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La acuciosa revisión de un comité especial

Errores judiciales y falsas acusaciones: ya van 52 casos documentados

domingo, 23 de octubre de 2016

MARIO GÁLVEZ
Nacional
El Mercurio

Proyecto de la Defensoría Penal Pública desnuda fallas de conducta de las policías y malas prácticas que afectan a un número importante de ciudadanos, que pasan por prisión sin haber cometido delito alguno.



Pasado el mediodía del 9 de septiembre de 2015, los adolescentes C.S.S. y F.O.O. fueron rodeados por funcionarios de Carabineros y reducidos violentamente.

Los alumnos del liceo de Tiltil fueron lanzados al suelo, esposados y mostrados en la TV como autores del asalto al "Taller de Joyerías Leo", ubicado en San Pablo 1145, local L.

El parte policial describió incluso las acciones que realizó cada uno de ellos. De C.S.S., afirmaron que, premunido de armas de fuego y acompañado de un adulto, sustrajo "diversas joyas y dinero en efectivo". Y de F.O.O., que "realizaba labores de vigilancia". Incluso, se consignó que al momento de la detención portaban una pistola calibre 6,35 "con el número de serie borrado con cuatro municiones en su interior sin percutar".

Pero desde un comienzo el defensor Francisco Concha trabajó sobre la base de la inocencia de los jóvenes.

Gracias a registros de cámaras de seguridad, lograron establecer que los detenidos no eran los autores del delito. Y que los estudiantes, al momento de ser detenidos, venían del Hospital San José, donde uno de ellos se realizaba un tratamiento kinesiológico, y el otro lo acompañaba por disposición del liceo donde estudiaban. Su presencia en el centro asistencial quedó registrada en imágenes.

Pero estuvieron nueve días en internación provisoria. Y el 27 de noviembre de 2015, la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el sobreseimiento definitivo que había dictado el juzgado de garantía.

Casos como este, desde que la Defensoría Penal Pública inició el Proyecto Inocentes, en 2013, ya hay 52 registrados.

Carlos Mora, defensor Regional Metropolitano Norte, señala que las causas que son incorporadas al proyecto se refieren "a personas inocentes que han estado sometidas a la cautelar de prisión preventiva o cuya detención fue ampliada injustificadamente".

Y sus casos terminaron o por el uso de la facultad de no perseverar del Ministerio Público, por sobreseimiento definitivo por inocencia o por ausencia del hecho punible. O por absoluciones en las cuales quedó demostrada la causal del error "que permitió la injusta privación de libertad, al establecerse en la investigación una prueba exculpatoria" explica.

Una revisión meticulosa

El proceso se selección de las causas "es muy exigente", señala Mora. "La injusticia hacia el imputado debe haberse producido por un error grave en el procedimiento, en que ese error debe estar claramente identificado", explica.

Y debe fundarse en mala conducta de los agentes del Estado, como ocurrió con los estudiantes de Tiltil, a quienes se les inventaron pruebas (porte de armas); error en el peritaje, confesión falsa, mala defensa, identificación errónea del imputado y declaración inculpatoria falsa de víctima o testigo.

Los casos son presentados a un comité. Este es integrado por Andrés Mahnke, defensor nacional; Paulo Egenau, director de la Fundación Paréntesis; Mauricio Duce, académico de la Universidad Diego Portales; Leonardo Moreno, académico de la Universidad Alberto Hurtado; José Luis Craig, defensor regional de O'Higgins, y María Eugenia Hofer, académica de la Universidad Mayor.

Este grupo de análisis de los antecedentes se reúne cada mes. En la última sesión se presentaron cuatro casos y se aprobó solo uno. "Es decir, un 25%, que es más o menos la tendencia", explica Mora.

"Existiendo mayores herramientas para las policías y para los fiscales para que puedan controlar a una persona o dejarla privada de su libertad, es evidente que aumenta el riesgo de error judicial".
CARLOS MORA,
DEFENSOR REGIONAL METROPOLITANO NORTE

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