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Fragmentación sindical e irrupción de asesores externos: cómo Sodimac pasó de conflictividad cero a tres huelgas en cinco años

domingo, 04 de diciembre de 2016

Pablo Obregón Castro
El Mercurio

Si en 2011 Sodimac tenía dos grandes sindicatos, en 2016 ya cuenta con 11 organizaciones distintas. El próximo año, enfrenta cinco negociaciones.

Es por lejos la más visible y con un alto contenido simbólico para un sector de la izquierda: es la primera vez que los 8.300 trabajadores del sindicato privado más grande de Chile van a huelga.

Es simbólico porque no ocurre en una empresa cualquiera, sino en una que exhibe resultados consistentemente positivos en las mediciones de relaciones laborales, marcando claras diferencias en el comercio, que es uno de los sectores productivos que, junto con el Transporte, encabeza las estadísticas de denuncias y sanciones administrativas de la Dirección del Trabajo. En la última medición de Great Place to Work, sin ir más lejos, el 78% de los trabajadores de Sodimac -de las familias Solari, Del Río y Cúneo-, dijo que esta empresa es "un buen lugar para trabajar", destacando aspectos como clima laboral, desarrollo interno y posibilidades de capacitación.

A esto se suma otro dato: el 7 de noviembre, Sodimac presentó una oferta que superaba largamente el cierre de otras negociaciones recientes, como el 3,2% que obtuvieron los empleados fiscales. La empresa ofreció un alza salarial de 5% por sobre el IPC, lo que implicaba más de 8% de reajuste, además de un incremento en beneficios y un bono de término de negociación de entre $360 mil y $500 mil por trabajador, según la antigüedad. Pero tras 25 días de huelga, esta oferta ya no está sobre la mesa (ver recuadro)

Sorprende, también, porque esta huelga ocurre en una compañía cuyo máximo líder sindical, el DC José Luis Ortega -quien integró la lista de Arturo Martínez en la reciente elección de la directiva de la CUT, en abierta colisión con la lista del PC, de Bárbara Figueroa-, ha sido un abierto promotor del diálogo social, incluso participando de seminarios al respecto. En mayo de 2011, de hecho, fue incluido como uno de los oradores del encuentro "Del diálogo de sordos al diálogo social", junto con el gerente general de Sodimac, Eduardo Mizón, y a la entonces ministra del Trabajo, Evelyn Matthei.

Eso es lo que ocurre en la corteza. Porque en el Sodimac profundo -ese que se desarrolla en los pasillos y las bodegas de la compañía-, se escribía una historia totalmente distinta. El sindicato liderado por Ortega experimentaba una progresiva fragmentación, que daba lugar a múltiples organizaciones sindicales situadas desde el centro hacia la izquierda, las que no veían con buenos ojos la política de cercanía con la administración de la empresa que practicaba Ortega y que consideraban decepcionantes en los resultados de las últimas negociaciones colectivas.

Además, de la mano de la proliferación de estas nuevas organizaciones se daba otro proceso: el ingreso a la compañía de una figura polémica a ojos del empresariado, pero necesaria según los trabajadores: los asesores sindicales externos, profesionales dedicados a la conformación de sindicatos y diseño de estrategias negociadoras.

"El Mercurio" intentó insistentemente comunicarse con Ortega durante toda la semana, a través de llamadas telefónicas y correos electrónicos, sin obtener respuesta.

En 2011 parten los problemas

A fines de 2011, un grupo de trabajadores opositores a la directiva de Ortega propició la iniciativa de censurar a los dirigentes (removerlos de sus cargos en la jerga sindical) criticando su cercanía con los ejecutivos de la compañía. El 40% de los miembros de la asamblea apoyaron la censura, dando cuenta de que la directiva de Ortega, si bien tenía fuerza suficiente para mantenerse en el poder, tenía numerosos detractores entre los trabajadores.

Desde entonces, la fragmentación no se ha detenido. A principios de 2012 nació el Sindicato Nocesur, integrado por los trabajadores que intentaron censurar a Ortega. Ese mismo año, esta organización protagonizó su primera huelga -la que se extendió por ocho días- y los trabajadores obtuvieron un aumento salarial promedio de $50 mil mensuales, lo que constituye, según cercanos a esa organización, uno de los mayores aumentos obtenidos en una negociación colectiva en Sodimac.

Desde el principio, la dirigencia de Nocesur contó con la asesoría de Carlos Cano, socio de la consultora Cetra. Se trata de uno de los consultores más influyentes del sindicalismo en el rubro del retail y es esposo de la ex ministra de Desarrollo Social de Bachelet, María Fernanda Villegas. En el comercio, ha asesorado a los sindicatos de Walmart, Falabella, Paris y Ripley, entre otros (ver recuadro).

En 2011, otro grupo de empleados optó por el camino propio y fundó el Sindicato de Bodegas (Sintrabos). En su segunda negociación colectiva, en 2013, Sintrabos inició una paralización que se extendió por 38 días y que incluyó barricadas y choques con carabineros en el centro de distribución de Lo Espejo.

De este modo, si en 2011 la compañía tenía dos sindicatos (el de Sodimac, fundado en 1982, y el de Homecenter, fundado en 1989), en 2016 ya cuenta con 11 organizaciones distintas, considerando las dos tradicionales más el Sintrabos, Nocesur, los sindicatos interempresas de Las Condes, Parque Arauco, Puente Alto, Estación Central, Ñuble, Sindicato Establecimiento Valdivia y Sindicato Autónomo.

Con todo, fuentes del retail indican que estas tres huelgas ocurridas desde 2012 no dan cuenta de un deterioro general de las relaciones entre empresa y trabajadores, sino que responden, principalmente, a agudas disputas de poder entre dirigentes que quieren posicionarse con más fuerza en una compañía con más de 17 mil trabajadores. Prueba de ello, indican esas fuentes, es que en los últimos cinco años la empresa ha tenido 11 negociaciones colectivas y solo en tres casos han llegado a huelga.

A la fragmentación se suma otro elemento que da cuenta de los cambios que estaban ocurriendo en Sodimac: En la elección de la directiva sindical del 29 de julio de 2015, José Luis Ortega obtuvo 2.720 votos, con lo cual ocupó el último lugar entre las primeras 11 mayorías que conforman el directorio.

Con esta situación como antecedente, era muy difícil que en esta negociación no hubiera huelga. Da lo mismo cuánto les hubiera ofrecido la empresa, pues la directiva del sindicato estaba muy presionada por los delegados (representantes de las 76 sucursales de la compañía) y el imperativo inicial era ir a huelga, afirman fuentes del retail .

Además, en esta huelga han obtenido protagonismo líderes que hasta hace poco eran escasamente conocidos más allá de la empresa. Uno de ellos es el vicepresidente del sindicato de Ortega, Óscar Astete. Este vendedor de Concepción es definido por sus cercanos como un dirigente de izquierda, cercano a sus bases y vehemente al momento de expresar sus ideas. Ha tenido una alta exposición pública durante estas semanas de movilización. De hecho, es en la Octava Región donde el movimiento ha mostrado más fuerza, indican fuentes del retail .

¿Qué viene en los próximos días? Según fuentes del retail , se llega a un acuerdo, o la huelga se diluye a causa de los descuelgues. Más importante que eso, dicen, es lo que pasará el próximo año, cuando Sodimac enfrentará cinco negociaciones.

11 negociaciones colectivas se han llevado adelante en Sodimac desde 2012, cuando se inicia el proceso de fragmentación sindical.

Tres de estas negociaciones han terminado en huelga, dos de ellas en sindicatos creados a partir de 2011.

Cinco negociaciones colectivas habrá el próximo año en esta empresa.

40% de las personas en huelga  habían vuelto a trabajar al cierre de esta edición, pese a que no había acuerdo entre la administración y el sindicato.

LA EMPRESA ofreció un alza salarial de 5% por sobre el IPC, lo que implicaba más de 8% de reajuste, y un bono de término de negociación de entre $360 mil y $500 mil por trabajador, según la antigüedad del empleado.

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