"El liderazgo está en mi ADN"
martes, 06 de diciembre de 2016
Por maría cristina jurado
Oficina con vista
El Mercurio
"La palabra mentoría ya no me gusta. Me gusta más patrocinio. Un mentor da consejos; un padrino, te lleva de la mano y va contigo".
En su carrera de 35 años y actual consejera financiera en Merrill Lynch, ¿cómo le ha ayudado ser mujer? Yo creo que las mujeres oímos mejor. Las mujeres podemos interpretar más y tenemos mayor empatía con las personas y las familias. Todos tienen preocupaciones, deseos para sus hijos, deseos para sus negocios. Yo, como mujer, creo que he podido oír y también encauzar las conversaciones para llegar a ayudar a las personas a hacer planes que beneficiarán a sus familias. ¿Qué aprendizaje le permitió unir su expertise técnica y humana para avanzar en lo profesional? Yo empecé mi carrera como abogada de impuestos en Exxon, algo duro, donde había que buscar soluciones. Mi carrera siguió como recaudadora profesional de fondos para la Universidad de Miami, un trabajo que yo creía sin ninguna conexión con el anterior y adonde me fui para tener mayor flexibilidad laboral. Hace años, un periódico en Miami me hizo un perfil. Y fue la primera vez que me di cuenta que todo estaba conectado. La técnica de impuestos la aprendí en Exxon, en la Universidad de Miami aprendí la humanidad. Y en Merrill conecté estos dos aprendizajes. Ha sido gerenta en grandes compañías de inversiones. ¿Sintió el techo de cristal? ¿Cómo lo enfrentó? Sí. En Exxon lo sentí mucho. Eran los años 80 y la flexibilidad era cero. En la universidad fue mucho más abierto y, en la banca, la compañía donde estuve 18 años tenía a bastantes mujeres. Aquí en Merrill Lynch no lo siento. Pero yo he sido una persona que no me fijo en esas cosas. Yo hago mi trabajo y los ascensos me han llegado. Sé cuando tomar las oportunidades, algo muy importante. Sé donde encontrar oportunidades. Cuando contrato a alguien busco siempre a una persona con actitud de "Can do", una persona siempre dispuesta. Son personas que dicen: "Veo que necesitan que se recojan estos papeles, yo lo hago". Es trabajar a conciencia. Usted es la presidenta del International Women's Forum. ¿Qué es para usted el liderazgo? El liderazgo está en mi ADN. Yo lo vivo. Con él ayudo a mujeres y a hombres. Si yo veo a una mujer que se merece la ayuda, yo no me convierto solo en su mentora. La palabra mentoría ya no me gusta. Me gusta más patrocinio. Un mentor da consejos; un padrino, además de dar consejos, si tú quieres ir allá y conocer a alguien, te lleva de la mano y va contigo. Usted inauguró ahora el Capítulo Chileno de IWF. Drina Rendic lo preside y ya hay unas 40 mujeres que forman parte. Es un grupo muy diverso. Vine a Chile a conocerlas y a agradecerles. ¿Cómo potencia el IWF la creación de liderazgo femenino? Tenemos varios programas de entrenamiento para líderes. Uno anual, permite que 36 mujeres de todo el mundo se conecten con una mentora de IWF para pasar una semana en Harvard, y otro es el Programa de Negocios del Insead en Fontainebleau, Francia. Se toma a mujeres de gerencias medias y se las ayuda a llegar a lo más alto. Con EY, tenemos un programa anual de liderazgo para atletas olímpicas. Y ahora vamos a concretar uno para la ONU, a nivel global. ¿Cómo enfrenta una mujer la presión inherente al liderazgo? Debe aprender a respetar sus prioridades. Y saber que esas prioridades cambian en la vida: algunas veces es la familia; otras, el negocio; otras, la comunidad. No hay que sentirse mal si uno tiene que tomar decisiones: lo peor essentirse culpable.
abogada y PRESIDENTA DEL INTERNATIONAL WOMEN'S FORUM, IWF, cuyo capítulo chileno se reinauguró en 2016. El IWF es una organización que agrupa a 6 mil 500 mujeres en 35 países, y busca enfatizar el liderazgo femenino de excelencia a nivel global.
