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E-Vote-ID2016, conferencia mundial sobre el tema, se acaba de realizar en Austria:

El voto en línea se desarrolla como una posible herramienta para reducir la abstención

domingo, 23 de octubre de 2016

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Su principal ventaja es la comodidad de votar desde cualquier lugar con un teléfono inteligente, una tableta o un computador portátil. Y su mayor desafío es la seguridad, por lo que las tecnologías apuntan a la validación de identidad del elector con códigos e incluso selfies .



Uno de los mayores fantasmas que penden sobre el proceso eleccionario de hoy es la posibilidad de una alta abstención, que podría superar al casi 60% registrado en 2012. Según un estudio del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), en 113 países democráticos el promedio de abstención en elecciones realizadas entre 2013 y 2016 se empina casi a 40%. En la Unión Europea dos tercios de los jóvenes no votaron en las elecciones de 2004, y en 2009 la abstención fue mayor.

Entre los factores que algunos argumentan para no ir a votar está lo engorroso del proceso.

Es lo que ha impulsado el desarrollo del voto en línea o i-voting , que emplea internet como plataforma y el voto se emite a través de un dispositivo electrónico personal. Diferente al e-vote o voto electrónico, que se hace en máquinas, pero de manera presencial.

"Uno puede votar desde su celular o computador en la casa o hasta en la calle, en vez de concurrir a un local de votación", dice el ingeniero electrónico Rubén Batista, director de operaciones de Scytl, empresa española que asegura cubrir el 87% de los servicios de elecciones en línea.

A simple vista no reviste mayor complejidad, pero hasta ahora solo un país, Estonia, lo ha implementado con éxito. Este Estado báltico entregó a sus ciudadanos una tarjeta de identidad inteligente, que incluye un chip con un certificado digital que acredita la identidad del usuario y lo habilita para hacer diferentes transacciones en línea, incluyendo votar. Para hacerlo, sus ciudadanos usan un computador que tenga habilitada una ranura para introducir la tarjeta y luego ingresan a la interfase de votación.

Pero no todos los países tienen la capacidad ni los recursos para desarrollar un sistema así. Además, la opción de votar directamente por la red genera resistencia en los organismos electorales y en los expertos.

Se cuestiona, entre otras cosas, que internet no es privado, que no se puede verificar la identidad del votante, que un virus o un hacker podrían dañar el proceso, que la compañía dueña de la tecnología no tendría impedimento para manipular la información y que no habría forma de verificar si el votante ha sido coaccionado.

Encriptación garantizada

"Tan malo es negar que el voto por internet tiene sus riesgos como solamente focalizarse en eso", replica el abogado catalán Jordi Barrat, quien fue uno de los coordinadores principales de la E-Vote-ID2016, la principal conferencia mundial sobre voto electrónico y en línea, que se acaba de realizar en Austria.

La mayor preocupación apunta a garantizar que el proceso tenga resguardos tecnológicos que hagan imposible la intercepción de los datos por parte de terceros. "Todas las empresas debemos garantizar que el proceso esté encriptado de punta a punta", advierte Batista.

El primer paso es garantizar la identidad del votante. Para ello el elector debe registrarse previamente ante la autoridad electoral y entregar un correo electrónico o número telefónico para recibir mensajes de texto.

Luego, la autoridad local le envía un correo certificado que contiene una tarjeta con una serie de códigos personalizados que se asocian a su identidad, el nombre de cada candidato y la confirmación de que el voto fue emitido. Así está en condiciones de iniciar el proceso de votación (ver infografía).

En países como Francia y Brasil se emplea como identificación un certificado digital. El usuario registrado recibe un pendrive o tarjeta electrónica que debe introducir en el computador o teléfono inteligente donde emite su voto y de vuelta recibe una clave de validación.

Adicionalmente se trabaja en el desarrollo de otros mecanismos de validación más efectivos. La empresa Smartmatic presentó esta semana, en el marco de la E-Vote-ID2016, una aplicación de voto en línea que permite identificar al votante mediante una selfie . Todavía no se ha aplicado en un proceso electoral.

Una vez que el voto llega al servidor o urna virtual, se gatilla un proceso que Batista describe como una especie de "batido electrónico, en el que se desvincula digitalmente la identidad del usuario con su voto. El objetivo es impedir que un tercero pueda hacer un seguimiento del voto para identificar quién lo emitió.

En algunas ocasiones el proceso involucra el empleo de dos servidores que reciben la información. Uno dedicado exclusivamente a validar la identidad del elector y otro separado, al que solo se tiene acceso cuando el votante ha sido verificado y que recibe el voto sin conocer su origen.

En la U. de Birmingham, Reino Unido, el ingeniero en computación Mark Ryan ha probado con éxito Du-Vote, un sistema que asegura puede ser empleado en computadores infectados por algún virus, ya que el votante emplea un token o sistema de validación digital como el que utilizan los bancos para validar las transacciones. "No obstante, su desventaja es que no es muy sencillo de usar y el elector debe tener consigo el dispositivo".

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