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El Ejército de Estados Unidos quiere aprender a controlar el estrés

domingo, 23 de octubre de 2016

AMALIA TORRES
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Hace un año, junto a la Universidad de Tufts, creó el Centro de Ciencias Cognitivas Cerebrales Aplicadas, para poder resolver problemas y recordar información durante situaciones de alto riesgo.



Estar en un tiroteo, curar a heridos graves o tener que enfrentar llamas incontrolables son situaciones estresantes a las que se exponen miles de personas en el mundo. El problema es que hoy se sabe muy poco sobre el estrés y la forma cómo el cerebro reacciona ante él.

"Por ahora, lo que se sabe del estrés es que en cierta cantidad, ayuda a mejorar el desempeño, pero cuando el estrés es muy alto, afecta negativamente el aprendizaje y la memoria", dice en entrevista con "El Mercurio" Holly Taylor, psicóloga de la Universidad de Tufts (EE.UU.) y codirectora del Centro de Ciencias Cognitivas Cerebrales Aplicadas.

El centro -que fue oficialmente inaugurado esta semana, pero que ya lleva cerca de un año funcionando en Redford, Massachusetts- fue fundado en conjunto entre el Centro de Investigaciones Natick del Ejército y la Universidad Tufts. Su fin es desentrañar las formas en que opera el estrés en la mente humana. Para ello trabaja un grupo interdisciplinario de especialistas, como psicólogos, científicos computacionales, expertos en robótica e ingenieros.

"El centro está buscando estrategias para que las personas puedan identificar las situaciones de estrés y sepan qué acciones, como ejercicios de mindfulness , les ayudan a aliviarlo para poder mejorar su resolución de problemas", agrega Taylor.

Soldados y bomberos son algunos de los "pacientes" que recibe el centro. También trabajan con paracaidistas de la 82 {+a} División Aerotransportada del Ejército, unidades de seguridad del SWAT y paramédicos.

Ellos son los que se someten a pruebas en el laboratorio, como una de realidad simulada, donde se pueden vigilar las reacciones neurológicas, psicológicas y físicas ante una situación de estrés.

Por ejemplo, se puede poner a un grupo de soldados en un entorno que simule una ciudad, con órdenes de ubicar un punto de encuentro, mientras los especialistas vigilan cómo se comunican entre ellos y cómo distinguen entre aliados y adversarios, explicó Caroline Mahoney, experta en ciencia cognitiva del Ejército y codirectora del centro, durante el lanzamiento oficial.

Realidad simulada

Electroencefalogramas para entender qué tan efectivo es el camuflaje, mediciones de la actividad electrofisiológica y psicofisiológica para saber cómo se relacionan con el estrés y comprender qué hace que una persona pueda rendir bien cognitivamente bajo presión, o un estudio para saber qué objetos ponibles -sin necesidad de batería o que puedan perder la señal- permiten ubicarse en diversos ambientes, son algunos de sus proyectos.

Otra investigación busca saber si algunos sistemas automatizados pueden ayudar a las personas con tareas cuando su carga cognitiva es demasiado alta. "Las personas pueden procesar una cantidad de información a la vez, un concepto conocido como carga cognitiva. Algunas tareas complejas llevan una alta carga cognitiva. Si podemos identificar cuándo alguien tiene una alta carga cognitiva, un sistema automatizado podría hacerse cargo de una tarea durante un tiempo. Otro proyecto tiene un enfoque similar, pero en vez de enfocarse en la carga cognitiva, trabaja en el momento en que la mente está vagando", dice Taylor.

También analizan cómo el ejercicio aeróbico afecta la regulación de emociones a corto y largo plazo, entre otros proyectos.

La idea, eso sí, agrega Taylor, es que todos los aprendizajes del centro terminen siendo útiles no solo para los miembros del Ejército, sino que para cualquier persona.

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