaticinado que se producirían en caso de una victoria del "No". Los mercados -que habían dado por descontado el rechazo a la reforma constitucional- reaccionaron al anuncio de la salida de Renzi con una fuerte baja pero, a lo largo del día, se recuperaron, cerrando con una ligera cesión de 0,21%. No obstante, existe el peligro de que la prima de riesgo del país regrese a los niveles estratosféricos de 2011. Eso podría volver a colocar a la tercera economía de Europa al borde del precipicio, con el peligro de arrastrar detrás de ella a toda la eurozona en caso de caer. Ayer, las autoridades salieron prontamente al paso para tranquilizar a los economistas al asegurar que la inestabilidad política en Italia "no va a provocar un rebrote de la crisis del euro", como dijo el jefe del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem. Italia se encuentra en un momento económico delicado. Acumula una deuda pública de 133% del PIB, tiene una tasa de desempleo de 11% y un déficit público de 2,4%, según la Comisión Europea, mientras que su crecimiento económico será solo de 1% este año. Esta crisis afecta principalmente al sector bancario. Siete de los diez primeros bancos italianos tienen un porcentaje de préstamos morosos por encima del 14%. Uno de los más afectados es Monte dei Paschi di Siena, inmerso en una ampliación de capital de 5.000 millones de euros. Y esta crisis se podría agravar con una situación de inestabilidad que ahuyentara a los inversores, dijo recientemente el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan.
