Proyectos inmobiliarios avanzan hacia optimizar su consumo de agua
domingo, 04 de diciembre de 2016
Felipe Álamos
Clasificados Propiedades
El Mercurio
Hoy es usual que en los grandes jardines de los proyectos de casas, departamentos u oficinas se opte por especies con bajo consumo. El uso de pasto se está reduciendo, en muchos casos, solo a ciertas áreas.
La manera de diseñar las áreas verdes comunes en los proyectos inmobiliarios, grandes y pequeños, está cambiando. Alejandra Zulueta, gerenta de Marketing de Inmobiliaria Manquehue, comenta que en la actualidad existe un cambio de paradigma: "Hoy los conceptos de sustentabilidad y diseño de bajo mantenimiento en los proyectos de paisajismo residencial se están integrando bajo el paisajismo ecosistémico, el que conlleva un cambio del paradigma del jardín, ya que considera la protección de los suelos, la continuidad de alimento para la fauna benéfica y es una respuesta eficiente al desafío del ahorro de agua en tiempos de sequía. Permite al mismo tiempo hacer conservación in situ de plantas que están amenazadas, como lo estamos haciendo en parques que están a la vanguardia en Piedra Roja, Chicureo, con un resultado estético de gran nivel". Por su parte, Mauricio Zamora, gerente general de Desco Inmobiliaria, cuenta que acaban de terminar un proyecto en Valparaíso en donde han privilegiado el uso de especies que requieren de un minuto de riego cada 3 días. "Y la idea en nuestro nuevo proyecto Laguna de la Pirámide, en La Pirámide, es realizar lo mismo, a través de un proyecto especial para el riego, el que será automatizado". Agrega que, además, en este último proyecto están innovando con el uso de especies que ayudan a la descontaminación, con el objeto de dar valor agregado y generar una tendencia en estas materias". Enfoque práctico A su vez, Ernesto Hevia, gerente de proyecto en Inmobiliaria Brotec-Icafal, indica que en el megaproyecto Chicauma, Ciudad Parque, también han promovido especies de fácil manejo y bajo requerimiento hídrico. La elección de vegetación en general, indica, "y especialmente la arbórea, obedece a un criterio paisajístico de lo local, pero también a un criterio de sustentabilidad en el tiempo, entregando la posibilidad de que el paisajismo se pueda mantener de buena forma con los años y que dicha mantención no signifique una dificultad para los habitantes del lugar". En este ámbito, la tendencia, dicen los expertos, es mezclar especies nativas e introducidas para lograr mejores resultados. Por ejemplo, en Chamisero, para optimizar el recurso del agua en las zonas de áreas verdes, se escogieron especies tanto arbustivas como arbóreas adaptables al sector, de bajo requerimiento hídrico y baja mantención, considerando un 70% de especies nativas y un 30% de especies exóticas, según explica la paisajista Guadalupe Barros. Todo complementado en Chamisero "por un sistema de riego que se utiliza automático con electroválvulas y programadores, con la finalidad de que el agua se utilice eficientemente según la necesidad de cada sector en horas de menor temperatura y viento. Se han empleado tanto sistema por aspersión con boquillas adecuadas para regar macizos arbustivos como riego por goteo sobre sectores de maicillo y piedras". Por su parte, Soledad Donoso, paisajista del proyecto Santa Elena de Chicureo, cuenta: "En nuestro caso, hace 20 años se hicieron grandes plantaciones de árboles introducidos, que se fueron trasladando ya adultos a las diferentes áreas y espacios recreativos que se iban creando en los diferentes condominios. De esa manera, se fueron mezclando las especies introducidas con las existentes en el lugar como espinos, quillayes y peumos".El pasto, en general, va en retroceso. Carol Kramer, paisajista encargada del proyecto Canquén Norte de Siena Inmobiliaria, cuenta que en esa urbanización "las zonas de pasto (césped) están acotadas a ciertos lugares específicos. Las plazas del parque central y las otras son de maicillo con árboles de copa. Hay sectores de macizos arbustivos con cubresuelos, otros con maicillo entre las plantas, manteniendo un equilibrio entre los sectores más densamente plantados y otros más sueltos. Las distancias de plantación en ambos casos están dadas de acuerdo al cubrimiento necesario en cada caso, aprovechando el ancho medio estimado de cada especie". Añade que las especies seleccionadas para el proyecto de Canquén Norte son de bajo consumo hídrico. "Los árboles principales que se repiten en todo el condominio, quillayes, molles y maitenes, son especies propias de ese sector. Crecen naturalmente", dice. En definitiva, dice, María Elena Raab, paisajista del proyecto Vista El Valle La Dehesa, hoy se tiende a intervenir lo menos posible el entorno original. Dice: "En este proyecto se buscó hacer una función limpia y equilibrada entre lo que es arquitectura y paisaje, queriendo lograr que el edificio hubiera estado ahí sin intervenir su entorno vegetal. "Para esto se buscó incorporar la vegetación del lugar con árboles, arbustos y matorrales propios de ahí. También se buscó dar, pensando en las temperaturas estivales, frescura en las bases de los edificios, con áreas de pasto y vegetación más tupida siempre verde". En oficinas Pero esta es una tendencia que también ha llegado a los proyectos de oficinas. "El diseño del parque en el que se encuentra inserto Santiago Business & Conference Center buscó generar una continuidad entre las áreas verdes de Providencia y Vitacura. De hecho, dentro de las cuatro hectáreas que contempla el Parque Titanium, los 9 mil metros cuadrados de esta zona de esparcimiento constituyen una de las cubiertas verdes más grandes de Chile", cuenta Mauricio de Nordenflycht, director ejecutivo de Santiago Business & Conference Center. Relata: "El parque que está frente al Centro de Convenciones está poblado de especies como quillayes, peumos y gramíneas, entre otras, porque la idea fue que estas áreas verdes estuvieran rodeadas de especies que consumieran poca agua. Y también se pueden apreciar los árboles que estaban desde antes a la orilla del río".
