Cientos de fieles participaron en el Jubileo de la Familia y recordaron a San Juan Pablo II
domingo, 23 de octubre de 2016
Arak Herrera G.
Nacional
El Mercurio
Se conmemoraron 38 años desde que el "Papa polaco" fue entronizado. El cardenal Ezzati celebró la asistencia a la ceremonia, enmarcada en el Año de la Misericordia.
Entre bailes y cantos, más de 1.500 personas llegaron ayer hasta la Catedral Metropolitana de Santiago para participar de la celebración del Jubileo de la Familia, una de las celebraciones católicas enmarcadas en el Año de la Misericordia. En esta ocasión, la ceremonia coincidió con el llamado "día de San Juan Pablo II", ya que ayer se conmemoraron 38 años desde que el "Papa polaco" fue entronizado y asumió su pontificado de 27 años, hasta su muerte. Por ello, luego de la ceremonia, el cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati, invitó a los fieles a venerar un relicario que está en la catedral, el que contiene una gota de sangre de dicho santo. "Aquí, frente al altar donde él se detuvo orando en silencio por largo tiempo (cuando vino a Chile en 1987), tenemos la dicha de tener una reliquia que es parte de su sangre y que hace presente también de alguna manera su legado y su presencia en medio de nosotros", afirmó. La conmemoración de Juan Pablo II se vivió paralelamente en diversos lugares del mundo, como en el Vaticano, donde el Papa Francisco realizó una audiencia especial para recordarlo. La puerta santa En la catedral, el cardenal Ezzati encabezó la eucaristía por el Jubileo de la Familia, la que tuvo por consigna "Familia Escuela de Misericordia". "Estamos celebrando el Jubileo de la Misericordia para las familias. Es una manifestación de fe de tantas familias que representan a la de Santiago; la familia cristiana de Santiago. Ha sido muy hermoso ver a tantas familias con sus niños pequeños, con los jóvenes, con abuelos y abuelas que viven la alegría de ser familia", dijo el cardenal. Ezzati explicó que "esto no quiere decir que no tengan ninguna dificultad o problema, pero cuentan y creen en la gracia de Dios, que los ha elegido para ser signo de bondad, de misericordia y eso es muy hermoso". En la ceremonia, los fieles cumplieron con el ritual de cruzar la "puerta santa", tocando el grueso portón de madera que está al ingreso de la catedral. José Manuel Borgoño, junto a su esposa Mónica Undurraga, es delegado episcopal de la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Santiago, y explicó que el objetivo del ritual es "celebrar la culminación de este año de la misericordia, que continúa y sigue en la familia. Para nosotros, es muy importante como familia cuidar la misericordia".
